Existen miles y miles de mundos desconocidos, demasiados como para contarlos a cada uno de ellos pero, ¿porque no visitamos uno? ¿Te agrada Yosafire verdad? que mejor demonio para que sea nuestra protagonista! y solo hace falta un compañero...¿Ivlis...
¿Qué había pasado? ¿Por qué estaba totalmente sano sin ni un rasguño? Y sobretodo... ¿Cómo es posible que ahora estén comiendo pie de manzana? Y para colmo...! ES TAN MALDITAMENTE DELICIOSO ¡
Hace apenas un capitu....ejem...unos minutos atrás estaban a punto de ser asesinados por unos monstruos asquerosos y feos y ahora estaba sentado al lado de esa fastidiosa chica de lentes rojos, comiendo pie de manzana que ese SUJETO había sacado por arte de magia de sus manos, literalmente, fue una pequeña protuberancia y ya tenían una enorme bandeja llena de pie, bueno, estaba agradecido, después de todo al fin pudo suspirar aliviado al no escuchar tantos lloriqueos de esa mocosa...
Oh, si...el sujeto...
Ese SUJETO...
Bajo del risco en un salto...si un salto, y en su aterrizaje aplasto a una de esas cosas, aún podía recordar con claridad las asquerosas entrañas de esa cosa esparramadas en el suelo al momento del impacto...lo peor vino después.
Uno por uno, no tuvieron escapatoria, ese sujeto los asesino sin tener que correr tras ellos, esos listones en su espalda hicieron todo el trabajo rebanando y destrozando a cada una de esas cosas, recordaba sus gritos de furia y agonía...y miedo, ese sujeto...al momento de mirarlos, al momento de fijarse en ellos...su mirada le dio...
Miedo...
Pero...ese miedo se fue al instante, en el preciso momento en que se acerco y, con solo un chasquido cada una de sus heridas habían sanado y no solo él, también Yosafire, habían recuperado totalmente su fuerza, no había agotamiento...
Ni dolor...
Ivlis no lo entendía, no entendía porque...pero de alguna manera, al sentir esas cuencas sobre su persona, sintió seguridad y estaba seguro que Yosafire también...
El sujeto no tuvo que pedirlo, pues ya ambos demonio le siguieron a donde, se supone era una zona segura, bueno eso supusieron al ver el refugio.
Una cueva, bastante grande, fresca, todo el suelo estaba lleno de ¿pasto? ¿flores? Y... ¿un riachuelo? También había una mesa y unas sillas; una duda surgió en la mente de Ivlis ¿Por qué esa cueva tenía vida y el resto de la tierra estaba seca y sin vida? El Diablo de las llamas no dudaría en averiguarlo pero antes tuvo que lidiar con el estomago vacío de Yosafire, y claro, con el suyo también.
Ni si quiera sabían si entendía algo de lo que ambos hablaban, no mostraba ni un signo que les ayudase a entender lo que piensa, su rostro era inexpresivo, ni un gesto, ni una palabra ¿Acaso era sordo? ¿mudo? ¡Ah! Pero todos esos pensamientos se fueron al drenaje en el momento en que puso uno de sus enormes dedos en la frente de Yosafire del cual un pequeño resplandor multicolor se hizo notar, ella obviamente pego un grito, Ivlis se puso a la defensiva pero no tardo mucho en notar algo peculiar en la otra enorme mano del sujeto, poco a poco se iba formando una protuberancia en su otra mano, iba creciendo poco a poco hasta tomar forma de... ¿Una bandeja con un gran pie de manzana?
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Yosafire volvió a gritar, está vez de felicidad y obviamente comenzó a babear mientras que su estomago rugía con fiereza; no fue lo único que ese sujeto hizo aparecer de sus manos, platos, cubiertos, tazas y... ¿una tetera llena té? Y para colmo estaba tibio; cada uno salieron de su mano sin despegar su dedo de la frente de Yosafire, más y más dudas aparecían en su cabeza pero...por ahora comería...y MUCHO.
-Esto es tan ¡DELICIOSO! –Exclamo Yosafire tras tragar una gran cucharada de ese magnífico postre de manzanas-
Detestaba escucharla gritar, pero tenía que admitirlo, el pie estaba demasiado delicioso, pudo notar que el sujeto no decía nada, solo observaba mientras bebía una taza de té pero de lo que Ivlis si se dio cuenta eran de algunos detalles diferentes, su cabello antes blanco y brilloso ahora era gris y sus cuencas, antes eran rojas y brillantes, ahora eran blancas aunque continuaban brillando, tenía una cola bastante larga, más larga que la suya; sus alas eran peculiares, como las alas de un murciélago pero con cierto plumaje como el de un ave y, acompañado de esos listones que, parecían tener vida propia y claro, como no notar esos cuernos puntiagudos.
-Hmmmm...ñommm...hmm...y~ ¿Usted quién es, Señor Diablo? -Pregunto la demonio con los cachetes embarrados del postre-
-...- El sujeto solo ladeo la cabeza, sabía que algo le había preguntado Yosafire-
-¿Uhm? –Yosafire seguía observándolo a la espera de una respuesta, la cual no llego- ohm...
-Hmmmm Yosafire, quizás... sea mudo –Hablo por primera vez el Diablo de las llamas desde que se habían sentado a comer el platillo-
-¿Eh? ¿Mudo? Bueno, eso explicaría porque no habla...o ¿quizás solo sea muy tímido? –Replico la demonio de lentes rojos mientras rascaba su frente-
-¿En serio crees que un Diablo que elimina a todas esas cosas a sangre fría podría ser tímido? –Respondió el Diablo mientras sobaba su cien, esa chica le sacaba de sus casillas-
-¡Quién sabe! –Exclamo la chica ya sin saber que más responder- ¡Ey! ¡Existen todo tipo de seres y uno que mata monstruos asquerosos puede tener un lado bastante tímido!
-...- El sujeto seguía sin responder, ah, Ivlis no sabía cómo lidiar con seres como él; sin que alguno de los dos se diera cuenta, el Diablo desconocido escribía en una libreta, pequeña y de caratula negra, anotaba algo con una ¿pluma? ¿Quizás de sus propias alas?
-"Soy el encargado de este mundo..." –"Que linda letra" eso fue lo primero en lo que pensó la chica de lentes tras leer la nota-
-¿El encargado? Entonces... ¿no hay más? –Pregunto Ivlis con más dudas cruzando por su mente; bebió un largo trago de su té- ¿No hay un Dios aquí?
-...- La mirada del sujeto se oscureció, uh, Ivlis conocía esa mirada, lo sabe, esa mirada...- ...
-Está muerto, ¿no es así? –Un ligero asentimiento por parte del contrario le dio la razón- Bueno, Yosafire, al parecer solo está é- ¡Agh!
-¡¿Pero eres cabeza hueca o qué?! –Yosafire, quien escucho las insensibles preguntas de Ivlis se enfureció, ¿Puede ser más insensible su, desgraciadamente, compañero de aventura?- ¡¿No te das cuenta de lo que acabas de hacer?!
-¡¿Pero qué mosca te pico, miserable...mocosa? -Ahora se daba cuenta, el otro Diablo no había levantado la mirada, en realidad, se notaba decaído, demasiado, tanto como para dejar reposar sus alas en el suelo como si fueran simples trapos, de alguna manera, Ivlis se sintió culpable o al menos, solo un poquito-...
-Idiota –Susurro mientras acomodaba sus lentes; respiro hondo y fijo su mirada en su salvador con una gran sonrisa en la cara- Ey~ no le prestes atención a este zopenco, es tan cabeza hueca que ni si quiera sabe lo que significa tener "tacto"
-Lo dice la que lastimo no solo físicamente, también sentimentalmente a Emelf, el pobre sigue sin superarlo –Murmuro el Diablo de las llamas, recibiendo otro zape por parte de la chica- ¡Agh!
-¡Como decía...! –Fulmino a su compañero antes de volver a fijarse en su salvador- ¡Ejem! ¡Ánimo! No dejes que este infeliz te desanime, siempre se comporta como un imbécil.
-Sigo aquí...-Susurro Ivlis mientras fulminaba a la chica, golpeaba duro, eso no podía negarlo-
-¿Y crees que me interesa? –Respondió Yosafire con enojo contenido correspondiendo la mirada fulminante del Diablo sacando su lengua en señal de burla-
-...-Una ligera sonrisa se formo en los labios del Diablo de cuencas blancas, quizás, no serían mala compañía-
