Crónicas Dew

Crónica III- Regalo para Brisa

Escrito por: Mechin

-Venga, profesor...¿De verdad no se le ocurre nada? Quiero tener algún detalle con ella... Me regaló un broche de la Flor Eterna por mi cumpleaños...

-Apolo, ya te lo he dicho, no soy un experto en regalos... Ni en mujeres, en realidad. La última vez que salí con una yo tenía 22, acababa de salir de la universidad y comencé mis prácticas en Teselia con el padre de la Profesora Encina, un hombre brillante... ¿Te he contado que llevaba el pelo a lo afro en aquel momento?

-Profesor, se está desviando del tema de nuevo...

-Sí, sí, perdona... A ver, ella es de la región de Geios... Puedo investigar algo importante de allí y buscarte algo, ¿te parece bien?

-¡Genial! Muchas gracias, profesor. Es usted el mejor... Por cierto, en algún momento quiero ver alguna foto con usted de afro.

Ambos soltaron una carcajada y después, Apolo se despidió y colgó la llamada. Habían pasado unos cuantos días desde que rescataron a Eneko de la Dimensión Inexistente, y Apolo había pensado en darle a Brisa un regalo. Nadie lo sabía, pero dentro de poco se acercaba un día importante para ella, aunque no se lo había dicho a nadie salvo a Apolo. Ese mismo día, hacía 6 años, ella hizo un impresionante descubrimiento científico y arqueológico sobre Geios. Al parecer, se habían registrado numerosos símbolos por toda la región, sin ninguna conexión aparente, tan solo que todos se encontrabas en ruinas muy antiguas. Sin embargo, ella pudo unir aquellos símbolos con la antigua civilización que había habitado Geios, que se dice que fue la primera sociedad del mundo: Los Antiguos. Gracias a eso, los arqueólogos de todo el mundo pudieron dar un salto considerableen la investigación de este fascinante grupo.

-¡Buenos días, dragoncito!- Le sobresaltó la chica por detrás.- ¿Cómo has dormido?

Apolo dio un salto en el sitio debido al sobresalto y luego se giró hacia ella, con la mano en el pecho.

-Brisa, que susto me has dado... He dormido bien, gracias...- Mientras hablaba, la chica miró hacia el móvil.

-¿Quién te ha llamado tan temprano?

-Ah, eso... Era solo el Profesor Cedro... Quería saber como nos iba y todo eso...

-Ah, ¡vale!- La chica besó a Apolo en la mejilla y luego continuó por el pasillo.-Venga vamos, que los demás ya estarán desayunando.