ANTES DEL SIETE

EL INICIO DE UN MAL HÁBITO:

IV:

Sakura terminaba de alistarse, se observó en el espejo, su cabello rosado había crecido un par de centímetros, no estaba segura de si debía cortarlo o no, la razón para mantenerlo largo era que se rumoreaba que a Sasuke le gustaba de ese modo, pero hacía algunas semanas que no pensaba más en él, mucho menos en complacerlo; había creído que sería más difícil dejar de pensar en Sasuke, pero resultó que no, para ser honesta, ni siquiera eran cercanos así que no había mucho qué lamentar. Algunas veces aún se ponía su listón rojo, pero ya no lo hacía con tanta frecuencia, ya no le avergonzaba tanto su frente, ya casi ignoraba cualquier comentario de Ino respecto a su apariencia personal. Ahora sólo le preocupaba el color de su cabello, demasiado peculiar para pasar desapercibido. Seguía recordando perfectamente la melena de aquella ANBU que visitó a Colmillo Blanco, era rubia, de un color muy bonito, y ella quería algo así de normal, como Ino o Ten-Ten. También había otra razón por la que no dejaba de pensar en esa ANBU, no podía evitar preguntarse si tenía alguna relación con Colmillo Blanco, quizá era su novia, un gesto de desagrado cubrió su rostro, arrugó la nariz como si hubiera olido algo desagradable, no quería pensar en eso.

Sintió una punzada infantil de celos, ella quería ser mayor, quería ser talentosa para poder formar parte del grupo ANBU, estar más cerca del ninja que la instruía, pasar más tiempo a su lado y no tener qué preocuparse por ser demasiado pequeña para ser notada, era una niña apenas, y así Colmillo Blanco nunca la tomaría en cuenta.

-¿Qué sucede últimamente contigo, frentona? Apenas y te veo... - Ino tenía razón, durante el último mes, Sakura se desaparecía todas las tardes sin explicación alguna – Además, no dejas de sonreír.

-No es nada. Ustedes han estado entrenando tanto que no me gusta interrumpirlos...

-Mira quién vine ahí – Ino señaló a Sasuke y olvidó la respuesta de Sakura – Ayer estuvimos hablando un rato – Sakura no sabía si eso era verdad.

-Me alegro por ti.

-¿Es todo lo que dirás?

-¿Qué más puedo decir?

-No sé, hasta hace un mes estabas tan interesada en él como yo, pero parece que ya no te importa, así que ¿qué sucede contigo? Sasuke-kun es el niño más interesante, y el más talentoso.

-Es que ya no creo que eso sea cierto, bueno, sí es un niño muy talentoso, pero estoy segura que ha habido mucho más habilidosos e inteligentes, con más talento que él – la expresión de Ino lo dijo todo.

-Es oficial, te has vuelto loca. No hay nadie más fuerte que él, lo hemos visto entrenar, tú lo has visto y ha mejorado mucho...

-No lo sé, me parece ridículo que siga interesándome en Sasuke cuando no me toma en cuenta. No debe saber ni mi nombre.

-Creí que querías volverte más fuerte por él.

-Sí, pero ya no... - Sakura observó al niño de pelo negro azabache caminar frente a ellas con esa mirada tan indiferente a todo, con mezcla de resentimiento hacia casi todos en general – Quiero decir, sí me volveré más fuerte, pero ya no por él.

-Si no es por él, ¿Entonces por quién? – Sakura sólo se encogió de hombros, tenía a un solo hombre en la mente -Pues no puedo creerlo – Ino sacudió la cabeza, su cabellera rubia también había crecido – Estabas tan enamorada como yo de Sasuke-kun, ¿qué te hizo cambiar de opinión?

-Nada, creo que sólo pensé bien mi situación; Sasuke no sabe que existo, no fue difícil tomar una decisión.

-Pues estoy segura de que terminarás por cambiar de opinión.