thirteen: helados y Rufus

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Changkyun y yo íbamos tomados de la mano mientras caminábamos por el centro comercial, él tenía en su otra mano un helado de chocolate, también tenía toda su boca cubierta, se veía tan tierno e inofensivo.

–Ven acá. –Nos sentamos en una mesa. Deje mi vaso de helado de vainilla y moví su silla acercándolo a mi, saqué unas servilletas de mi bolsillo para limpiar su boca por milésima vez. –Eres un bebé. –Deje la servilleta en la mesa y apreté una de sus mejillas. –Mi bebé.

Él sonrió y se acercó a mi para dejar un beso en mi mejilla. –Si. –Siguió comiendo de su helado y volviéndose a llenar la boca.

–Me rindo.

–¿Por qué no lo intentas de otra forma? –Me dio una sonrisa pícara.

–¿Ah si? –Rodé más su silla y su rostro quedó muy cerca del mío.

–Kihyun. –Su sonrisa se fue rápidamente. –Era en broma. –Soltó con miedo.

–¿Qué pasa? –Rocé mi nariz con la de él.

–Estamos en un lugar públi... –No lo dejé terminar y lo besé, sus labios estaban deliciosos, más que siempre, pasé mi lengua lentamente por ellos quitando todo el helado, dejé sus labios para pasar por sus mejillas  y me alejé.

–Está rico tu helado. –Mordí mi labio inferior mientras reía, pues, tenía frente a mi a un Changkyun muy sonrojado.

–Te odio. –Me pegó levemente en el brazo.

–Yo te quiero. –Apoye mi mano en su muslo y le di un corto beso.

–¿Mucho? –Me lo devolvió.

–Mucho muchísimo. –Volví a besarlo pero esta vez dejando besos por todo su rostro mientras él reía. –¿Cuando tienes otra vez terapia?

–No quiero hablar de eso. –Frunció el ceño y apoyó sus codos en la mesa para descansar su barbilla en sus manos.

–¿Seguro? –Ladee la cabeza.

Él asintió. –Es que... cuando estoy contigo no quiero recordar eso. –Sonrió de lado. –Tú eres tan, no sé como explicarlo.

–¿Tan qué? –Insisto.

–Eres como... –Miró hacía arriba buscando las palabras adecuadas. –Como mi estrella.

–¿Como tu estrella? –Fruncí el ceño. –¿A qué te refieres?

Soltó un suspiro. –Algún te lo explicaré. Necesito un cigarrillo. –Estaba más que sonrojado. –Lo miré seriamente.

–Bien, vamos afuera. –Tiramos los vasos de helado y caminamos fuera del centro comercial.

Changkyun sacó su cajetilla de cigarrillos, tomó uno y lo encendió.

–¿Y si te regalo un cigarro eléctrico de cumpleaños? –Ahora que lo recuerdo, no sé cuando es su cumpleaños. –¿Cuando cumples?

Él suelta una risa junto con el humo. –Creo que sería lo mismo. –Da una calada. –25 de enero, ¿Él tuyo?

–Claro que no, esos no tienen nicotina. –Dije obvio. –22 de noviembre. –Me tiró el humo en la cara.

–¡No! Odio que hagas eso. –Solté con fastidio. Él dió una última calada y tiró la colilla al suelo para pisarla, se acercó a mi riendo y tomó mis muñecas para acercarme a él y tirar el humo de nuevo en mi cara. –¡Changkyun! ¡Ya!

–Creo que cada día te enojas más fácil. –Tiré de mis muñecas para que me soltará pero no pude.

–Ya, sueltame si no quieres verme de verdad enojado. –Fruncí el ceño y él sonrió. –Hablo enserio. –Hizo caso omiso y unió nuestros labios.

estrella no te apagues » ChangkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora