Dime Que Sera

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*Narra India

Vanesa salió dando un portazo de casa, arrastrando la maleta yo me quedé allí, quieta sin impedir que se marchase.

Tendría que haberla detenido, haber aclarado las cosas, me sentía mal por como se habían dado los acontecimientos.

Nunca pensé que besaría a una chica, mis parejas siempre habían sido, hombres lo de Vanesa me sorprendio, me sorprendí ver que lo que sentí en aquel momento era diferente, me gustó se que me gustó de lo contrario hubiese parado la situación y no fue asi, me deje llevar por ella, por sus caricias por sus besos.

Llevaba tres días llamando a Vanesa quería verla, saber como estaba pedirle perdón,  seguir siendo amigas y quizás con el tiempo algo más que eso, el buzón de voz siempre me saltaba, pensé que incluso que había desviado mis llamadas, pero no me resigne y continue llamando.

Por fin el teléfono dio señal, al tercer día, lo cogió un hombre.

-¿Diga?. Contestó Antonio al otro lado del teléfono.

-¿Se puede poner Vanesa?, soy Jennifer. Pregunte rápidamente.

- India, quiero decir Jenny, soy Antonio, veras Vanesa no puede ponerse, ha tenido un accidente esta en la UCI.

Por fin le veía sentido a que siempre me saltase el buzón de voz en su móvil cuando la llamaba.
Me quedé callada por un momento analizando las últimas palabras de Antonio.

-¿Un accidente?, ¿como?. -

- hace tres días, en Córdoba un coche se la llevó por delante al parecer cruzó un semaforo en rojo. -

-¿Como?. - Tres días justo, cuando se marcho de su casa, trago salíva y tomo aire. -¿En que hospital está?. -

-En el Reina Sofía, la próxima visita es a las seis. -

-Muchas gracias iré en cuanto me sea posible. - Colgué el teléfono y tome aire varias veces.

Debi haberla parado debi de haberla tranquilizado ahora si le pasa algo, no podré perdonarmelo y me sentiré culpable.

Alvaro se levantó esa mañana temprano, vio que Alberto se había quedado dormido en el sofá así que le echo una manta por encima, el ni si quiera se estremeció.

Después de darse una ducha de agua templada, se preparo un café y una tostada de tomate, mientras saboreaba la tostada cogió su teléfono móvil y miró el calendario aún quedaba una semana para empezar la universidad, después, miro los próximos trenes con destino a Sevilla, perfecto había uno a las once y media.

No tardo mucho en terminarse la tostada y el café, recogió la cocina y metió en una mochila un par de mudas y su inseparable cámara de fotos, sabía que tenía como mínimo hasta el viernes para estar por Sevilla ya que el sábado debería de volver para trabajar.

Le dejó una nota a Alberto en la nevera,
"Estaré fuera de casa unos días, cuidala"

Se apresuró a coger un autobús que le dejase en la estación más cercana y una vez allí se subió hasta el AVE con destino Sevilla, ni si quiera había buscado un hotel o pensión en el que dormir, pero eso le importaba poco.

Se sento y cogió el móvil poniéndose los cascos y buscándo una de sus listas de reproducción favoritas la de Vanesa Martín le dio al play sonando "nunca me conoció".

Cerró los ojos y se quedó dormido escuchandola.
Sin darse suenta abrió los ojos poco antes de llegar a la estación de Santa justa.
-por poco me pasó de lugar. -
Dijo en voz alta.

Cuando se levantó algo apresurado para bajarse apareció de nuevo ella, Marta la cantante de la estacion de metro, la que cantaba en el mismo bar en el que el trabajaba los sábados por la noche, también había cogido un AVE direccion Sevilla.
Solo llevaba una guitarra a su espalda nada más, bueno si esa sonrisa tan bonita que tenía.

Alvaro se bajo y se quedó parado en mitad de la estacion esperando una señal hacia donde ir, observo a Marta que cogió un un autobús. El decidió coger otro camino, y cogió un bus destino plaza de España, allí se comía genial y tenía algo de hambre.

Una Vez en la plaza de España se dirigió a una terraza y pidió una cerveza fría, el primer sorbo le supo a gloria ya que venía un tanto acalorado, de repente se fijo en una pareja que había justo en frente de el, concretamente se fijo en una mujer su cara le era muy familiar.

-¿Manuela?, dijo bajándose de un salto de la silla y acercándose a la mesa.

Manuela y Carlos habían decidido comer ese día fuera, cuando Carlos saliese del trabajo ambos quedaron en la plaza de España donde había un bar el cual les encantaba y además se comía muy bien.

Decidieron comer dentro ya que el local estaba climatizado y no haría tanta calor como fuera, Manuela pidió un vaso de agua y el un tinto.

Manuela no se dio cuenta de que el chico que había enfrente de ellos, la estaba llamando hasta que Carlos le dio un codazo en el brazo.

-Manuela, me parece que ese chaval te conoce. -

Justo cuando lo tenía frente a frente se dio cuenta de quien era,

-Álvaro, perdona estaba despistada. -

Manuela presentó a Álvaro a  Carlos su pareja y le contó que serían padres.

-¿te quedas mucho tiempo ?. - pregunto Manuela.

-El viernes estoy de vuelta, estoy currando en un bar de copas. -

Alvaro le dio su número de teléfono, - perdí los móviles de todo el mundo, incluidos los del grupo, ¿sabes algo de ellos?. -

-si no he perdido el contacto ni con Carmen ni con Rosi, pero bueno eso ya te lo cuento en otra ocasión. -

-si yo he de irme, tampoco quiero molestar y tengo que buscar algún sitio donde quedarme. -

-Como quieras, me alegra saber de ti, - Manuela y Carlos se despidieron con dos besos

-enhorabuena por la noticia, me alegro mucho y espero que esté todo bien, estamos en contacto. -

-Claro que si, si no te viene mal podemos quedar mañana. -

- OK por mí perfecto. -

Álvaro se despidio buscando una pensión en la que alojarse y quedarse despues de dar vueltas consiguió encontrar una.

Subió para la habitación era pequeña,  cama, armario mesilla de noche y televisión, el baño constaba de una pequeña ducha, lavabo y vater.

No se lo pensó dos veces y se dio una ducha refrescante para después quedarse dormido en la cama el pobre estába agotado.





Como un Billete de AvionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora