Puede defenderse sola

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Cap.7

- ¿Quieres ir a comer algo? - propuso cuando estuvieron ya sentados en el auto.

- Claro, con los problemas de la oficina y las migajas que sirven ahí no he quedado satisfecha.

La castaña en el trayecto fijo su mirada en la ventana. Deleitándose con las pequeñas miradas furtivas que su acompañante le dedicaba. El beso si no se equivocaba era el mejor que había dado en años. Los besos de Viktor siempre eran bruscos y castos. Se sonrojo al recordar la suavidad de los labios de Harry.

- ¿A dónde te diriges? - preguntó al ver que el chico se desviaba hacia un barrio algo peligroso.

- Tranquila, hay una cafetería que sirve un delicioso pastel de zanahoria- explicó cómo si fuera lo más obvio posible- sabes que no me gusta que nadie cociné para mí a menos que sea Abu. Pero esa cafetería de a llevado mi corazón.

- Querrás decir tu estómago- corrigió con tono sabiondo. Aquél que Harry había escuchado en conferencias o reuniones- bueno más te vale que sea bueno. No creó que te arriesgues a venir aquí si no lo fuera.

Harry no contestó. Después de un rato dando vueltas el azabache por fin aparcó enfrente de una casa algo descuidada.

- ¿Es aquí?- preguntó la castaña con tono preocupado mientras Harry le abría la puerta.

- No, tendremos que caminar. Es algo peligroso dejar el auto enfrente, creeme ya han tratado de robarlo antes- indicó mientras caminaban.

- Eso me deja más tranquila- dijo con obvio sarcasmo.

Al final Harry se detuvo frente a un local. Tenía un tamaño considerable, al entrar Hermione pudo observar que se trataba de un restaurante con ambiente de los años 60. El piso decorado como un tablero de ajedrez y los asientos de un color verde menta lo delataron.

- Hola, ¿Lo de siempre señor Potter?- preguntó una amable mujer de unos 40 años entregando un menú a cada uno cuando ya estuvieron sentados.

- Sí, gracias. Lo mismo para la señorita- indicó con una sonrisa amable en el rostro.

- Enseguida- con una sonrisa se retiró dejando a los dos jóvenes solos.

- Vienes aquí muy seguido supongo

Hermione se inclinó un poco sobre la mesa haciendo un poco más visible el escote de su vestido. Es preciosa pensó Harry he inmediatamente apartó la mirada. Recordó que apenas hacia una hora ese cuerpo estuvo presionado contra el suyo mientras compartían un beso apasionado.

- Cuando no tengo ganas de cocinar.

Recordaba cuando Cho vivía que el llegaba a casa exhausto, en ese tiempo la constructora era una nueva empresa por lo tanto tenía que trabajar el doble para que ganará credibilidad. Cho no era buena cocinera y no tenía interés en aprender, prefería ir a restaurantes caros para posteriormente presumir ante sus amigas. Así que si el quería una comida en casa no importaba cuan cansado estuviera se ponía a cocinar.

- Y eso no pasa muy seguido ¿Verdad?- añadió la castaña con una sonrisa burlona, Harry era extraño no muchos hombre podían decir que les apasionaba la cocina.

- Honestamente, no - pero antes de que pudiera agregar algo más la mesera llegado con una bandeja dejando en su mesa dos platos.

- ¿Qué es?- preguntó con curiosidad la ojimiel al no reconocer el postre.

- Es pay de manzana verde y caramelo- explicó el azabache mientras tomaba la cuchara para por fin devorar a el delicioso postre que tenía enfrente.

No Era Parte Del ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora