Personal

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Sentía el cuerpo pesado y adolorido, quería abrir los ojos pero no podía,aparte sentía que todo le daba vueltas pero no recordaba haber tomado alcohol anoche, ni siquiera recordaba cómo había llegado donde estaba.

Con dificultad abrió los ojos, estaba oscuro, trato de sentarse, la cadera le dolía horrores, se llevó una mano a la cabeza.

Al fin despiertas moyashi- se estremeció al instante de escuchar esa voz.

Creyó que no lo volvería haber, no después de todo lo que le dijo y como lo trato.

Que hago aquí- le preguntó apretando las sábanas.

Pedí que te trajeran-le contesto mientras apagaba un cigarrillo y se ponía de pie.

No sabía por qué, pero le estaba dando miedo, poco a poco se fue acercando a él,mientras se quitaba el saco y se aflojaba la corbata.

Creí que ya no querías verme- se estaba poniendo nervioso la persona que lo estaba acorralando en ese momento no se parecía en nada a la que había conocido.

Cambie de opinión- le susurró mientras le quitaba la sábana dándose cuenta que estaba completamente desnudo.

Ahora te quiero solo para mi-seguía susurrando mientras le habría las piernas y se acomodaba entre ellas, lo beso bruscamente, el trataba de corresponderle el beso pero no podía,una parte de él sentía que algo no estaba bien.

Escucho el tintineo del cinturón junto con la bragueta el ser vajada, soltó un quejido lastimero cuando lo penetró sin consideración alguna, le dolía horrores, pues ya tenía el cuerpo maltratado,varias veces se imaginó como sería el estar con él, hacer el amor,pero nada se comparaba con lo que sentía en esos momentos.

Te gusta- le dijo mientras tomaba sus piernas poniéndolas en su pecho haciendo aún más profundas las penetraciones.

Contestame moyashi,ellos lo hacían mejor- volvió a susurrarle,mientras lo penetraba a un más fuerte, sentía que lo partía en dos pero le dolía más que lo tratara así.

No sabía cómo contestarle,nunca lo habían tratado bien,pero tampoco llegaron a tratarlo tan mal, le dolió cuando salió de él, lo tomo bruscamente para acomodarlo en cuatro, con una mano sostuvo su cabeza entre las almohadas,se mordió el labio así evitando gemir cuando lo penetró.

Ya no dolía tanto su entrada, se había acostumbrado,sentía que le enterraba los dedos en las caderas,también las mordidas en los hombros.

Serás mi puta personal a partir de ahora- le dijo tomándolo del cabello y cadera,pronto llegó al clímax sintió caliente su interior el también había llegado, este besaba su espalda, presentía que aún no había terminado y lo confirmo cuando se puso sobre el penetrandolo otra vez.

No sabía cuánto tiempo llevaban, sentía demasiado cansancio los ojos se le cerraban,tampoco cuánto más seguiría kanda entreteniéndose con su cuerpo.  

  

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Inocente ProstitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora