Criminal 🗡️ Levi Ackerman

🗡️ 8

[Días después]

Tn estaba sentada en el regazo de Levi, mientras él limpiaba su cuchillo; una escena típica.

– Bebé, ¿Te sientes bien ya?

– Sí –lo miró.– Estoy bien ya, aunque...me gustaría ver a mi madre.

– Espera un poco, deja que se calme.

– Está bien –lo besó.– Por cierto...ahora sí soy buena con el Multi-Axial, ¿Verdad?

– Claro, lo que digas.

Ella le sacó la lengua y rió, él sonrió levemente.

– Muy bien, aquí está todo –dijo Farlan, enseñando el dinero en su mano.

El castaño repartió el dinero del último negocio a sus compañeros y los cuatro salieron de la residencia; el castaño suspiró y se sentó en el sofá, mirando los billetes que tenía en su mano.

– ¿Cuánto más necesitamos...para poder vivir allí?

– ...Sería un sueño vivir en la superficie –sonrió levemente la chica.

– Sí... –sonrió.

Hubo unos segundos de silencio, y de pronto alguien golpeó la puerta. Los tres se levantaron, alarmados.

– ¿Tu madre? –susurró el pelinegro. Su novia negó.

Levi dio unos pasos hacia la puerta, y volvió a sonar un golpe. Los tres se miraron. Farlan tomó un cuchillo y se acercó a la puerta, apoyándose en la pared y tomando el picaporte; el pelinegro tenía su cuchillo en la mano también, y la chica estaba junto a él, con un cuchillo tras su espalda. El castaño miró a su compañero y este asintió; abrió la puerta rápidamente, y una chica pelirroja cayó al suelo, mientras soltaba un pequeño grito. Levi la miró con cierta molestia, mientras Tn soltaba un suspiro de alivio.

– ¿Qué? Es sólo un niño –dijo el castaño.– Me sorprendió.

– Ningún...niño –habló la pelirroja.– ¡No soy...un niño! –lo miró, molesta.

– Ya veo –habló el pelinegro.– Entonces no voy a sentirme mal por sacarte a patadas. Ignoraré que ensuciaste la puerta. Vete ya.

– ¿Qué? ¿Ni siquiera puedes moverte? –preguntó Farlan al ver que la chica no se levantaba.

– ¡Por supuesto que puedo! ¡No me menosprecien! –gritó, tratando de levantarse, mostrando que traía algo en una de sus manos, oculto contra su pecho.

– ¡Que fuerza de voluntad! –se burló.

– ¡Por aquí! –gritó alguien desde fuera.

La chica se alarmó, y al tratar de pararse rápidamente se cayó, golpeando su espalda contra la puerta.

– Bastarda... –gruñó Levi.– ¿Te están persiguiendo?

– ¿Qué debemos hacer?

– Anata... –murmuró, apretando la mano de su novio.

Levi y Farlan salieron fuera, apoyándose en el marco de la puerta para ver a los hombres que buscaban a la pelirroja; Tn los miraba desde la sala, nerviosa; la pelirroja seguía en el suelo, con la espalda contra la puerta.

– ¡Oigan! –gritó uno de ellos al ver a los jóvenes.– ¡Hay una niña sucia por aquí, ¿Verdad?!

– Esa es la única clase que hay por aquí –contestó el castaño.

– ¡¿Ah?! –comenzó a subir las escaleras.– ¿Ustedes son los matones en esta área?

– ¿Quiénes? –preguntó con una sonrisa.

El hombre se detuvo a la mitad de la escalera, viendo a la pelirroja que buscaban.

– Oigan... ¡La encontré!

– Como pensaba –dijo otro, subiendo también.– ¿Son amigos?

– Qué va.

– Entonces entréguenosla.

– Te arrepentirás si la cubres. Después de todo, ¡Trató de llegar más allá de la 11va escalinata sin pagar! Ese nivel pertenece a Lobov.

El trío se sorprendió al oír aquello.

– Deberían saber esto...la 11va escalinata está bajo la jurisdicción de un noble, el señor Lobov. Cualquiera que trate de pasar sin pagar será procesado.

– Por supuesto, ustedes también serán acusados por ser cómplices.

La pelirroja levantó la cabeza con sorpresa al oírlo, pues no era su intención involucrar a aquellos tres desconocidos en todo ese lío.

– ¡Si lo entendieron, dense prisa y entréguenla!

– Se acabó. ¡Aléjense de ella!

Aquel hombre comenzó a subir lo que quedaba de escaleras, y al llegar al umbral de la puerta rió, posando una mano en el hombro del pelinegro. Levi reaccionó rápidamente, levantando la mano en la que tenía el cuchillo para herir la mano del hombre; aquel soltó un quejido. El chico se acercó a él y comenzó a golpearlo, mientras la pelirroja lo observaba con cierto temor y su amigo y su novia permanecían serios y en silencio; el Ackerman dejó de golpear al sujeto y lo tomó del cuello de la camisa.

– No me toques con tus sucias manos. Podrías ensuciarme.

Le dio un último puñetazo, arrojándolo hacia sus compañeros. Tn se acercó a su novio, entregándole un pañuelo para que él limpiase la sangre de su cuchillo.

– Ah, ah –habló Farlan.– Así no se puede.

– Siempre priorizamos la higiene –dijo la joven asiática, sonriendo.

– Lávense las manos y vuelvan.

– Estos sujetos son peligrosos... –dijo uno de los perseguidores.

– ¡Vámonos!

Los tres sujetos se fueron, cargando al que había sido golpeado por Levi. El trío giró para mirar a la pelirroja, quien observaba al pelinegro con admiración.

– Oye –llamó, mientras limpiaba la sangre de su cuchillo.– ¿Cuánto tiempo vas a mantenerlo en tu estómago?

– ¿Eh? –exclamó con sorpresa.

– Se va a morir, ¿Sabes?

– Ah...Pe-Pero... –miró hacia abajo, a lo que escondía contra su estómago.– Pensé que estaría más caliente –tomó aquello entre sus manos, era un pájaro en un pequeño nido.

– Que bonito... –murmuró Tn.

– ¿Qué tiene el pájaro? –preguntó el castaño.

– Se perdió de camino a aquí, probablemente a través de algún conducto. Así que pensé en llevarlo a la superficie.

– ¿Hm? No me digas que trataste de atravesar la escalinata sólo por eso.

– Que...osada –rió.

La pelirroja sonrió, mientras acariciaba al pájaro.

– Este pequeñín querrá volar en el cielo en vez de aquí...

Farlan se acercó a la pelirroja y se agachó.

– Bueno, eso está bien, pero...tiene el ala lastimada, ¿Sabías eso?

– ¿Eh...? –miró al ave.– ¡¿De verdad?!

Tn rió y miró a su novio, Levi rodó los ojos mientras suspiraba; la chica se acercó a la recién llegada y se agachó un poco, mirando al ave.

– Faru –lo miró. Él la miró.– ¿Puedes curarlo?

– Claro –sonrió.

– Genial –sonrió. Miró a la contraria.– Vamos, él puede ayudar –se enderezó y extendió su mano a ella.

La pelirroja asintió y tomó la mano de la contraria, quien la ayudó a levantarse. Farlan también se levantó, y todos ingresaron a aquella casa, mientras Levi cerraba la puerta.