Claudio🔅
—Decilo.—Dice ella.
—Boluda todos se dieron cuenta como te mira. Él no descarta que pase algo con vos.—Ella asintió.—¿Vos tampoco lo descartas?—Pregunte con miedo.
—No se...—La interrumpí.—¿Sentís algo por mi?—Le pregunte.
—¿No lo preguntas enserio, verdad?—Pregunté yo.
—Si,es enserio boluda.
—Sentía sí.—Asentí.—Pero para que sentir algo que no va a pasar nunca.—Se ríe con ironía.
—¿Vos que sabes?—Me mira confundida.
—Te vas a casar con la hueca de Tony.—Se ríe.—Y venís a preguntarme eso. De igual manera lo voy a responder.—Asentí.—Sí siento, pero no me va las cosas que haces o lo que venís y me haces una escena de celos por Uli.
—¿Uli?—Me reí.—Qué feo apodo, y no vine a hacerte una escena de celos, o a jurarte algo que no siento, si estoy acá es porque lo siento.—Me acerco.
—Celoso.—Se ríe.—Tenes novia wey.—No impidió el acercamiento.
—Y vos lo tenes a Ulises,y así y todo querés conmigo.—Se rió.
—Desde siempre quiero con vos.—Confesó.
—A ver Emilia. Me gustas vos, lo de Antonia es por obligación.—Suspiré.
—Sos grande Claudio. No te pueden chantajear así.
—Tony sale con los que quiere y yo...—Se rió.
—¿Ibas a decir que vos también?—Se río.—¿Con cuántas estuviste?
—Muchas, con muchas Emilia.—Ella se alejó de mí.
—Te podes ir ya.—Dice.
—Me encantas así de celosa.—Me volví a acercar.
—Wey basta.—Se había enojado posta.
—Tratame bien, no me digas Wey.—Se ríe.
—¿Cómo te digo?
—Mi amor, bebé, o cualquier cosa romántica.
—Y si no sos mi amor, ni mi bebé.—Le agarré de la cintura,no dejé que diga nada más y la besé.
El beso fue tierno, al separarnos nos miramos.
—Esto está mal.—Dice ella cerca de mi boca.
—Deja de pensar en eso, ya te dije Antonia anda con quien quiere y yo ahora quiero andar con vos.
—No me vas a lastimar ¿No?—Pregunta con miedo.
—No, nunca te lastimaría a vos Emi.—Y no metía no podría lastimar a una niña tan bonita. Me abrazo.—Sos un lindo.— logró decir.—Me beso.
Yo fui subiendo de tono, y la llevé a la cama. Una vez que nos acostamos ella me quitó la camisa, le saqué la sudadera, y así en corpiño, luego seguí con su pantalón. Me alejé unos centímetros de ella, y me quede observandola, ella era completamente hermosa. Me acerqué a ella lentamente, la volví a besar, ella me desabrocho el jean, al bajarlo se agacho hasta el piso, subió lentamente y se arrimó por mí, sintió mi erección, me agarró de los hombros y me tiró a la cama, la observe unos segundos y ella se sentó arriba mío, acomodó su cabello, y me comenzo a besar el cuello. Sabía que ella era virgen y decidí frenar.
—Pará,¿Estas segura?—Pregunto un tanto agitado.—Ella deja de besar mi cuello.
—Clau, sé que sabes, y se nota demasiado, pero sí—Dice ella.
Ella me comenzó a sacar el boxer, cambiamos de posición, quedé arriba de ella. Quedamos desnudos y le comencé a penetrar, Emilia gemía cada vez más fuerte, ya habíamos llegado al orgasmo. Ella se durmió y me quedé mirándola hasta que me dormí...
Ulises🌠
Con Machu habíamos ido a tomar un helado, ya que Claudio y Emilia iban a charlar, sabía que iban a hacer algo más, o en realidad dudaba ya que Emi seguía siendo virgen.
—Wey, Claudio no le va a hacer nada. Deja de preocuparte.—Machu interrumpe mis pensamientos.
—No se, Emilia lo quiere un montón que es capaz de estar con él.
—¿Y te da celos?—Pregunta ella.
—Machu, no me jodas así. La amo es mi hermanita.
—Te termina gustando nomas te digo.—Dice está y se ríe.
No hice caso a su comentario y seguimos caminando.
—¿Qué sentís por Tony?—Pregunta ella.
—Ya nada, no me gusta. La ví con León.
—Teniendo relaciones,ya se.—Dice con un tono triste.
—¿Te gusta todavía?
—No sé, me da asco.—Responde ella.—Ayyyy.—Grita.
Un chico le había tirando una malteada de fresa en su ropa.
—Lo siento,no fue mi intención.—Se disculpa este.
—No es nada, a cualquiera le pasa.—Dice ella.
—Soy Kevin.—Se presenta.
—Ella es Machu y yo soy Ulises.—Dije saludando.
—Un gusto.—Él se acerca a darle un beso en la mejilla a Machu, y a mí me dio la mano.
—Espero nos volvamos a ver.—Dice ella.—Yo reí.
Kevin tenía cosas que hacer y entonces se fue. Machu estaba llena de malteada.
—Vamos a tu casa para que te cambies.—Le dije.
—No ey, Emilia y Claudio deben estar ocupados.—Se ríe.
—¿Qué querés hacer?—Pregunté.
—Vamos a las canchas.—Machu amaba el fut.
—Vamos.—Respondí.