Criminal 🗡️ Levi Ackerman

🗡️ 3

[Un mes después]

Tn dio un salto y cayó de pie, pero resbaló y quedó colgando en el aire cabeza abajo. Levi y Farlan la vieron con preocupación, hasta que ella comenzó a reír; el pelinegro suspiró y el castaño sonrió.

– ¿Estás bien?

– Sí –asintió entre risas.

– Mocosa –gruñó.– Ten cuidado.

– Estoy bien, estoy bien. La "Multi-Axial" evitó que cayera y me partiera la cabeza –rió.

– Tonta. Baja de ahí.

– No es mi culpa que tú seas taaan bueno en todo, y que yo sea una inútil –se cruzó de brazos.

– No eres inútil, sólo te falta práctica. Ahora baja de ahí antes de que se te vaya toda la sangre a la cabeza.

– Ahm... ¿Cómo bajo?

Levi soltó un suspiro mientras llevaba su mano a su frente, mientras Farlan reía.

[Más tarde]

Los tres regresaron a casa y guardaron sus Multi-Axial.

– Prepararé té, ¿Quieren?

– Sí.

– Ah... –miró el reloj.– Yo debo irme ya –miró a ambos.– Mi madre llegará a casa pronto, y si yo no estoy ahí me matará.

– Todavía te vigila, ah.

– Sí... –suspiró.

– Te acompañaré a casa.

– No es necesario, Anata. Iré corriendo.

– No puedes andar sola, menos sabiendo que pueden andar esos malditos por ahí.

– Levi tiene razón, es peligroso.

– ...De acuerdo.

– Vamos –miró a su amigo.– Mientras la acompaño, prepara el té.

– Claro –asintió, sonriendo.

La pareja salió de aquella casa, caminando hacia la de ella.

– Levi... ¿Has sabido algo...de mi hermana?

– Farlan y yo hemos investigado lo más que pudimos, pero...no tenemos mucho.

– Ya veo...

– Lo que sabemos es que Kaori fue llevada a la superficie para...comercializar con ella.

– La vendieron para prostituirla, ¿Verdad?

– Sí, seguramente a algún prostíbulo. Ella ya no era virgen, se prostituía, así que tal vez no les sirviera para venderla a algún hombre rico.

– Entiendo.

– Tuviste suerte de que te soltaron –la miró.– Podrías haber terminado siendo vendida a algún pervertido con dinero –ella lo miró, levantando una ceja.– Eras virgen cuando las capturaron a ambas, por lo que valías más que ella en el mercado negro.

– Oh...Claro, entiendo –asintió, sonrojada.– Entonces...ahora valdría lo mismo que ella, ¿Verdad?

– Tal vez más, porque no lo has hecho tanto como ella, sólo dos veces.

La chica bajó la mirada, con las mejillas rojas. Él sonrió.

– ¿Por qué te avergüenzas? Soy tu novio, ¿No?

– Sí, pero...no me acostumbro a que me hables de...de "eso" –rió.

– Que tonta eres.

– Déjame en paz –rió, cubriendo su rostro con sus manos.