-¿Seguro que podrás quedarte solo?.-Cuestionó nuevamente el pelinegro apoyado en el marco de la puerta del rubio, viéndolo ahí acostado. Habían pasado ya varios días desde que BangChan había vuelto a Corea, el pequeño ChangBin aún temía el tener que dejarle solo. Pero justamente ese día tenía un urgente tema familiar que atender.
-Binnie, no te preocupes por mí, estaré bien.-El rubio se levantó de su cama para acercarse y acariciar el cabello del más bajo.-Apresurate, tienen que estar esperándote.
-Ya sé pero...-El menor miró los ojos del rubio dejando ver su preocupación.
-Aquí te estaré esperando ¿si?.-El mayor besó la frente del pelinegro para darle calma.-Ve con cuidado.
-Llamame si ocurre algo.-El menor, algo ruborizado, se dirigió a la puerta.
-Te recuerdo que soy mayor, puedo cuidarme solo.-Rió el rubio viendolo.
-Aún así eres como un bebé, Channie.-Habló el menor soltando una risita antes de irse del departamento.
El rubio volvió a su cama y durmió un par de horas más, al despertar hambriento se dirigió a la cocina para revisar si el castaño le había dejado algo hecho. Y lo encontró, el pequeño había comprado algo de comida para que Chan no tuviera que cocinar, aunque el rubio le insistiera en que él podría cocinar para ambos ChangBin se negaba y seguía atendiéndolo.
Y así pasó el día, BangChan no hizo nada más que hablar con Jisung y unos amigos de australia, comer y ver anime.
Qué por cierto, a pesar de que el mayor hablara con el pelinaranja para ChangBin todavía era algo incómodo aquello así que no mantenía contacto con él.Así llegó la noche, BangChan se recostó en su cama esperando a que el pelinegro llegase pues le tenía algo preocupado, cuando no dió más se quedó completamente dormido para luego, por la la madrugada, despertar al sentir unas pequeñas manos rodearle acompañado de unos sollozos en su espalda.
-¿Binnie?.-El mayor se dió la vuelta para ver al menor apegado a él.Que pasó, pequeño? ¿Por qué lloras?.-Se colocó frente a su cara acariciando sus mejillas.
-Estoy... muy preocupado...-Dijo entre sollozos, las lágrimas no le dejaban ver el rostro preocupado que tenía BangChan.-No quiero... qué se vaya...
El mayor se sentó y dejó al pequeño en su regazo acurrucado contra su pecho, mientras acariciaba su cabello el pelinegro lloraba en su cuello.
-T-Tengo mucho miedo...-A penas y podía pronunciar bien las frases debido al llanto.-No quiero estar solo de nuevo...
-Cariño, nunca volverás a estarlo.-Susurró con seguridad el rubio.-Tu madre estará bien... sólo confía, Binnie, confía en que mejorará.
-Pero... y si no?.-El menor se sentía angustiado, preocupado y saturado por todo lo que ocurría, la enfermedad de su madre era lo que más le inquietaba.
-Estaré aquí para ti, Binnie.-El mayor levantó el rostro de ChangBin y besó sus mejillas para posteriormente limpiar cada lágrima que salía de lo pequeños ojos del contrario.
Con un leve temblor en su voz el menor colocó sus también temblorosas manos en las mejillas del contrario.-Prometemelo Channie, que no te irás de nuevo.
-Te lo juro.-Se acercó para sellar su juramento con un beso suave que sorprendió levemente al menor, mas no fue rechazado.
El inquieto corazón del pequeño ChangBin se fue calmando conforme el beso avanzaba, era un beso lento y suave lleno de cariño, justo lo que él necesitaba.-Me hubiera bastado con juntar los meñiques...-Susurró el pequeño al separar sus labios de los del rubio con una leve sonrisa.
-No habría conseguido el mismo efecto.-Rió bajo el mayor.-Te hice sonreír.
El pelinegro se sonrojó.-Hiciste más que eso.
El rubio volvió a juntar sus labios, mas esta vez por un corto tiempo y se recostó con el pequeño aún en brazos.-Dejame atenderte a ti estos días.
-No es necesario Channie.-Susurró el menor acomodándose en los brazos del rubio, eran tan cálidos para él.
-Lo haré de todas formas.-Besó su cabeza.-Duerme pequeño.
-¿Estarás aquí cuando despierte?.-El pelinegro cerró sus ojos con lentitud temiendo que al hacerlo despertara y todo esto fuera un sueño.
-Cada mañana, tarde o noche... aquí estaré.-Lo apegó a si y esperó a que el pequeño cayera dormido para poder cerrar sus ojos.
Y así fue, BangChan no dejó en ningún momento que el pequeño se sintiera solo. Lo acompañó esos días dónde más le necesitaba, inclusive cuando su madre se internó en un hospital ahí estuvo con él, aprovechando esto la mujer le agradeció al rubio por aquello mientras el pequeño charlaba con su hermana.
-Chan, eres una gran persona.-Comentó la mujer.-Gracias por acompañar a mi Bin en estos momentos, no sé si mi pequeño podría afrontar todo esto solo...
-No es nada señora.-Respondió algo avergonzado el australiano mientras miraba al pelinegro a lo lejos.
-¿Puedo pedirte un favor?.-Dijo la mayor llamando la atención del rubio, quién ahora le dirigía su mirada a ella.-Si yo no supero esto cuida de ChangBin, por favor.
-Lo haré.-El rubio, algo conmovido, no dudó ni un segundo y así la madre del menor supo que su pequeño estaba en buenas manos.-Pero estoy seguro que usted mejorará.
-Eso espero...-Susurró la mujer mientras veía a sus hijos acercarse.
-¿De que hablaban?-Preguntó la joven, hermana mayor de ChangBin.
-De cuanto amo a tu hermano.-El comentario del rubio hizo que ChangBin enrojeciera completamente y mirara nervioso a su madre. La mujer sólo le dedicó una risa mirando a su hijo.
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Vengo a decir por aquí también que tengo un fic Hyunin y me encantaría que le dieran una oportunidad:(
y también para los que no sepan tengo otro que es chanchang,,
esop.
❣️
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sᴇᴀᴍᴏs ʟᴏs ᴅᴇ ᴀɴᴛᴇs | 3ʀᴀᴄʜᴀ.
Fanfiction-Ya no somos esos adolescentes que te despidieron ese día en el aeropuerto, Chan.-Habló ChangBin. -Podemos volver a serlo.-Sonrió decidido el mayor. Y así el pelinegro no pudo negarse a la loca idea de su amigo de reunirse con Jisung y volver a ser...