"Podrás borrar los recuerdos de mi mente pero jamás los sentimientos de mi corazón"
Durante el sexto año de Hermione Granger en Hogwarts una serie de acontecimientos la llevan a sentirse cada vez más unida a su profesor Severus Snape, a pesar del od...
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Como había predicho Harry a los pocos días la normalidad se impuso de nuevo en Hogwarts. Lo acontecido durante el duelo pasó a ser una simple anécdota para los estudiantes, y aunque cada uno tenía una teoría diferente sobre las habilidades combativas de Hermione la desconfianza inicial se diluyó hasta llegar a ser una sana curiosidad. Muchos concluyeron que la joven Gryffindor había estado practicando en secreto con algún mago más experimentado, a pesar de que la bruja siempre negaba tal hecho ante sus amigos y compañeros.
Durante esos días las visitas a la biblioteca de Hogwarts por parte de Hermione fueron una constante. Cada momento que tenía libre se perdía entre las viejas estanterías de madera en busca de una causa para lo ocurrido, conocedora de que perseguía una posibilidad que bien podía quedarse en nada pero siendo incapaz de detenerse hasta encontrar una respuesta satisfactoria (como acostumbraba a hacer). La biblioteca permanecía en paz durante esa tarde de principios de enero, apenas se encontraban una docena de alumnos repartidos por la amplia estancia cada uno de ellos inmerso en su respectiva lectura. La joven dejó otro libro en su mesa, ya tenía una montaña de ellos en su pequeño espacio de estudio los cuales creaban una muralla que la mantenía alejada de las cada vez más curiosas miradas de sus compañeros.
— ¿Piensas sacar tus narices de los libros en algún momento? — Preguntó una voz masculina a su espalda.
Hermione dio un respingo en la silla de madera debido a la sorpresa. Se giró mientras seguía sentada intentando aparentar normalidad, aunque por dentro esa voz le acababa de robar toda la paz que sentía hasta ese momento.
— Hola Ron — Saludó por fin sin responder a la pregunta de su compañero.
— Últimamente no se te ve el pelo — Dijo el pelirrojo sentándose de manera informal en la silla que estaba a su lado.
— Tengo cosas que hacer — Respondió con seriedad, volviendo a la actitud distante que ambos mantenían desde las navidades.
— Ya veo... — El joven agarró con curiosidad uno de los libros que se encontraba en la mesa y leyó el titulo de la portada en voz alta — "Genealogía Mágica Europea Tomo 3"
Entonces la miró extrañado al descubrir el tema de sus lecturas.
— No me digas que te has leído los tomos anteriores — Dijo dejando de nuevo el pesado volumen donde estaba.
— Sólo los he ojeado, esos son demasiado antiguos. Estoy leyendo los de los siglos XIX y XX — Contestó la chica abrazando el libro en su regazo.
— ¿Que profesor te ha mandado leer esto? Debe ser el trabajo más aburrido del mundo — Dijo Ron negando con la cabeza al imaginar que fuese él quien tuviese que leer esos libros tan viejos y carentes de interés a sus ojos.
— Ninguno, los estoy leyendo a título personal — Declaró Hermione.
El asombro del chico era palpable, de nuevo la miró como si no entendiese nada de lo que ella hacía.
