Se conocieron un día de lluvia, coincidieron más de lo que deberían, fue un tonto al ilusionarse, desde un principio sabía que no podía esperar mucho mas, después de todo simplemente era una prostituta.
Era apretado y a la vez caliente su interior, abrió sus glúteos apreciando la vista, provocando que se exitara aún mas, se la había metido toda.
La saco dejando solo la punta, tomo su cabello un poco brusco, haciendo que arqueara la espalda,su miembro entro un poco por el movimiento, escuchó un quejido pero no le tomo importancia, quería escuchar eso y mas, escucharlo gemir su nombre.
Tomo sus caderas para penetrarlo bruscamente, pues no le importa si lo lastima, eso es lo que quiere, se estaba cobrando su traición, por qué así se sentía, traicionado.
Recordó cuando lo conoció, le habían hecho la parada al mismo taxi una tarde de lluvia, así que prefirieron compartirlo a mojarse aún más, desde ese día coincidieron más seguido en el café que solía almorzar, poco a poco se fueron acercando, cuando se dió cuenta se veían todos los días.
Le gustaba su sonrisa, sus ojos y cabello era tan hermoso para el, habían momentos en que sentía que no se comportaba como debería, él lo hacía sonreír sentía calma y tranquilidad.
Tardó casi tres meses en darse cuenta de lo que sentía.
A sus ya 27 años se dió cuenta que estaba enamorado de un chico de 22.
Se sintió deseoso de un beso y lo tomó, sus labios eran suaves al igual que sus mejillas y cabello, el niño le correspondió, se sintió como un adolescente en el cielo, después de eso quedaron de verse otro día.
Le hubiera pedido que salieran, si funcionaba en un futuro matrimonio, le compraría una casa con jardín y verían a sus hijos jugar.
Pero eso era antes, ahora solo quería romperlo, vengarse por jugar con él, si creyó que podía hacer con él lo que quisiera estaba muy equivocado.
Tomando su cabello con brusquedad, lo obligó a ponerse de rodillas, mientras le seguía penetrando por detrás, sintió el interior contraerse pero aún no quería terminar.
Salió rápidamente volteando al niño, estaba jadeando, sus mejillas rojas, ojos dilatados, esperaba el efecto de la droga pasará pronto, quería escucharlo gemir en sus 5 sentidos.
Mientras seguiría follandolo en ese estado, se posicionó sobre el tomando sus piernas con sus brazos para penetrarlo sin delicadeza, haciéndolas cada vez más salvajes y profundas.
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