El enfado de Severus aumentaba mientras los minutos transcurrían. Ya era la cuarta vez que consultaba su reloj de bolsillo y tras examinar el lento avanzar de las manecillas volvía a guardarlo frustrado. Si algo odiaba ese hombre era la impuntualidad y Hermione estaba poniendo a prueba su paciencia con su tardanza. Caminó por la estancia examinando la austera decoración del lugar, tratando de distraer su pensamiento mientras esperaba la llegada de su alumna. Aunque su despacho seguía siendo el de profesor de pociones esa tarde utilizaría la oficina en desuso de "DCAO". Tras lo acontecido la tarde anterior ese entorno parecía mucho más seguro para ambos y también para sus queridas pociones. El pensar en lo sucedido en la anterior clase de Oclumancia con la señorita Granger le intranquilizaba, y no solamente por todo lo que había descubierto de ella, sino también por el poder tan extraordinario que había mostrado ante él. ¿Cómo había estado tan ciego? ¿Desde cuándo esa niña tenía tan notables aptitudes?
Metió la mano en el bolsillo interior de su levita y sacó el pañuelo manchado de sangre. El pequeño trozo de tela había perdido su blancura y se notaba acartonado. Sería tan fácil limpiarlo y devolvérselo a su legítima dueña pero... era incapaz de desprenderse de él. Sostenerlo le hacía recordar el mimo con el que la joven había intentado curarlo tras su ataque. Hacía tanto tiempo que nadie había logrado herirlo de esa manera que cuando sintió el dolor palpitante en su laceración le pareció despertar de un largo letargo. Había vivido tantos años anclado en la culpa y la pena que había olvidado cualquier otro sentimiento, como si se tratase de un muerto en vida. Un suspiro de cansancio se escapó de sus labios al comprender que hubiese sido mejor para él que jamás hubiese despertado.
En ese momento unos tímidos golpes sonaron en la puerta.
— ¿Profesor? — Preguntó una dubitativa voz al otro lado.
Severus guardó el pañuelo y acto seguido abrió la puerta sin necesidad de verbalizar el hechizo.
— Creí haberle informado esta mañana de la hora acordada para nuestra clase señorita Granger — Respondió al ver a la niña en el umbral de la puerta — Ya sabe cuánto me molesta la impuntualidad.
— Lo siento, profesor. Tuve que reunirme con Charity, quise decir con la señorita Burbage — Se corrigió de inmediato Hermione.
El gesto de desagrado no desapareció del rostro de Severus tras escuchar su pobre disculpa.
— Si no estoy mal informado usted ya no cursa estudios muggles con la señorita Burbage — Rebatió el hombre sin cambiar su expresión.
— Esta en lo cierto, fui en su busca por un asunto no relacionado con los estudios — Reconoció esquivando su mirada.
— ¿Tan importante era ese asunto que no podía esperar? — La mirada de él se endureció — Pase y siéntese de inmediato.
Tras esa orden la muchacha entró en la habitación cerrando con delicadeza la puerta. Caminó hasta la silla que se encontraba delante del escritorio y tomó asiento cuidando el no ejercer ningún contacto visual con el mago.
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Maldita conexión (Sevmione / Snamione)
Fanfiction"Podrás borrar los recuerdos de mi mente pero jamás los sentimientos de mi corazón" Durante el sexto año de Hermione Granger en Hogwarts una serie de acontecimientos la llevan a sentirse cada vez más unida a su profesor Severus Snape, a pesar del od...