Nunca Lo Imaginé ||Libro 3|| Trilogía Nunca ✔

Capitulo 8: Travesuras

Annie.

Desde que llegue Mike no se ha separado de mí, me alegra verlo y tenerlo cerca pero esta cercanía me está incomodando un poco y además, no me ha dejado ni siquiera ir sola al baño, según dice él es para cuidarme de algún ebrio. Ahora mismo estamos sentados juntos en el reservado, aún no he podido ir a bailar con las chicas. Sé que si voy Mike me seguirá y no quiero que eso suceda y tampoco quiero hacerlo sentir mal, él es mi primo.

Por otra parte me siento algo mal, Ross no me saludo ni siquiera me miro en lo que va de la noche y eso me molesta, puede ser que estemos algo distanciados y peleados pero seguimos siendo familia. Tomo la botella de cerveza y la llevo a mis labios, lo bueno de esta noche es que Mike intervino para que Emma y yo podamos beber esta noche, si fuera por Meme y Matt nosotras no estaríamos tomando ni siquiera estuviéramos aquí.

–¡Annie! –grita Emma sobre la música –¡Bailemos!

Asiento con la cabeza y me pongo de pie, al mismo tiempo también lo hace Mike pero Emma frunce el ceño y lo apunta con el dedo.

–¡Tú no! –vuelve a gritar –¡Es un baile de chicas!

–Quiero cuidarlas –explica Mike.

–Ya estamos grandes –responde ella –y somos mujeres fuertes.

–Déjalas –intervine Ross –, créeme que saben cuidarse muy bien solas y sobre todo Annie.

Aquellas últimas palabras las dice en un tono muy despectivo y tengo la intuición que lo dijo pensando en lo que paso entre Henrry y yo, decido dejarlo pasar. No quiero armar un problema, simplemente quiero divertirme esta noche. Le digo a Mike que no es necesario que nos acompañe, que si quiere cuidarnos puede vernos desde aquí, ya que se puede ver la pista de baile y antes de que él me pueda responder Emma me toma de la mano y me saca de allí.

Emma me guía hasta el centro de la pista y nos encontramos con Kate y Rita, mis primas. Ellas están bailando con dos chicos muy guapos y su manera de bailar es muy sensual. Algo que nos enseñaron desde chicos a todos fueron los idiomas y a bailar, a nosotras las chicas siempre nos gustó bailar salsa o por lo menos a mí, es uno de los géneros que más me gusta.

Cuando las chicas nos ven, dejan a sus parejas y vienen a nuestro encuentro. Comenzamos a bailar las cuatro juntas, a medida que las canciones van pasando las chicas van desapareciendo, la primera en irse es Kate, después sigue Rita y ahora solo quedamos Emma y yo. Durante todo este tiempo que estuvimos bailando me he sentido observada, pero no le presto tanta atención porque supongo que deben ser varios los hombres que me están mirando o más bien a Emma y la sensualidad con la que ha estado moviendo las caderas.

Miro a Emma y veo que me está haciendo señas de manera discreta, no logro entender que es lo que quiere decirme y antes de poder preguntarle qué es lo que quiere siento unas manos fuertes rodearme la cintura, seguido de un aroma exquisito que conozco. Giro la cabeza para ver de quien se trata y cuando veo aquel hermoso rostro una sonrisa se dibuja en mi rostro, Logan Mitch es quien me tiene entre sus brazos.

Logan es el mejor amigo de Ross, son amigos desde que Ross llego a Los Ángeles y después de la universidad lo siguen siendo, aunque Ross se ha alejado un poco de él por el hecho que Logan pudo seguir con su carrera en el baloncesto y ahora es uno de los mejores de la NBA. Logan, al igual que yo, jamás se alejó de Ross; por más que él intento que eso sucediera. Después del accidente Logan y yo nos hicimos buenos amigos, no los mejores pero si buenos.

Además, yo simplemente era una pequeña niña.

–¿Qué haces hermosura?

–¡Hey! –lo saludo y me giro para poder abrazarlo –No sabía que estabas en la ciudad.