"Alegría incomprendida"
Lo que me despertó al día siguiente fue el tremendamente puntual aparato de reloj digital que osaba interrumpir mi sueño a las nueve un domingo. Había olvidado quitarle la alarma.
Sin embargo, una parte de mi cerebro estaba consciente del día de la semana e hizo que apagara tal sonido y volviera a dormir un rato más. Necesitaba unas horas más de sueño, mi cuerpo lo pedía a gritos y me aferré con las uñas a la preciosa ilusión que compartía con ____.
—¿Taehyung? —me llamó una voz de mujer desde lejos.
—¿________? —pregunté medio dormido aún. La mujer rió.
—No, hijo. Soy yo—pronunció entre risas—, parece que alguien está muy desorientado —dijo mamá y recién entonces reconocí su voz—. El almuerzo está listo, ¿vienes?
Fue entonces cuando caí en cuenta de que debía despertar, serían más o menos mediodía y recordé vagamente que la noche anterior había sido la fiesta de cumpleaños de Jungkook... me parecía tan lejano.
—Claro, má —acepté desperezándome y escuchando el rugir de mis tripas y recuperando la consciencia de a poco—. ¿Y ____?
Mamá tardó en responder, lo que yo tardé en recordar si es que se suponía que mamá sabía que ella había pasado la noche en mi cuarto —situación que, analizándola desde un aspecto estrictamente objetivo, hacía que se me erizara la piel al pensar la frase 'había pasado la noche en mi cuarto'—, y si se suponía que yo debía saber que ya se había ido —mamá no estaría hablando tan campante de haber un colchón a un lado de mi cama—.
Una gran parte de mí deseaba que mi amiga entrara en ese momento por la puerta, me diera los buenos días con un beso en la mejilla y se quedara a almorzar con nosotros, pedía sólo unos minutos más de su compañía aunque sólo me recordara lo imposible que era para mí.
—La llevé a su casa hace un rato —me contó y detecté una sonrisa en su voz, no supe porqué sonreía—, te dejó saludos y me dijo que volverá ni bien se haga de tiempo, mencionó que el doctor aún no volvió, que estaba muy ocupada y no recuerdo qué más... —reflexionó mamá.
—Ah —dije mientras me ponía de pie e iba al baño.Esa tarde, recibí la visita de los chicos, con Jungkook incluido quien, por como lo escuché tenía la peor resaca de su vida, pero aún así quería saber qué había pasado entre Suni y yo, al parecer alguien más nos había visto unidos por las bocas.
Repetí la historia que le había contado a ____, con menos entusiasmo porque ellos entendieran las razones de mis actos. No quise pensar dónde erradicaba la diferencia entre mis amigos y ________.
—¿De verdad no volvieron? —preguntó Jin, escéptico—, digo, se veía muy convincente.
—No, Jin, no volvimos y ni siquiera pienso que ella tuviera esa intensión conmigo...
—¿Y tú? —repreguntó mi otro curioso amigo, Yoongi. Jungkook se mantenía condenadamente silencioso.
—¿Yo, qué? —musité para hacer tiempo.
—No volvería con ella ni por todo el oro del mundo —aseguró Jungkook fervientemente robándome las palabras y con un tono que escucharía del profesor de psicología más antiguo y conocedor de la mente humana, y eso... me inquietó.
—¿Cómo estás tan seguro, Jungkook? Suni es bonita —Jin sostenía su teoría y hablaba de la belleza de Suni como si eso lo justificara todo.
—¿Tú volverías con alguien que te dejó solo cuando más la necesitabas? —preguntó Jungkook una vez más, como si supiera la respuesta de antemano.
—No, pero... tú sabes...
—No, no lo sé.
La discusión había sido monopolizada por ellos dos, incluso lograba imaginar a Yoongi de brazos cruzados, con la cabeza tirada hacia atrás y con expresión aburrida.
—No volvería con Suni ni por todo el oro del mundo —aseguré por si quedaba alguna duda y para que Jungkook y Jin dejaran de actuar como si yo no estuviera allí.El primero era el misterioso del grupo, el más perceptivo de los cuatro. Mantenía ese tono de saber algo que el resto no, y no estaba seguro de querer saber qué había descubierto esta vez.
No cuando sonaba como mamá cuando esperaba que le confesara que había sido yo quien había roto su jarrón de quien sabe qué dinastía y que no había caído por accidente.Y ese tono captó mi atención el noventa por ciento de la tarde, tratando de descifrar qué estaba pasando por la mente de mi mejor amigo.
No pude sacar nada en claro cuando los tres decidieron irse. Yoongi estaba en plena etapa de convencimiento post rompimiento con Sook, Jin quería lavar a 'su bebé', es decir, su nuevo auto y Jungkook seguía con dolor de cabeza por lo que volvió a casa a dormir.Y yo me quedé a hacerle compañía y conversación a mamá, quien ordenaba facturas sobre la mesa de la cocina. Me la imaginaba con sus lentes de medialuna, con el ceño fruncido y los papeles llenos de números desparramados por la madera de la mesa. Le preparé café —me resultaba sencillo saber en qué punto el preparado estaba listo con sólo apreciar el olor que desprendía, increíble si lo pensaba como alguien que pudiera ver— y saqué unas galletas que ella me había traído la tarde anterior para que su tarea se hiciera un poco más amena. Hacer cuentas nunca había figurado entre sus actividades favoritas de una tarde de domingo.
La semana se fue con un suspiro mío, aburrido intentando no recordar gran parte de la mentada fiesta que tanto mal me hacía. Lastimosamente, era el único evento significativo en mi vida desde que había conocido a ________, y no precisamente el más agradable.
Preferí recordar justamente a mi amiga del suave aroma a jazmines, bailando pegada a mi cuerpo, abrazándome, ____ durmiendo en el suelo de mi habitación y las ganas de ofrecerle un lugar en mi cama o de preguntar si su intento de lecho no era demasiado grande para ella sola... y pensando en ________ dormida, rodeándola con los brazos, sintiendo su respiración golpear mi pecho, con su cabello contrastando el blanco de la almohada...De repente, escuché que el timbre sonaba, una y otra vez, como si del otro lado hubiera un prófugo de la justicia en busca de acilo. Y últimamente, no me parecía una situación muy descabellada.
Caminé sigilosamente mientras los sonidos del timbre sonaban acelerados.
—¿Quién es? —pregunté con la boca a medio centímetro de la puerta.
—¡Taehyung, soy yo! —gritó una voz femenina, suave y dulce.
Sonreí. Parecía como si la estuviera llamando con el pensamiento. Tal vez, desear algo con todas mis fuerzas no era completamente inútil...
Abrí la puerta y de inmediato sentí que su figura chocaba con mi cuerpo y me rodeaba con los brazos a la altura de la cintura, apretándome aún más contra ella.
—____... ¿qué pasa? —pregunté alarmado.
—¡Ay, Tae! —gimió ella con la voz aguda. La sentí saltar entre mis brazos.
¿Qué rayos...?
____ tiró de mi mano con esa fuerza tan suya haciéndome entrar en casa hasta el living donde nos sentamos.
Mi corazón latía desesperado ante la perspectiva, no entendía nada y nunca, ni siquiera cuando podía ver hacía ya tantos meses me había gustado el misterio.
—________, por favor, ¿qué pasa? —pregunté tomando sus manos temblorosas entre las mías.
—¡Ay, Tae! —repitió —. ¡No puedo creerlo! —se atragantó por decir.
Se cruzaron miles de opciones por mi cabeza, desde Jimin y Jin hasta su familia y Suni, uno más improbable que el otro.
—¿Estás bien? ¿Quieres un vaso de agua? Pareces alterada...
—Estoy bien, Taehyung. ¡Estoy feliz! —gritó y me abrazó de repente.
Al menos no podía significar nada malo y, aunque no entendía nada, nunca dejaría de responder a un abrazo suyo. Coloqué mis manos que temblaban estúpidamente en su cintura sintiéndola delgada tela que la cubría.
—¿Me vas a contar qué te tiene tan feliz? ¿Te ascendieron? Eso sería genial... —adiviné.
—No, Taehyung—dijo ella tomándome de las manos y colocándolas a cada lado de su rostro, me concentré en leer sus expresiones.
La piel de sus mejillas estaba estirada por lo que supe que sonreía ampliamente. Un buen indicio.
—¡Tiene que ver contigo! —exclamó con la voz todavía más aguda.
—¿Conmigo? —pregunté entendiendo cada vez menos.
¿En qué podía influir yo la felicidad de ____? Como si pudiera influir en cualquier cosa suya.
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-Ade 💖

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"Luz de Media Noche" ~KTH [ADAPTACIÓN]
RomancePrólogo... La vida es dura, te quita todo hasta que la escuchas reír maquiavélicamente en tu cabeza, disfrutando de tu dolor. La vida es injusta, difícil, cruel y vacía... lo es cuando una oscuridad te cubre de pies a cabeza expandiéndose a todo cu...