La Vida

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Tania había decidido pasar fuera el sábado noche y salir a conocer el ambiente que había en Córdoba. Cuando llego a uno de los locales, se pidió un Martini, Martini en mano Tania se dio una vuelta por el local cuando se choco sin querer con Vanesa, la cual no se dio cuenta y le derramo toda la copa en la camiseta, justo iba a soltarle algo borde cuando se dio cuenta quien había sido la mujer que había derramado su copa en su camiseta.

-perdona no me había dado cuenta, hay tanta gente.-

Tania se contuvo, no quería gritar de la emoción, pero no todos los días te cochas con Vanesa Martin en una discoteca.

-eh no pasa nada, la verdad es que hay mucha gente y apenas se puede caminar.-

-venga va la próxima invito yo, ¿Estas sola?.-

-Si, soy de Almería acabo de llegar hace poco a Córdoba.-

Tania se quedo un rato charlando con Vanesa, como una persona normal, eso quería Vanesa ser una persona normal, no una cantante conocida.

Por su parte Rosi decidió quedarse en casa ya que al día siguiente tenia que ir a trabajar y quería irse pronto a dormir. Se sentó en la cama y cogió su guitarra, y se puso a practicar, llevaba tiempo intentando aprender a tocarla, pero no había mucha suerte, todas las noches le dedicaba un ratito a tocarla, antes de irse a la cama.

María debía de irse ya, era tarde y al día siguiente debía de irse a trabajar, trabajar los domingos hasta las diez de la noche no era algo que a la pobre María le apeteciese mucho, últimamente no estaba contenta en el trabajo, apenas tenia días de descanso y sus jefes le exigían demasiado, incluso mas que a otros compañeros, que incluso tenían días libres o podían pedírselos cuando quisieran.

María le pago la copa a Álvaro.

-ya te vas, si apenas son las doce.-

-si pero yo tengo que trabajar, salí un rato para despejarme-.

-Que te sea leve, supongo que nos veremos por aquí mas seguido, eso si no me despiden esta noche.-

-Veras que no, que tengas buena noche y te sea leve.-

Justo en ese momento Álvaro se dio cuenta de que la botella de agua que Marta tenia a sus pies estaba vacía y rápidamente fue a cambiársela, se quedo a lo lejos viéndola unos minutos cantar, para luego proseguir con su tarea, a lo largo de la noche ya no estaba tan nervioso y empezó a desenvolverse con total soltura.

Carmen se despertó pronto esa mañana, después de desayunar y darse una ducha dejo algo de comer preparado y se marcho a coger un autobús para córdoba.

Manuela acababa de bajarse del AVE había hecho escala en avión hasta Madrid y después había decidido seguir en AVE hasta Córdoba donde Carmen la esperaría, Manuela suspiro buscando a Carmen con la mirada, hasta que dio con ella, llevaban mucho tiempo sin verse.

Carmen corrió a abrazarla, quizás ese abrazo le vendría bien.

-¿Como estas? te veo cansada.-

-Estoy hecha un lio, no tengo claro que hacer , a mi edad ser madre.-

Manuela hacia dos años que se había divorciado, y tras darse un año de margen encontró el amor en Sevilla, Carlos era de su edad y era guapísimo, Manuela cada vez que podía bajaba a Sevilla para estar con él, pero realmente no sabia como se tomaría la paternidad.

-¿Que es lo que quieres tu? la edad no importa, si realmente lo deseas.-

-Me ha venido de sorpresa, no estaba en mis planes ser madre de nuevo.-

- bueno tranquila, vamos a casa, supongo que estarás cansada del viaje.-

Ambas llegaron a casa de Carmen y comieron y se fueron a descansar.

Carmen llevaba un año viviendo sola, aunque apenas paraba en casa, siempre buscaba alguna excusa o algo que hacer, para no quedarse en casa, le encantaba salir a caminar, horas y horas, y también daba masajes.

Erika comenzó hacer el equipaje quería irse esa misma tarde a Córdoba, conocer la cuidad, su lugar de trabajo y buscar un lugar en el que alojarse, le habían puesto el turno de tarde esa semana. Se fue a comer algo en la misma estación de AVE y salió para Córdoba.

Una vez en Córdoba busco una pensión lo mas cerca posible del hospital, se dio una vuelta por los alrededores para que al día siguiente le fuese mas fácil el poder ubicarse, paro para tomarse algo en un bar cerca de la pensión y pidió una coca cola, cuando se fijo en la camarera que se la sirvió,

-yo a ti te he visto antes...-, dijo sin cortarse un pelo.

Fani le sirvió la coca cola y se fijo en ella...

-el caso es que tu cara también me suena pero no se de que...-

Fani llevaba tres años viviendo en córdoba los mismos que llevaba trabajando de camarera y estudiando solfeo en una academia de música. Tocaba el piano y lo tocaba muy bien.

Como un Billete de AvionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora