⚡THORQUILL WEEK 2019⭐

⚡DÍA SEIS: Mañana⭐

FECHA DE PUBLICACIÓN: 14 de julio de 2019. 9:22 p.m.

FECHA(S) DE MODIFICACIÓN:
•19 de julio de 2019. 3:53 p.m.

NOTAS INICIALES:

•Una mañana posterior a la ceremonia matrimonial.

[♡]

StarLord alargó un pujido de disgusto cuando los inevitables rayos del sol acariciaron sus párpados cerrados. Aun con los ojos cerrados, se dio la vuelta, chocando la mitad de su rostro con la almohada. El oído descubierto recibió una dulce y discreta risa que era cortesía de su recién esposo, lo que lo hizo abrir solamenre el ojo izquierdo, puesto que el derecho estaba muy ocupado siendo retenido por la almohada.

Los intensos ojos azules de su hombre lo recibieron con ternura, siendo su preciosa sonrisa enmarcada por esa varonil barba que tanto amaba sentir contra su lampiña barbilla cuando se besaban.

—¿Cuánto llevas despierto?— Con dificultad, su voz ronca de recién despierto evacuó de sus labios, a la par que se tallaba el ojo abierto.

—No mucho— Admitió el Dios del Trueno con voz relajada, rodeando aquella rellena cintura para cortar el espacio entre ambos cuerpos.

Peter-ahora-Odinson se acostó boca-arriba, largó un suspiro mientras se tallaba el rostro y al terminar se tapó ambos ojos con una sola mano. En esa posición, cuestionó: —¿Cuándo empiezan las labores reales?—.

El nuevo Rey de Asgard largó una carcajada que a su esposo le sonó la mejor de las melodías. El pelirrojo sintió un cariñoso beso húmedo en su mejilla y solo así el de ojos verdes supo la verdad.

Peter se retiró la mano del rostro y miró de forma lastimera al rubio. —Ahora, ¿verdad?—.

El silencio del de ojos azules le confirmó sus temores y solo supo gemir disgustado.

—Mi amor, por favor no— Imploró con desgano el pelirrojo.

Estando acostado, Thor subió a su marido sobre él, para posteriormente alzarse con el pelirrojo aferrando sus carnosas piernas a su masculina cadera.

—Ven, mi chico estrella— Nuevamente, Thor trazó un camino de besos en el rostro del pelirrojo.

—¿Disculpa?— StarLord fingió indignación, separándose del pecho contrario, y aun así tomando los fuertes hombros de su consorte. —Ahora soy tu marido, ya no soy "tu chico"— Impuso, robándole un beso casto al rubio.

—Está bien, como Mi Rey lo pida— Dijo, remarcando con el tono de voz las palabras "mi rey".

Peter rio bobamente, besando al rubio con pasión y amor, pegándose nuevamente al cuerpo ajeno. Si todas las mañanas prometían ser tan perfectas como aquella, sin duda alguna podría acostumbrarse.