𝓢𝓣𝓞𝓝𝓨 ~𝓢𝓸𝓶𝓮𝓽𝓱𝓲𝓷𝓰 𝓭𝓲𝓯𝓯𝓮𝓻𝓮𝓷𝓽~

Ya lo verás...

Para los compañeros vengadores de el Capitán América y de Iron Man ya no era un secreto la relación entre ambos. Llevaban al menos dos largos y hermosos meses juntos, claro que llegar a este punto no les había sido fácil, ¿cuántas peleas habían tenido? Incontables... incluso en su actual relación habían discutido tanto. En fin, era normal que discutieran, igual que todas las parejas, ya sea por los celos que nacían de ambos, o por el hecho de discrepar constantemente de ideas. A veces sus desacuerdos eran provocados por cosas tan ridículas que los dos se creían unos completos idiotas por discutir esos temas sin importancia; aunque no era del todo malo, esas pequeñas peleas los acercaban más el uno al otro, y los dos lo sabían.

— Hola - saludó Steve, el gran Capitán América, quién iba entrando al taller de su amado hombre de hierro -, ¿qué haces?

— Oh, hola - saludo Tony, el extravagante Iron Man, quien estaba tan concentrado que dió un pequeño sobresalto por la silenciosa llegada de su perfecto capitán - no, nada, solo estaba.... trabajando - Tony se encontraba frente a sus pantallas, diseñando un nuevo Mark.

— Ajá.... amor, son las 2:00 p.m. y además te ves cansado...- dijo con un tono dulce y una sonrisa inocente dibujada en su cara.

— ¿Cansado, yo? - contestó el castaño - pff, por favor. Querido... solo llevo aquí dos horas...

— Deberías relajarte un poco, apenas ayer regresamos de una misión.

— Ay, Rogers.... lo dices como si no te la pasaras en el gimnasio todo el día - dijo con una pequeña sonrisa burlona.

— Ok, ok. Tal vez tengas razón, pero yo si descanso adecuadamente - Tony lo miro como si lo estuvieran regañando.

— No me vengas con esas, Rogers.

— Ok majestad, no quiero discutir con usted ahora...

— Excelente decisión.

— Bueno vine a ver si... ¿me haría el honor de acompañarme a comer? - dijo haciendo una reverencia a la vez que le ofrecía la mano.

— De acuerdo - rió y tomó su mano.  No sin antes hacer que desaparecieran las pantallas que previamente utilizaba.

Ambos salieron del taller y se dirigieron al auto que Tony le dió a Steve. Le abrió la puerta caballerosamente y cuando el millonario abordó, el capitán rodeó el auto y tomó el lugar del piloto, para luego poner en marcha el vehículo e ir rumbo a alguna plaza en la cual pudieran comer y pasar el resto de la tarde.

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Cayó la noche. Steve y Tony iban de regreso a la torre, iban escuchando canciones de las que le gustan a Tony, rock en lo general.

Llegaron a la torre, bajaron del vehículo. Habían llegado muy tarde, para el gusto del capitán, no llegaron tarde porque hubiera tráfico, sino porque el castaño quería pasar un rato con Steve en un bar. Tardaron tanto en el bar que cuando llegaron a la torre, eran casi las dos de la mañana.

— El tiempo pasa volando, ¿no? - dijo Tony, quien iba tomado del brazo de Steve.

— Si, pero no sería tan tarde sino hubieras pedido dos tarros grandes y no hubieras querido quedarte a "platicar" en público - Tony creyó que si hacía que el Cap se emborrachará, podrían divertirse esa noche. Para su desgracia, Steve no tomó ni una gota. Tony tuvo que beber todo solo, aunque ¿qué eran dos tarros de cerveza para Anthony Stark? Nada.

— Oh, vamos. Bien que querías~ - le respondió con voz entre burlona y sensual.

Subieron por el elevador  y fueron directo a su habitación. Si, compartían habitación.

Se recostaron en la cama, Steve quería dormir, pero Tony tenía otros planes...

— Oye Steve~ querido~ - el millonario no tardo en subirse a su soldado que estaba recostado ahora bajo él - ¿hace cuanto no lo hacemos, eh?~ - dijo en un susurro ronco y sensual a su soldado.

— Oh Tony... sabes que eres irresistible... pero estoy muy cansado - dijo mientras tomaba su rostro con sus grandes manos.

— No te preocupes~ yo puedo moverme solo~ - dijo bajando su cabeza para repartir besos en el cuello de Steve

— Tony... no... - dijo separándolo de su cuello y tomándolo en brazos para tirarlo a su lado, abrazándolo, dispuesto a dormir.

— ¡Ash... está bien...! - dijo con tono de frustración - pero no creas que esto se quedará así... eh, Rogers... - esto último lo dijo para si mismo ya que el capitán calló dormido al instante - ya lo verás... - Tony estaba dispuesto a hacer caer a Steve.

Tony no podía dormir, estaba tan ocupado pensando ¿cómo hacer caer al capitán?

"¿Implorar? - pensaba - ¡jamás! ¿Portarme cortante con él, para que me de lo que quiero? ¡No! ¡Va a pensar que eres un niño! - descartaba ideas, una tras otra, hasta que se le ocurrió algo, perverso cabe mencionar - ¿someterlo?...... sí - finalmente dió con una idea que le gustó,  estaba muy desesperado, eso fue lo mejor que se le pudo ocurrir - pero... ¿cómo?... - miro en la oscuridad del cuarto, una foto de él con su armadura, y de repente... - bingo - sonrió ante la idea que se le ocurrió. Construiría una máquina que lo ayudará a someter a Steve."