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El rubio se encontraba mirando el techo con aburrimiento y flojera, nuevamente ChangBin había salido con el pequeño Jisung.

Habían pasado tan buena tarde ese día que decidieron salir un par de veces más sin él, y obviamente eso le alegraba a Chan pero en el fondo estaba muy aburrido mientras esperaba a que el pelinegro volviera a casa.

Estaba por colocar un capítulo de One Piece en la computadora cuando recibió una llamada, al ver el nombre no tardó en responder.

–¡Noona!.–Se le escuchó alegre.–¿Necesita algo?.

–Chris, hola.–Se escuchó una voz suave al otro lado del teléfono.–Bueno, es que estoy aquí en el centro, iba a salir con Nayeon pero me canceló a último momento.

–Ohhh, que mal.–El rubio no tardó en entender el propósito de la llamada.–¿Quiere que vaya a acompañarla?

–Sip, se acerca su cumpleaños así que quería llevarla a comprar pero bueno, tal vez tú puedas ayudarme.

–No hay problema, mándeme su dirección y estaré ahí lo más pronto posible.–Dijo poco antes de cortar, se alistó un poco y salió camino al centro en busca de su amiga, Jeongyeon. Él conoció a la joven por internet, poco antes del inicio de su carrera como cantante y la formación de su grupo.

Estando ya en el centro no tardó en encontrar a la pelinegra.–¡Noona!

Llamó la atención y la de cabellos cortos, que ocultaba su identidad con unos lentes y un gorro se acercó a él.–Lamento haberte llamado de la nada.

El menor ahí negó.–No se preocupe, de todas formas no estaba haciendo nada.–Le sonrió sincero y partieron a las tiendas, luego de un par de horas comprando distintas cosas se dirigieron a un pequeño restaurante para comer y descansar, ya que la chica se encontraba agotada.

–Pide lo que quieras, yo pagaré.–Habló Jeongyeon mientras miraban la carta, no tardó en notar como los ojitos de Chan brillaban levemente viendo el menú.

–¿Segura?.–El rubio no podía evitar sonreír si se trataba de comida gratis, en cuanto la pelinegra asintió hundió su cara en el menú nuevamente.

Y como si de un drama se tratara sus pequeños amigos aparecieron en el mismo lugar, claro que Chan no notó su presencia pues estaba inmerso en su elección de comida. El pelinaranja y el pelinegro se sentaron en una mesa algo alejada de ellos, pues notaron su presencia al momento de entrar y claro, ambos estaban confusos.

En cuanto los mayores terminaron de pedir se quedaron conversando sobre distintas cosas, poniéndose al día pues el australiano no había tenido mucho tiempo para salir con ella, o el grupo de nueve chicas.

ChangBin sentía cómo algo le comía por dentro, haciéndole sentir irritado por ver a su preciado Channie riendo con una mujer, que a demás de hermosa es famosa. Y por otro lado Jisung estaba muy sorprendido, su mejor amigo caería desmayado de tener a la joven en frente. Si bien el pelinaranja tenía claro que el rubio era en extremo sociable jamás se imaginó verlo con una cantante.

En cuanto les fueron a entregar su comida Chan pudo notar la presencia del dúo, les saludó a lo lejos con una sonrisa mas no obtuvo respuesta por parte del pelinegro, y eso le dejo confuso.
No quiso dejar sola a su mayor así que no pudo acercarse a hablarles, terminó de comer sintiendo la mirada del pequeño ChangBin sobre él, se despidió de ellos, también a lo lejos, en cuanto Jeongyeon pagó la cuenta y tuvieron que irse.

Chan la fue a dejar a su departamento pues estaba oscureciendo y él no iba a permitir que le pasara nada, pasó un rato para saludar al resto de chicas con las que la pelinegra compartía departamento hasta que oscureció por completo y partió al departamento donde estaba viviendo. Al llegar ahí lo encontró vacío, cosa que le sorprendió pues el pelinegro no se quedaba tan tarde junto a Jisung, le envió un mensaje más este no le respondió.

Y ahí comenzó a preocuparse.

Esperó un largo rato hasta que escuchó el cerrojo de la puerta abrirse, y como si de un perro se tratara partió a ver si su pequeño había llegado. Y efectivamente ChangBin entró al departamento, no tenía buena cara, Chan se dió cuenta que algo le pasaba en cuanto este en vez de saludarle cariñosamente pasó de él yendo directo a su habitación.
El rubio no iba a dejarlo así, por lo cuál le siguió e intentó conversar.

–Binnie...–No hubo respuesta.–Binnie, ¿Qué ocurre?.–Silencio, el menor le estaba ignorando mientras se quitaba su ropa para acostarse.–No me ignores.–El mayor estaba tentado a hacer pucheros mas no quería enfadarle más.

El pelinegro se colocó una polera grande y estaba dispuesto a meterse a su cama hasta que sintió como el rubio tomó su brazo y tiró de él para que le mirara.

–¿Qué hice mal ahora?.–Cuestionó el más alto, su semblante había cambiado a uno serio, lo cuál hizo que el menor sintiera ganas de llorar.

Y al final habló.–Estoy celoso.–Admitió con una sorprendente sinceridad.

El mayor se descolocó levemente.–¿Celoso?.

ChangBin asintió mirando fijamente sus ojos.–Estabas muy feliz con esa chica, y cuando llegué al departamento con Sunggie no estabas.–El pelinegro estaba hablando tan rápido que cualquiera se confundiría, mas Chan lograba entender todo.–Tuve que ir a dejarlo a su departamento y volver solo.

Inconscientemente el pequeño formó un puchero, sus mejillas tomaron un suave tono rojizo mientras sus ojos se cristalizaban, pasó de estar molesto a sentirse triste.

Chan quería besarlo y secar las lágrimas que amenazaban con salir, más se limitó a abrazarlo con fuerza aunque este no le correspondiera.–Sabes que te amo ¿no?

El pequeño asintió.

–Jeongyeon es sólo una amiga, necesitaba compañía y fuí porque estaba muy aburrido.–Habló con suavidad y lentitud.–Porque cuando no estás me aburro, últimamente sales mucho con Hannie y eso me hace feliz pero... no puedo estar mucho tiempo solo, ¿Entiendes?

–Lo siento...–El menor abrazó por la cintura al australiano disculpandose en voz baja.

–No tienes que disculparte, me gusta que te estés llevando bien con Jisung.–Chan besó su frente con cariño.

El pelinegro le hizo caso omiso y siguió disculpándose mientras pequeñas lágrimas caían por sus mejillas y mojaban el pecho del rubio.

Chan se separó un poco y levantó su rostro, con suavidad secó sus lágrimas y depositó un pequeño beso en cada uno de sus ojos.–Me vas a hacer llorar a mí.–Reclamó haciendo reír al más bajo, quién luego le besó con cariño.

–No te volveré a dejar solo aquí, Channie.–Susurró el pelinegro.

–No tienes porqué evitar salir por mí.–Se separaron un poco para mirarse.

El pelinegro negó.–Quiero salir contigo y Sunggie, los tres juntos como antes.

La sonrisa del mayor volvió a aparecer, esta vez mucho más amplia y comenzó a repartir besos en el rostro del pequeño.

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sᴇᴀᴍᴏs ʟᴏs ᴅᴇ ᴀɴᴛᴇs | 3ʀᴀᴄʜᴀ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora