Se conocieron un día de lluvia, coincidieron más de lo que deberían, fue un tonto al ilusionarse, desde un principio sabía que no podía esperar mucho mas, después de todo simplemente era una prostituta.
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El sol comenzaba a salir cuando el sueño lo venció, la mañana estaba un poco fría y el solo se acurruco más en busca de calor.
Kanda lo atrajo más a su cuerpo, suspirando del alivio, fijo su vista en el reloj de pared, eran las seis de mañana.
El lo había estado acompañando y se sentía cansado, quiso refugiarse en los brazos de morfeo también.
Y no tardo mucho en quedarse dormido.
El movimiento en su hombro era molesto pero solo quería seguir durmiendo atrajo más el pequeño cuerpo hacia el y se cubrió completamente con las sábanas.
Kanda - abrió los ojos irritado, moyashi seguía durmiendo pacíficamente.
Abrió un poco las sábanas solo para ver el rostro de sus padres apenados, no le quedaba de otra.
Trato de dejar el cuerpo de moyashi suavemente, pero este lo tenía sujeto del cabello, su madre se tapó la boca evitando reír y despertarlo.
Volvió a suspirar y su madre le ayudo a liberar su cabello, se sentó en la orilla de la cama y su madre a su lado.
Mana quiere verlo - Kanda apretó las manos, en un principio le parecía buena idea, pero ahora temía que se lo quitarán.
Su relación no había comenzado de una manera normal, no le asustaba ir a la cárcel por qué estaba conciente que drogarlo y secuestrarlo era un delito grave.
Pero estaba esperando un hijo suyo, las cosas iban bien, habían hablado y aclarado las cosas.
Simplemente cerró los ojos y sintió para después levantarse y cambiarse.
Cuando salió de la habiatacion Mana y Marían estaban esperando, el segundo lo tomo del cuello para arrastrarlo hacia otro lugar.
Ni siquiera forcejeo, se dejó hacer, no quería armar un escándalo no en esos momentos.
¿Lo obligarte a vivir contigo?- a cómodo su ropa para después mirar fijamente a Marían y se cruzó de brazos.
¿Que quería? Que lo dejara abrirle las piernas a cualquiera - su manera de dirigirse a él había sido de una persona egoísta, pero demostraría que no dejaría se lo quitarán.
¿Fue tu única opción? - Marian pregunto, un poco molesto y lo entendía a él tampoco le gustaría que hicieran eso con su familia.
Créame si tuviera que volver hacerlo para que dejara esa vida y fuera solo mío, lo volvería hacer sin pensarlo dos veces - tal vez estaba cabando su propia tumba, pero era la realidad, no le importaba a quien se tendría que enfrentar por su pequeña familia.
No te importa, que el, ya sabes - Marian se llevó una mano a la cara, de la frustración que sentía.
Si me importará me hubiera desechó de el hace tiempo y de una vez se lo advierto, es mío y no se lo entregaré a nadie, mucho menos en estos momentos que vamos a tener un hijo - Kanda suspiro, para después tomar asiento, estaban en la habitación de sus padres y la cara de su padre no tenía precio.
