Contrato Amoroso 1

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Eran las cinco y un poco más de la mañana. Yoongi se había dormido abrazado a Jimin quién también dormía.

El sol había comenzado a salir y entraba por las ventanas mal cerradas. Jimin fue el primero en notarlo, pues a pesar de haber dormido menos de lo normal su cerebro ya se había acostumbrado a levantarse temprano sin necesidad de alarma.
Buscó con la mirada a Yoongi que dormía con total tranquilidad como si no hubiera llorado unas horas antes.
Había decidido no preguntarle nada y mejor dormir, ya que el mayor se veía demasiado agotado en todos los sentidos.

Seguía intrigado por saber lo que le pasaba al mayor y cuál era la razón de su llanto pero debía ir a trabajar. Aunque...

"Buenos días papá."

"Hola Jimin ¿sucedió algo malo?" Oyó la voz de su padre al otro lado de la línea.

"No pasó nada malo, bueno en realidad no lo sé." Dijo saliendo de la habitación. "Yoongi está aquí y tenemos que hablar asi qué..."

"Oh ya veo... No te precupes." Escucho al hombre reír. "Tómate todo el tiempo que quieras."

"Espero que no estés imaginando cosas raras." Escuchó como su padre reía por sus palabras y luego de un rato más colgó. Para él era gracioso como su padre podía divertirle algo que seguramente nunca habría aceptado, pero al misml tiempo se sentía cálido de saber que lo aceptaba sin querer cambiarlo.

"Buenos días." La voz ronca y adormilada de Yoongi hizo que se estremeciera por completo.

"Buenos días Yoonie ¿dormiste bien?" Preguntó con tranquilidad tratando de descubrir algo más.

"Por supuesto, tú estabas a mi lado." El mayor dijo mientras dejaba besos en la nuca del menor.

"Yoon... Debemos hablar de lo de... Ya sabes." Bien, Jimin debía saber lo que sea que estaba pasando.

"Okay..." Dijo alejándose. "Pero es algo difícil para mí."

"No te presionaré sino quieres hacerlo." Jimin no quería sacar tristes pensamientos de su novio. "Puedo esperar hasta que estés listo."

"No, no, debo hablarlo y que mejor que contigo."

"¿Quieres desayunar primero?" Bien, era culpable pero ¡tenía hambre!

"Solo café por favor." ¡Nooo! Lo que más temía.

"Ok." Jimin fue a la cocina y consiguió mas que un café para él y un café negro sin azúcar para su pálido acompañante.
Después de como media hora y los estómagos llenos, se sentían mas relajados para hablar, al menos Yoongi porque Jimin había creado mil escenarios de cosas malas que Yoongi podía decir.

"Namjoon es mi hermano." Soltó Yoongi de repente y Jimin quiso reír pensando que era una broma pero la cara seria del mayor le hizo notar que no era broma.

"¿Es en serio?" Jimin estaba desconcertado.

"Ayer, por cierto lamento no haber podido llamarte, la cosa es que tuve que trabajar en unos contratos de mi padre y terminar un proyecto, así que cuando acabé con todo fui a la oficina de papá a entregar todo y... Bueno Nam estaba allí con papá y al parecer estaban discutiendo y yo tenía mucha curiosidad de saber que hablaban y escuché como papá le decía hijo a Nam y él lo llamaba papá y... No entiendo nada ¿sabes? Es todo demasiado confunso." Yoongi apoyó su cara en sus manos mientras suspiraba. "Lo peor es que mi padre al parecer amenazó a Namjoon para que no me diga nada y así no me entere, no tengo idea de si mamá lo sabia o no pero de igual nunca lo sabré, ella ya no está."

Jimin no sabia que decir. ¿Que se supone que se dice en momentos así? 

Yoongi estaba llorando de nuevo, así que se limitó a abrazarlo, no podía simplemente decirle que todo estaba bien y ya, sabia que esto que estaba sucediendo era mucho mas difícil de lo que ambos imaginarían. Se sentía muy impotente en esos momentos pero estaba seguro de que Yoongi se sentía mejor solo con saber que lo estaba apoyando, o al menos eso esperaba.

"Aunque no se vea así, me siento algo feliz." Habló Yoongi mas calmado. A estas alturas ya no estaba seguro si veía a Jimin como algo pasajero o de verdad lo quería en su vida para el resto de sus vidas.

"No, no logro entender."

El pelinegro río suavemente. "Es que, Dios, tengo un hermano y a pesar de todo lo que ha pasado se que podremos formar un lazo muy fuerte y... Eso me emociona."

"Escucharte decir eso me alivia un poco... Pero ¿cómo enfrentarás esto? Es decir, tú lo sabes y creo que al menos deberías decircelo a ambos ¿no?" Jimin sabía que el tema era bastante difícil de tratar pero era algo que tampoco debían evitar.

"Por ahora no lo sé, creo que primero tengo que despejarme y aclarar todo en mi cabeza, luego cuando esté en completa calma lo hablaré con ambos."

"¡Ya sé!" Gritó el rubio levantándose del sillón. "¡Tomemos vacaciones!"

"Pero mi amor, acabas de empezar a trabajar con tu papá y..."

"Papá lo entenderá, no hay de que preocuparse, además ya me siento asfixiado, necesito descansar." El rubio habló haciendo un mini berrinche.

"Eres un pequeño consentido." Río el mayor al ver la emoción del pequeño rubio. Y sí, su corazón se sentía calmado a pesar de la tormenta que había en su vida y todo era gracias a Jimin.

"Le hablaré a papá y tu haz lo mismo, hay que salir hoy mismo, no debemos perder tiempo."

Vio al menor desparecer en el pasillo hacia su habitación lleno de emoción. Negando divertido decidió que no era mala idea, de paso podría visitar a sus abuelos, el anciano tenía muchas cosas que aclararle.

Un par de horas mas tarde, ambos chicos estaban en el auto del mayor, con el rubio al mando de la radio mientras cantaba a todo pulmón una canción de algún grupi de chicas que él jamás había escuchado.

"Ah~ TaeTae cantaría conmigo." Se quejó el menor.

"Lo siento lindo pero es la primera vez que escucho música así, tal vez la próxima te acompañe." Dijo Yoongi sin dejar de mirar la carretera.

"¿En serio lo harás?" La voz de Jimin sonaba entusiasmada así que Yoongi lo miró por unos segundos.

"Solo debes enseñarme." Le respondió y le guiñó un ojo, logrando que este se sonrojara. Volvió la mirada a la carretera satisfecho con lo que había logrado en el menor.

El resto del camino siguieron cantando, algunas veces Yoongi se unía cuando oía algún rap, deleitando al menor que lo miraba embelesado por la linda voz que este tenía.

"¿Ya llegamos?" Preguntó Jimin ya que se estaba aburriendo de viajar.

"No falta mucho."

"Por cierto... ¿dónde vamos?" Había estado curioso desde que salieron de Seúl pero no se había atrevido a preguntar.
El letrero decía que habían llegado a Daegu pero no sabía si se quedarían en un hotel y eso lo mantenía en extremo nervioso.

"A casa de mis abuelos, creo que ya es hora de que los conozcas." Respondió con tranquilidad tratando de no asustar a Jimin.

"¿¡Qué!?" El grito del menor le dio a entender que no fue suficiente esfuerzo.

"Tranquilo, no muerden, hasta donde yo sé."

Jimin estaba asustado, emocionado, aterrado y a punto de tener un infarto.
Al final las vacaciones no fueron tan buena idea.

Holus!

Esta historia ha sido nominada a los Wattys 2019 y estoy so excited.

(Esto fue el año pasado como por estas fechas, lastimosamente este año no fue nominada pues aún no estaba terminada y le faltaban palabras)

Kat out!💜