XIV • Dulces

660 81 25
                                    

Camino detrás de Kyuhyun hacia las escaleras del edifico, bajamos unos cuantos escalones cuando se gira a verme.

— ¿Todo bien, Jong?

No. No está bien.
Me siento extraño. Es la primera vez que estoy así de cerca con un hombre, de esa manera tan íntima. Mis sentidos aún están que echan chispas.

— Kyu... sobre lo que ocurrió. — Balbuceo sin sentido, no tengo palabras para querer arreglar o modificar de alguna forma lo que ha pasado... Lo que puede pasar.
Kyuhyun pone una mano sobre mi hombro, me sonríe con más tranquilidad.

— Tranquilo. Que eso no afecte nada entre nosotros. — Sube al escalón donde me encuentro. — Yo estaré dispuesto a esperar hasta que.... Hasta que ambos estemos listos.— Dice acariciando mi cabello con ternura.

Me llena de sobremanera el corazón escuchar esas palabras. Me alegra que no sea el típico chico que se muere por llevarse a cualquier persona a la cama.
— Eres el mejor del mundo.

— Soy Cho Kyuhyun... Claro que soy el mejor.

Me estiro a besar su labios con delicadeza, con paciencia y ternura. Para cuando me separo de él, sólo recibo un mohín.

— ¿Qué? — Pregunto un poco confundido, sonríe de lado, pícaro, me toma de la cintura en un movimiento ágil, me pega a su cuerpo. Y antes de poder decir o hacer cualquier otra cosa, aborda mis labios con pasión. Me arrebata el aliento en cada movimiento de sus labios devorando los míos, gimo cuando siento cierto lado de su anatomía pegándose a mi vientre. El besos continúa, profundo... Excitante.

Cuando se aleja debido a la falta de aire, sólo escucho su pesado suspiro. Aprieta los párpados y cuando abre los ojos, me mira con nervios, pero con ternura infinita, me arrebata una sonrisa de los labios.

Dice algo, en un susurro casi inaudible. Me le quedo viendo con entera confusión. Agacha la mirada, niega y me suelta.

— ¿Qué pasa? — Pregunto cuando nuevamente se adelanta en las escaleras, con el rostro rojo hasta las orejas. ¿Qué dijo? ¿Habrá sido algo malo. — Kyuhyun.

— Nada... No ocurre nada. Vamos, te llevaré a casa.

^°^°^°^°^

— En efecto... Es virgen. — Afirma Sungmin acomodándose unas gafas sobre el puente de la nariz. Donghae solo me mira asintiendo.
Sí, nunca falla correr a contarle alguien lo que ocurre. A menos que ese alguien sea Heechul, todo puede salir mal.

— Eso lo sé... Yo también lo soy. Pero...

— Pero quieres que ocurra. — Completa Min con una sonrisa traviesa. Aparto la mirada a otro lugar. Lo que ocurrió en la habitación de Kyuhyun me tiene un poco distraído de muchas cosas. Hemos sido una pareja... Relativamente tranquila.

— No... No sé. — Es complicado de decir. — No aún.
He creído siempre que estar con alguien, no debe ser tomado tan a la ligera. Para muchos parecería un chico tonto y patético, pero la verdad. Creo que entregarse de esa forma debe estar impulsado de otros factores. Los sentimientos, la confianza y el cuanto se conozca a la persona con la que vas a hacerlo.

— Quieres que ocurra. — Afirman Sungmin y Donghae, con entera seguridad.

— Oye, sólo hazlo si estás seguro.

— Sí, no te dejes llevar por el momento, por las simples ganas o curiosidad de hacerlo.— Argumenta Donghae con un jugo en la mano.

— Todo va estar en ustedes en la comunicación que tengan como pareja. No sigas nuestros pasos. Donghae se acostó con hyuk a la semana de conocerlo y luego lo mandó a la friendzone.

Si los amigos existen... •[KyuSung]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora