Mi amiga Angie y yo solíamos cuidar niños en el verano. Angie era muy supersticiosa y creía en el karma, la reencarnación y todas esas cosas extrañas que yo no solía creer. El sábado pasado cuidamos el hijo de una vecina. Había una tormenta afuera y se fue la luz. Como no había nada que hacer comenzamos a charlar con el pequeño. Angie le comenzó a hacer preguntas extrañas que el niño no entendía. Hasta que le preguntó cual era su último recuerdo. -Estaba conduciendo cuando un hombre me chocó el automóvil. Los vidrios cayeron en mis ojos y lo vi todo negro.- Ambas nos pusimos pálidas como la nieve. El niño es ciego de nacimiento.
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Creepypastas
HorrorColección de creepys que voy encontrando en la web. Que tengas dulces y torcidos sueños