Despertar

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*Narra Erika.

Llevaba pocos días en el hospital, pero ya estaba totalmente adaptada a mi nuevo lugar de trabajo, aunque ha decir verdad en este trabajo había que adaptarse rápido e ir a la vez que los compañeros.

En UCI siempre había que estar pendiente de cada paciente, casi se podría decir que cada minuto, ya que allí un minuto podía significar el estar vivo o por el contario no.

Aspiraba una traqueostomia, de un paciente joven, al menos unos treinta dos años que tenía dificultades respiratorias, pero que con suerte al día siguiente lo llevarían a planta, creo que desde que me hice auxiliar valoraba más las pequeñas cosas, llevaba muchos años trabajando, había visto muchos casos pero siempre había algo nuevo el cual te sorprendía.

Eran las seis menos cuarto cuando cogí un peine y un frasquito de colonia, me gustaba peinar y asear un poco a los pacientes de cara a las visitas, era como decirles que sus familiares estaban a punto de visitarles, unos estaban sedados, otros en coma, pero sabía que me escuchaban y que se alegraba n.

Rosy hacia lo mismo la observe, desde que vio a Vanesa había cambiado, la vi incluso cantarle, pero me hice la despistada y no le dije nada, cuando le realizábamos el aseo o le cambiábamos la sonda, siempre se quedaba mirándola en silencio, y siempre se despedía de ella, ahora estaba peinando su pelo y cogiendoselo en una cola, con mimo y cariño, mientras la escuchaba hablar.

Ya eran las Seis la hora de visitas, nos quedamos en el mostrador y me senté en una silla, mirando las hojas de varios pacientes, me gustaba ver las hojas y ver como iba la tarde.

Observe como las familias entraban de dos en dos salvo la de Vanesa, la cuál sólo entró una, Rosi miraba de reojo, por mucho que quisiera ocultarmelo se le notaba demasiado, ese interés especial que tenía.

*Narra India.

Había llegado una media hora antes al hospital, quería estar con la familia de Vanesa, que me contasen como se encontraba, la opinión de los médicos.

Se encontraban en la cafetería comiendo algo cuando Toñi miró la hora del reloj.

-son menos Diez, anda Antonio acompaña a Jennifer a la UCI, que la vea. -

Por nada del mundo quería quitarle el derecho a Toñi de ver a su hija, pero me insistió varias veces así que me arme de valor y fui hacia la UCI.

Tenía miedo, no sabía en el estado en el que me encontraría a Vanesa, tomé aire antes de que las puertas se abrirsen.

Camine viendo una hilera de camas a ambos lados, al final se encontraba un mostrador, donde estaban los enfermeros...
Y justamente donde casi se encontraba ella, me acerque temblorosa a su cama, no sabía que hacer ni que decir, pero debía pensarlo rápido no teníamos mucho tiempo.

Acerque una silla a su cama, mientras observaba como dormía, recorde la noche que estuvimos juntas en mi casa y su cara angelical.

Ahora la veía palida, con una sonda y una mascarilla, arropada por una sabana y rodeada de máquinas.

Me sentía culpable muy culpable por lo que había pasado.

De repente un escalofrío recorrió mi cuerpo antes de hablar:

-yo, lo siento, si no hubiésemos discutido esto no hubiese pasado. - las lágrimas me brotaban de los ojos, mientras agarraba su mano.

Acaricié su flequillo, cuando note que su mano se movía, al principio no le di importancia pero... Vi como sus ojos comenzaban abrirse y agarró mi mano con fuerza.

Abri mis ojos sorprendida, Vanesa estaba despertando ¿acaso me podía oír?

-Un médico, un médico esta despertando-.

Enseguida me sacaron de allí a mi y todos los familiares, llegué corriendo donde se encontraban la madre y el hermano de Vanesa.

-ha despertado, abrío los ojos. -

Toñi me abrazo y nos quedamos esperando a que los médicos salieran con noticias.

Como un Billete de AvionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora