Capítulo 25

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Narra Shin Hye

A lo lejos podía escuchar voces, pero no reconocía de quienes eran. Poco a poco fui recobrando la conciencia, como pude abrí los ojos, encontrándome con la persona que menos esperaba ver ahí.

- ¿Hoseok? - él me miró preocupado, pero más tranquilo al ver que había despertado.

- Shin Hye - me acarició el cabello - Me diste un gran susto, pensé que te perdería. ¡¿En que estabas pensando?! - me reprendió.

- ¿Qué haces aquí?

- Yo te hice una pregunta primero. Contesta.

- No tengo nada que decirte. No es asunto tuyo.

- Lo es cuando se trata de ti.

- Pensé que te habías ido y no volverías. ¿Qué haces aquí?

- Te salvé la vida. Pudiste haber muerto, Shin Hye.

- ¡¿Por qué lo impediste?!

- ¡Porque no quería perderte!

Después de la oración de Hoseok, nos quedamos callados. Ninguno decía nada más, yo ya no podía seguir peleando, me sentía muy cansada, de la situación y de mi vida. Al parecer él también estaba cansado de discutir, porque tampoco dijo nada.

- ¡Shin Hye! - Taehyung entró a toda prisa para posicionarse junto a mí y me miró preocupado - ¿Cómo te sientes?

- Podría estar peor.

- Cielos, muy mal. ¿Eh?

- Tae, tráele algo para comer, por su apariencia se qué no ha estado comiendo bien.

- Bien.

- No es necesario - los dos me miraron - No tengo hambre.

- Por favor, Tae ...

- Lo haré, tranquilo - me miró - Ya vuelvo.

- ¿Por qué haces esto?

- ¿Qué no es obvio? Ya deberías saberlo.

- Hoseok ...

- Te amo Shin Hye. Me preocupa tu estado actual. No estás bien, y si no lo estás, yo tampoco.

- Deja de decir tonterías - las lágrimas amenazaban con salir.

- No son tonterías, es la verdad.

- Hoseok basta ...

- Desde un comienzo te lo dije todo.

- Hoseok ...

- A partir de ahora, cuidaré de ti Shin Hye. No me importa si eso acabará con mi trabajo.

- No puedo dejarte hacer eso.

- No te estoy pidiendo permiso.

- Hoseok - las primeras lágrimas cayeron - Vete.

- Mientras más lejos me quieras, más cerca me tendrás.

- Pues entonces quédate. Total, ya no siento nada por ti. Me das igual - él suspiró.

- ¿Y por qué estas lágrimas me dicen lo contrario? - se acercó más y me tomó de las mejillas limpiando mis lágrimas con sus pulgares - Perdóname Princesa. No quise lastimarte. Fui un egoísta e insensible. Pero te prometo que no volveré a ser así. Estaré contigo siempre, nunca más te dejaré sola. ¿Entendiste? - negué con la cabeza y más lágrimas salían de mis ojos - Entonces con esto te haré entender.

Y entonces pasó, unió sus labios con los míos besándome delicadamente. Sus labios y los míos encajaban a la perfección, como si hubiésemos sido hechos el uno para el otro. Extrañaba sus besos, en ningún momento quise apartarlo, pero tuvimos que separarnos por falta de aire. Él me miró y me sonrió tiernamente. Yo agaché la mirada avergonzada.

Un Sueño (JHope Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora