Larga vida al general Morando exiliado.

Capítulo 4: la función de Loth Saborian.

A Rompedor Morando sobrevivió, gracias a un gran valor.

Que fue encontrado por Halcón, y a escapar les ayudó.

Loth un aliada en Davaros encontró, tras una larga noche de tensión.

Zadra respuestas buscó en Kriksas, y este acertijo les puso por aquí y por allá.

Porque eso es lo suyo, y es lo qué hay.

El aparente consejo del recién formado grupo de resistencia de Morando se había congregado entorno al puente de mando de la nave nodriza. Dicho consejo estaba formado por Morando, Aja, Krell, Varvatos Vex, Madre y el Zeron Alpha.

- Debemos regresar a Akridion-5 y presentar gloriosa batalla. – dijo Vex levantando el puño izquierdo con rabia.

- Eso es ilógico a la par que estúpido. – le contradijo Madre, Varvatos la miro sin cara de haber comprendido lo que decía.

- Que es un suicidio básicamente. – le aclaró Krell.

- Madre tiene razón. Somos muy pocos, ¿cómo vamos a enfrentarnos al ejército de Draven?

- Reclutando nuestro propio ejército. – respondió Morando, todos le miraron con cara de sorpresa.

- ¿De dónde vamos a sacar un ejército? – quiso saber el Zeron Alpha.

- De los ciudadanos subterráneos. – contestó Morando. – No dijeron que nos estaban agradecidos, pues que lo demuestren.

- ¡Eh, perdón, no es pro molestar! – les llamó Stuart desde la puerta del puente de mando. - ¡Pero a esas cosas si les da la luz solar se convierten en piedra! Lo que va ha hacer un tanto difícil llevarlos a Akridión-5.

Sus amigos le miraron un poco enfadaos.

– Yo, ya me voy. – dijo antes de desaparecer.

- Va, no le hagamos caso. Podemos llevárnoslos en esta nave rumbo a casa y usarlos contra Draven. – objetó Krell.

- No soy experta en números hermanito. Pero no creo que quepan aquí todos ellos. – le contradijo su hermana.

- Cierto sobrina, además sus armas antiguas no podrán hacer frente a los cañones láseres de Draven.

- No podemos quedarnos aquí sin hacer nada. – se quejó Vex, y activó su serrator lleno de furia. – Tenemos que ... -

No llega a terminar porque Madre le lanzó su puño cohete y le retorció el brazo que sostenía su arma para que se calmara.

- Comandante modere su tensión. Así de agitado no se pude formular ningún plan de liberación. – le comento el robot omen.

- Suficiente. – les interrumpió Morando. 

>> – Ya tenemos bastantes problemas contra el ejército opresor de Akiridión como para pelearnos entre nosotros.

Madre soltó el brazo de Varvatos.

- Una pregunta tonta que se me acaba de ocurrir. – habló de pronto el zeron Alpha, el cual estaba apoyado contra la pared. – ¿Habéis pensado en pedirle ayuda al Gremio de Cazadores?

El grupo se miró entre ellos mismos sin saber que contestar.

- No lo habéis hecho ¿verdad?

-Créeme Alpha, si supiera como contratar a más miembros del Gremio de cazadores lo haría encantado. – le contestó Morando. – Pero es que en este lado de la galaxía no hay.