catorce.

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La tarde estuvo genial, Namji me compró todo lo que se me antojó y me llevó en bicicleta por el parque, a veces estiraba mis brazos para sentir que volaba mientras reía por lo bajo como cuando hacía una travesura.

Era genial compartir tiempo con él, me sentía muy feliz.

—¿Te llevo ya a casa?

Asentí frenéticamente.

—Bien, sujétate fuerte, iremos a toda marcha.

Solté un fuerte grito antes de aferrarme a su cintura y apoyar mi cabeza en su espalda, reí cuando pedaleó con fuerza e hizo que la velocidad aumentara casi como una motocicleta, él tenía fuertes pantorrillas.

Llegué a casa después de unos minutos, animada y despidiéndome de mi amigo con ambas manos.

—¡Hasta mañana, Naaaaaam!

—¡Hasta mañana, chiquita!

Sonreí.

—¡Te quiero!

Se quedó quieto y me dedicó una sonrisa antes de volver a pedalear para ir a su casa.

Oh, no respondió a mi te quiero, quizás no era momento. Me encogí de hombros. Estoy feliz gracias a él, de verdad lo quiero.

icecream. / myg (fuzetea #2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora