El sonido del claxon de un auto lo hicieron sobre saltarse y caer directo al suelo de su habitación, al parecer había dormido muy cerca de la orilla, si no es que prácticamente durmió ahí mismo. No sabía cómo ni en que momento había caído en los brazos de Morfeo, lo único que sí sabía era que deseaba no haber caído y estar (de seguro) con un enorme golpe en la frente. El sonido molesto provenía de su alarma, vaya que había elegido bien.
— Hombre, no, ¿qué haces ahí tirado?— habló una voz masculina irrumpiendo en su habitación y acabando con la poca paciencia que le quedaba.
Len había despertado con todos los ánimos del mundo, reluciente como de costumbre, con su camisa polo, y unos jeans algo ajustados, llevaba también unos lentes oscuros, y su cabello rebelde, el cual estaba sujeto a una coleta caída y floja. Era un Kegamine, siempre andaba luciendo bien y ese día no era la excepción.
— ¿Cómo es que entraste?— Preguntó Kaito con una mueca en su rostro.
— Le dije al conserje que eras mi novio, y accedió rápidamente.
— Uhm, bien y... Espera, ¡¿qué le dijiste?!— se levantó de golpe al escuchar la declaración tan despreocupada de su amigo, ganándose una carcajada de su parte.
— Oye, ya es tarde y te recuerdo que no hicimos ningún proyecto por mi cita tan importante, que no salió tan bien, pero ese ya es otro tema y...
— Cállate, y ve al grano.
— Uy, que humor, bien, el caso es que sabía que ibas a quedarte dormido de nuevo, entonces vine mucho más temprano por ti, pero como no tengo llave... tuve que tomar medidas extremas.— Habló un Len orgulloso de lo que había hecho.
— Y decirle al conserje que somos novios fue una de ésas, idiota, ¿tienes idea de lo boca abierta que es ese hombre? Todos van a pensar que soy homosexual.
— Oye, ¿qué tiene de malo serlo?— lo cortó el rubio indignado y con una mano en su cadera.
— ¡Nada! el único problema es que le dijiste que tú y yo teníamos algo. Ahora no podrás venir y evitar que todos piensen que hacemos... muchas cosas aquí.— Habló un poco exaltado mientras pasaba su mano sobre sus cabellos, calmándose un poco, recibiendo como repuesta otra carcajada de su amigo.
— Si te pones a pensar, no es tanta mi culpa, él me creyó de inmediato porque no te ha visto con alguna chica, y yo no lo culparía, así que es tu culpa por no traer mujeres.— se excusó con una sonrisa burlona, ya no más no podía reír más o se quedaría sin aire y Kaito se enojaría peor.
— ¿Sabes algo? mejor sal de aquí y vete a esperar en la sala mientras me cambio y otra cosa, no le digas ni una palabra de esto a nadie, suficiente tendré con que el edificio completo pensará cosas fuera de lugar sobre nosotros.— Suspiró dirigiéndose a la puerta y prácticamente correr de su habitación al chico.
Tremendo lio en el que ahora estará y vaya amigo tan inteligente que tenía, y sí, era sarcasmo eso último.
No tardó demasiado en cambiarse de ropas, tenía presente el proyecto que habían dejado incluso, el cual, debían de entregar en dos horas. Lo ideal era hacerlo en la biblioteca de la universidad, pero perderían tiempo valioso en el traslado y era demasiado temprano, no estaría abierta como tal, entonces lo mejor era hacerlo ahí mismo, no sería el mejor trabajo de todos, pero bien, al menos lo entregarían.
El Kaito de hace tres años lo hubiese hecho perfecto, e incluso su trabajo sería el mejor de todos, jamás se hubiera imaginado encontrarse en esa situación, mucho menos con tales pensamientos, pero bien, ese Kaito ya era sólo un recuerdo del pasado, y ahora, en el presente, las cosas eran diferentes.
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Detrás de ti (LukaxKaito)
Romance> Esta historia gira en tornó a Kaito Shion, quien sufrió un trauma cuando perdió a su prometida, a quien tanto amaba. Con esta cosa que le fue arrebata, su vida se tornó monótona y sin sentido. Hasta la llegada de una persona que abracé el desastre...