Canción de intro:
Había un rey llamado Morando, cuyos súbditos lo vitoreaban.
Hasta que perdió su corona, y a su gente encarcelaron.
El malvado Draven fue el culpable, y Morando y los Zerones tuvieron que huir.
Zadra con Izita se fue, y Loth se sacrificó por su rey.
Ahora Morando, perdido está.
La nave de la Hermandad de los Zerones avanzaba lentamente por el espacio profundo. En el puente, la Zerón Omega comprobaba el rumbo a seguir, mientras su hermano el Zerón Beta se aseguraba de que no había enemigos en el radar de la nave, por su parte el Zerón Alpha comprobaba que todo estaba saliendo bien cuando oyó el gruñido de Morando. Alpha se levantó y fue caminando hacía Morando quien tenía la cabeza hundida entre las manos, se encontraba sentado en una mesa de partidas de ajedrez intergaláctico.
- Ahhh. - se lamentaba. Y golpeó la mesa con la mano izquierda, mientras se tapaba la cara con la otra.
- Rey Morando. - intentó entablar conversación Alpha, pero Morando seguía lamentándose. - General. - Morando se volvió a lamentar mientras levantaba la cabeza y golpeaba la mesa con los dos puños, y bajando la cabeza mientras golpeaba. - Morando. - éste volvió a quejarse levantando la cabeza. Zerón Alpha aprovechó para ponerle la mano derecha en la boca, y amenazarle con la otra, con la cual había formado un puño. - Rey Morando, te digo esto como tu cazarrecompensas, sirviente, amigo, y como alguien que te ha admirado durante años. - y soltándole la mandíbula se encaró con el. - Espabila jefe. Ya es más que suficiente el número de berridos qué has pegado - Zeron Alpha se dio la vuelta, y se dirigió hacía su asiento.
- ¿Qué espabile Alpha? - le dijo Morando. - ¿Esa es tu respuesta? ¿Qué espabile? - y levantándose exigió. - Mírame. - Zeron Alpha se dio la vuelta.
- Sigue siendo igual que siempre. - y levantando la mano en su dirección siguió hablando. - Una armadura de batalla, una capa azul, cuatro ojos, cuernos. Sigue siendo un líder, sigue siendo general, sigue siendo rey ...
- ¡¿Rey?! - exclamó Morando. Zerón Omega se dio la vuelta para mirar lo que pasaba, mientras que Beta seguía fiel en su misión. - No soy rey de nada, - movió la mano izquierda, y desvió la vista hacía el mismo lugar. - no soy general, - movió la mano derecha, e hizo lo mismo con la mirada. - no soy un protector. - levantó ambos brazos sobre la cabeza y los cruzó sobre los ojos. - ¡No soy nada! - gritó bajando los brazos de golpe. Luego se sentó de nuevo en la mesa. - No soy más que un fracasado, un paria, un primo. Sin corona, sin realeza, sin pueblo. Y para colmo. Todo lo que he perdido ha sido por mi propia culpa.
- Eso es cierto, hay que reconocerlo. - susurró Zerón Omega.
- Omega, cállate que no ayudas. - le ordenó Alpha señalando a su hermana con el dedo índice de la mano izquierda.
- Pero es cierto. - dijo Morando. - Yo dejé entrar a Draven y a sus ejércitos robots (que no daban mucha guerra, pero hay qué ver cuantos eran) en Akiridion-5. Años diciendo que yo iba a proteger mi mundo y a la hora de la verdad apenas pude plantar cara. Mis Omens derrotados por las flechas de Draven. Los soldados superados en número, y el trono ocupado por Draven. Ah, es todo culpa mía.
- Pues sí, es la verdad. - apoyó Zerón Omega.
- Omega. - gruñó Alpha. Luego se volvió para mirar a Morando. - No es todo culpa tuya, Draven te engañó para que le dejaras entrar.
- Aun así, yo tenía que haberle detenido. Ya no soy digno de ser llamado rey, ni general. Ahora solo soy Morando.
- Vamos no te pongas así, destruiremos a Draven. - le intentó animar Alpha.
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Larga vida al general Morando exiliado.
Научная фантастикаBasada en la serie de Larga vida al rey Julien exiliado. En esta versión el general Morando es el legítimo, y último sucesor de la dinastía Tarron en Akiridion (Aja, y Krel viven en la Tierra), y pierde su reino a manos de Lord Draven, quién desea u...