Bungou Stray Dogs - La otra parte de mi alma

"Algo empezara a suceder"

—Mmm... —Me sentía cómoda, demasiado cómoda diría yo, de pronto la luz matinal inundo mi visión, me revolví entre las sabanas <<¿Dónde estoy?>> me pregunte mientras mis pesados parpados se abrían a un nuevo día progresivamente.

—Así que al fin despiertas Mayuri —escuche una voz hablarme a lo lejos, mientras una puerta se abría. Es cierto estaba en casa de Chuuya ¡Chuuya! Me incorpore de inmediato.

—¿Qué hora es? —Pregunte mirando a todos lados tratando de localizar un reloj... 11:30, parpadee—. Es demasiado tardee ¡¿Por qué no me despertaste?! —el pelirrojo me miro con incredulidad.

—No pensé que fuera necesario, y parecías cansada... Ah, te traigo el desayuno —al fijarme mejor en el llevaba solo una toalla alrededor de su cintura y el cabello humedecido. El rubor se apodero de mis mejillas, a pesar de que la otra vez lo moleste con bañarnos juntos.

—Me tengo que ir, lo siento —al terminar de incorporarme fui por mi ropa... Ah, es cierto que Akutagawa lo había arruinado, mordí mi labio inferior.

—Te traje un cambio de ropa de tu casa —dijo el chico alcanzándome una mochila.

—G-gracias —respondí perpleja, luego comencé a desvestirme.

—Oye, al menos espérate a que salga de aquí —dijo cerrando la puerta de la habitación con un fuerte ruido dejándome a solas.

Finalmente termine de alistarme, tenía que llegar a la agencia pronto, no podía ausentarme demasiado, si iban a buscarme y vieran mi casa en ese estado, además no quería tener que inventar pretextos.

Esta vez amarré mi largo cabello en una cola, y luego salí ya arreglada, Chuuya se encontraba sentado comiendo algo.

—Nakahara Chuuya-kun... —me incline haciendo una reverencia al chico— te agradezco lo de anoche, sin embargo, no quiero estar en deuda contigo así que ¡Puedes pedirme lo que quieras! —Me mantuve en esa posición hasta que el chico se levantó y sentí su mano posarse en mi hombro, lo siguiente que sucedió no lo esperaba.

Narra Chuuya

Me sorprendí enormemente ante la propuesta de Mayuri, ella era normalmente mal agradecida y grosera, pero ahora ponía en bandeja de plata una elección para mí, podía fácilmente aprovecharme de la situación tomando ventaja sobre ella para vengarme por lo de la noche anterior, pero no lo haría, no podía tratarla de esa manera luego de aquello, tal vez estaba siendo condescendiente, pero que más daba, con tal de protegerla nada más importaba.

Para mí una de las personas más importantes que tenía era ella, era lo último que quería perder, pero pronto el destino se encargaría de jugarme una mala pasada.

Me coloque de pie y coloque una mano sobre su hombro...

—Lo que yo quiera —susurre en su oído, pude sentir todo su cuerpo tensarse, yo también lo estaba, la jale atrayéndola hacia mí y termine tumbándola en el sofá, mientras quedaba sobre ella en una posición comprometedora, pude ver sus ojos abrirse ante la sorpresa—. Mayuri...

Susurre, yo podría convencerla fácilmente, para mí no supondría un problema.

—C-Chuuya —se escapó mi nombre de sus labios, en un tono de voz tan tierno que estuve a punto de enloquecer, su rostro era endemoniadamente adorable en esa situación.

—¡Aléjate de la Agencia y de ese maldito Dazai! —Impuse en el tono de voz más autoritario que podía poseer— y huye de la port mafia.

Esas palabras se escaparon de mi sin poder contenerlas, si ella se quedaba algo definitivamente iba a terminar mal, yo solo no podía imponerme para cambiar esto, por eso yo, tenía que intentar persuadirla y no para fines depravados, aunque admito que lo considere.