Respirar de ti...

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Narra India

Si... Me estaban dando unas ganas locas de besar sus labios, pero en ese momento entraron con el desayuno y aparte mis manos rápidamente, me había puesto algo ruborizada y creo que Vanesa lo notó.

Vanesa tenía razón en todo lo que me dijo, esto era nuevo para mí, hace apenas dos meses que lo había dejado con mi pareja y ella acababa de dejar también una relación, pero a diferencia que yo ella tenía más experiencia con las mujeres yo era novata en esto, también estaba la familia que no sabía si me apoyaría o pondría el grito en el cielo... Me estaba empezando a entrar otra vez el miedo pero lo que sentía por ella era tan bonito, jamás había amado asi y jamás me habían amado así en mucho tiempo.

Observaba como se tomaba el desayuno, tenía buen aspecto y recién duchada estaba Guapísima, el pelo le olía a jazmín y le quedaban tan bien esas ondas que tenía debido a que lo tenía húmedo, a juzgar por cómo estaba engullendo la tostada de pan con aceite tenía hambre y mucha, era normal había estado bastantes días sin ingerir alimento alguno.

La mire y me reí.
-te vas atragantar, para un poco y ve más despacito. -

-Esque tengo tanta hambre que con una sola tostada no me es suficiente... Dijo mientras se terminaba el último bocado. -Por mi me comía media bandeja de tostadas.- Me reí a carcajadas.

-eso es bueno que tengas apetito... Pero cometelo despacito que no te lo voy a quitar yo ya vengo desayunada de casa. -  La mire guiñandole un ojo.

-oye ¿Qué es lo que ibas a decir cuando nos han interrumpido?

-eh... No nada nada tonterías mías no hay que hacerle caso. - Acto seguido me ruborice, y volví a mirar hacia otro lago que no fuesen sus ojos en los que me perdía

-Jenny... Te estás poniendo colorada... Venga que me ibas a decir... - Sabia perfectamente lo que me había dicho de no ser por esa interrupción la conversación hubiese sido distinta.

Le encantaba sacarme de mis casillas, creo que escucho lo del beso... Seguía poniéndome mas roja  y empecé a juguetear con mis manos intente esquivar su mirada un par de veces.

-nada de verdad, será mejor que me marche. - Mire hacia la puerta con esa intención.

-¿pero no ibas a relebar a mi madre?. - termine el descafeinado y retire la mesilla hacia un lado, intentando sentarme en el borde de la cama.

-¿que haces? para... Para esta bien me quedo contigo.- Me senté en un sillón esperando a que Vanesa se echase en la cama.

Metí mis pies en las zapatillas de casa y me levante hasta donde estaba ella. - Puedo caminar perfectamente estoy bien, si no pasa nada me darán pronto de alta. -

-supongo que te marcharas a tu casa a descansar... ¿No?. -

-Pues... No se lo que pasará, aunque estoy segura de que mi madre prácticamente me obligará a que me marche unos días allí. -

*Narra Manuela.

Estaba contentísima, cada día observaba como me quería crecer un poco la tripita, aunque apenas se me notase algo, todos los días me controlaba la tensión el peso, y había cambiado mi dieta, me gustaba cuidarme, también había mirado algunos libros en internet, por probar cosas nuevas había tenido experiencia y muy buena la verdad, pero era mayor y temía que me pasase algo, que no viniese bien e incluso por mi vida.

Ambos íbamos a trabajar, aunque yo tenia alguna que otra nausea, no iba a dejar de trabajar a menos que mi embarazo corriese algún riesgo y el medico me mandase reposo, yo me encontraba bien, bueno a veces tenia un batiburrillo de hormonas, que me desconcertaba.

Yo quería que fuese una niña ya que como ya tenía dos hijos me hacía muchísima ilusión, y a él le daba igual el me decía que con tal de verme ese brillo en los ojos y esa carita de felicidad era feliz, el me decía que estaba cada día mas guapa pero yo le decía que aun quedaban algunos meses y que ya me crecería la barriga y estaría

Cada tarde cuando refrescaba un poco iban a pasear tomando helado y mirando las puestas de sol desde el puente de Triana.

Justamente paseaba de la mano con un helado de tuttifruti en la otra cuando Carlos se paro un momento en seco justo con la torre del oro.

Me apoye en la barandilla del puente, pensé que quería tomarme una de las tantas fotos que el siempre me hacía... Pero sacó una pequeña cajita del bolsillo y se hincó de rodillas...

-Manuela ¿quieres casarte conmigo? . -


*Flashback*

Manuela había asistido al concierto que daba Vanesa Martín en el estadio de la cartuja iba con dos amigas más, y lo estaban dando todo cuando derrepente ...

-Apareces derrepente en mi vida creando espectativas... -

Algo cayó en la camiseta de Manuela.

-Manuela te acaban de bañar en cubata... - le comento una de sus amigas partiéndose de risa.

El chico se quedó mirando a Manuela... No sabía dónde meterse...

-Yo lo siento hay tanto gentío que ha sido sin querer si quieres te pago el tinte o algo. -

Manuela soltó una carcajada al unísono de sus amigas.

-Que mono Manuela te quiere paga el tinte, oye dile que si ya quedáis es muy guapo. -

-callate ya pesada, si quieres ligar pidele tu el teléfono. -

Manuela miro al muchacho y su corazón empezo a acelerarse... Estaba segura que se estaba poniendo roja como un tomate y no era por la cerveza o el calor que hacía. -

-bueno el tinte no pero un café acepto, te parece bien...¿ Mañana a las cinco?. - Manuela le pasó su número de teléfono para quedar y el chico super tímido acepto.

-Eh Manuela venga que te pierdes medio concierto. - le dijo una de sus amigas.

*fin del flashback*








Como un Billete de AvionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora