pokelemmons

braixen x serena

En Kalos, serena por fin había conseguido el título de reina de Kalos a sus 18 años, y todo se lo debía a sus Pokémon, en especial a braixen, parece raro pero braixen por alguna razón braixen se negó a evolucionar a su forma final aunque eso no le importaba a Serena, esa misma noche decidió hacer una fiesta por su triunfo e invitó a varias amigas y amigos entre ellos estaban: Miette, Shauna, Alexa, etcétera, la fiesta estuvo genial aunque varios quedaron ebrios y dormidos en el suelo o en el sofá, entre los ebrios estaba Serena que se dirigió a su habitación para hecharse una siesta pero por alguna razón decidió sacar a braixen, extrañada, la fenec bípeda decidió atender a Serena que estaba bastante ebria, Serena por su parte empezó a ponerse muy cariñosa con braixen lo cual hizo que se incomodara.

Serena *borracha* vamos preciosa dame un beso en los labios, no te preocupes no muerdo *le guiña un ojo*

Braixen estaba muy incómoda en ese momento y quería regresar a su pokebola pero no podía, así que se dejó llevar un poco y besó a Serena, haciendo que braixen se sonrojara un poco, ella no podía creer que estaba besando a su entrenadora no obstante parecía gustarle sentir los labios de Serena, eran tan suaves que se sentían como algodón.

Al separarse del beso, Serena se sintió cachonda y se empezó a quitar la ropa en frente de su inicial tipo fuego provocando ahora sí definitivamente bajas pasiones en braixen sintiéndose excitada y ganas de besar el cuerpo de su entrenadora, mientras Serena a pesar de estar borracha estaba conciente de lo que iba a hacer, tomó a braixen de la cintura y la volvió a besar esta vez con más lujuria, braixen aprovechó ese instante en bajar su mano izquierda hasta la intimidad de Serena donde procedió a masajear el clítoris de su entrenadora lentamente para que la francesa se mojara un poco, Serena al sentir eso comenzó a gemir de una manera tierna, ella entendió y se recostó en la cama donde le ordenó a braixen que empezara a lamerle la vagina a lo cual ella accedió, empezó con movimientos lentos pero sensuales, a movimientos rápidos y bruscos que hacían gemir como nunca a Serena, durante ese tiempo, a veces cambiaban, Serena también le hacía lo mismo a su Pokémon estrella provocando que esta se corriera y dejando empapada la cara de la chica.

Pasaron dos horas, llegaron al orgasmo dos veces y al parecer aún tenían energías, probaron de todo un poco, desde consoladores, la cara de braixen etcétera, pero no probaron hacer las tijeras, así que decidieron intentarlo, se acomodaron en esa típica posición erótica donde apenas tocarse sus clítoris, ella lanzaron un gemido de amor como cualquier otro, eso solo las excitaba más y más, procedieron a moverse lentamente y poco a poco aumentaban la velocidad, la excitación en sus caras era más que evidente, a Serena y a la zorra se les marcaba un corazón en sus pupilas indicando que lo estaban disfrutando como nunca, cambiaron de posición una última vez, esta vez era una versión lésbica del misionero en donde Serena dominaba, empezó a moverse mucho más rápido y entre gemidos y besos por fin cayeron rendidas pues llegaron al clímax de todo esto.

A la mañana siguiente, Serena despertó con un pequeño dolor de cabeza y al ver a braixen de su lado dormida aún la metió a su pokebola con una sonrisa en su rostro, lo que ella no sabía, es que la estaban espiando, Shauna y unas chicas mas estaban observando por la mirilla del picaporte como Serena y braixen habían el amor.

Fin.