Epílogo

1.2K 135 46
                                    

Un año después.

- ¿Estás estresada? – Shin Hye miro a su primo y negó con la cabeza – Recuerdo que cuando llegamos aquí estabas muy feliz. Y un poco nerviosa. Pero ahora te veo desanimada. ¿Por qué?

Shin Hye no quería responder. ¿Qué le diría? ¿"Estoy triste porque ya ha pasado un año y no encuentro a mi chico esperanzador"? No, definitivamente no le diría eso. Pero era cierto.

- Es por la empresa – mintió – Siento que es demasiado para nosotros. Aún somos jóvenes y a parte tenemos que estudiar la universidad aquí, en otro idioma, nos estamos matando, Gabriel – su primo rió divertido.

- Pero ya verás que todo se resolverá y rendirá frutos. Seremos profesionales, después de todo, somos los herederos de la empresa, tenemos que acostumbrarnos.

- Lo sé. Pero es agotador. – Gabriel asintió estando de acuerdo.

- Shin Hye – la llamó – Perdóname.

- Otra vez con eso. Ya te he dicho que no tengo nada que perdonarte, Gabriel. Mónica, nos utilizó a todos para su conveniencia.

- Pero más a mí. Casi mueres por mi culpa. Si hubiese dicho la verdad antes, no hubieses estado en coma.

- Gabriel, ya hablamos de eso.

- Bien, pasado es pasado, así que, vamos a seguir adelante – Shin Hye le sonrió.

...

- ¿Vamos? – Gabriel le sonrió desde su escritorio.

Gabriel y Shin Hye habían quedado en ir por un helado para desestresarse cada vez que terminan su trabajo, así lo habían estado haciendo diario y les estaba funcionando. Eran como dos niños pequeños esperando su receso en la escuela. Pero en verdad les ayudaba.

- Y ... ¿A dónde quieres ir hoy? - le preguntó su primo caminando a su lado.

- A donde sea.

- Sabes, encontré un lugar tranquilo donde podemos comer sin molestias, ya sabes, un lugar donde solo la gente con dinero puede ir.

- ¿Es caro?

- Algo, pero es seguro.

- No lo sé, Gabriel. ¿Es necesario ir ahí?

- Ayer me di una escapadita y realmente quiero mostrarte el lugar. Vamos. ¿Si? – la castaña suspiró.

- Bien, vamos.

Y fue así que se fueron a aquel lugar maravilloso que su primo le había dicho.

Al llegar, Shin Hye no pudo evitar sorprenderse, era cierto, el lugar era hermoso, pero lujoso, con buena música, tranquilo, y con guardias de seguridad. Shin Hye se preguntaba porque tanto para un lugar tan sencillo. Pero luego entendió.

- Bien, pediré nuestros sabores favoritos, ya regreso. – Shin Hye asintió para luego ver a su primo alejarse mientras ella buscaba un lugar donde sentarse.

No es como si el lugar estuviese lleno, pero quería un buen lugar donde podría relajarse más. Una vez que se sentó, miró hacia su primo y lo vio acercarse con dos recipientes pequeños de plástico llenos de el helado que tanto les gustaba.

- Wow. ¿Cuánto costó eso?

- Solo come y calla, ¿si? – Shin Hye se rió.

- ¿Tan caro es? – Gabriel la fulminó con la mirada – Bien, comeré y callaré.

Estaban pasándosela bien, hasta que el celular de Gabriel sonó. El chico soltó un suspiro de cansancio, miró si celular y mal miró a la pantalla.

Un Sueño (JHope Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora