Emilia y Ulises eran muy amigos, nadie sabia que existian, ya que no eran los populares.
Ulises estaba enamorado de Antonia de Haro, novia de Claudio Meyer.
Y Emilia estaba enamorada de Claudio, pero dichos chicos nunca se dieron cuenta de que existían. O no por el moomento.
Un día Emilia iba caminando y choco con Claudio.
—Lo siento, fue mi culpa.—Se disculpo Ella, Había derramado un poco de su café en la ropa de él.
—Que tonta.—Dijo en un tono enojado. Y se fue.
Emiilia quedó desilusionada, ya que su amor platonico, fue tan grosero con ella.
"Ay, fue una gota nada más. Niño mimado." Pensó ella.
En cambio a Ulises le fue bien con Tony.
—Me dijo que le parecía lindo, Emilia.—Termino de contar el peruano a su amiga.
—Me alegra que a vos te haya ido genial con la niña fresa esa.—Dijo está.
—Emi, Claudio es un idiota.
Ella misma se dio cuenta que este era un hígado encebollado.
—Nunca le voy a gustar.—Soltó en un suspiro.
—Ay, Emi. Si no me gustara tanto Tony, hasta estaría enamorado de vos.—Confesó el chico.