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Zoe viajaba de un lado al otro por la habitación nuevamente sin poder conciliar el sueño.
Zach le había otorgado su habitación por lo que su aroma le daba algo de seguridad, pero aún así no podía.
No aguantó más y se encaminó fuera de la habitación para tomar un vaso de agua o algo, pero sin embargo se topó con que la única luz que iluminaba el pasillo era la leve luz del baño que salía débilmente por una parte del apuerta abierta.

Caminó lentamente y en silencio hacia allí y cuando se acercó pudo ver a Daniel.
Tenía sus manos apoyadas en la mesada, su cabeza estaba caída y tenía la respiración algo entrecortada.

-¿estás bien?

El chico pegó un saltó y se giró asustado, soltó un suspiro de alivio al ver a Zoe parada en la puerta mirándolo.
Sintió algo de ternura por ella, traía una de sus largas remeras que le quedaba como un vestido, su cabello estaba atado en una coleta desprolija, tenía ambas manos hacia adelante y se sujetaban suavemente haciendo que se viera algo más pequeña de lo que ya de por si era.

-me asustaste.

El rubio soltó una risa nerviosa y pasó sus manos por su cara, la otra pudo divisar como en verdad se quitaba algunas lágrimas.

-me estaba limpiando la herida.

Explicó guardando una crema, no era del todo mentira, inicialmente si se había levantado para higienizar su herida del labio. Pero luego las miles y miles de preguntas se apoderaron de él y al estar en su total soledad se dejó ser débil, no esperaba que la chica apareciera de la nada.

-¿que pasa?

Se introdujo dentro del baño y acarició la espalda del chico intentando transmitirle tranquilidad.

-nada-él negó-no pasa nada.

-no te creo-ella habló cortante-me he relacionado tanto con las mentiras que ya no quiero ninguna más asique por favor, cuentame que te perturba.

Intentó sonar firme, aunque no lo había logrado había sido lo suficiente para que el chico se quisiera liberar con ella.

-tengo miedo, Zoe.

Negó lentamente devolvió la mirada hacia abajo, ella comenzó a acariciar su espalda nuevamente.

-Pasamos de mentirle a todo el mundo por no querer lastimarlos a tener un hijo, ¿cuando pasó esto?

-lamento eso.

-no deberías lamentar nada, ambos tenemos la culpa.

Ella suspiró, recostó su cabeza en la espalda del chico y lo rodeo con los brazos. 
El pecho del chico se inflaba y desinflaba tranquilamente siguiendo su respiración.

-¿qué pasará ahora?

Zoe se quedó en silencio sin saber qué responder.
Una parte de su corazón aún le pertenecía a Jonah, pero la otra quería darle una oportunidad a Daniel, después de todo tendrían un hijo juntos y estar junto sería una de las opciones más obvias para tomar.

-Zoe ya lo sabes pero quiero replantearlo, aún te amo nunca e dejado de hacerlo, y debo aceptar que el saber que hay un bebé de por medio solo me hace amarte aún más.

Daniel obligó a Zoe a soltarlo al no recibir respuesta, se giró y la miró a los ojos intentando descifrarlos.

-Daniel yo...no estoy segura de que siento por ti.

Negó apenada, quería corresponderle como debería pero no estaba segura, luego de todo lo pasado se sentía una mierda por seguir metiendolo en este lío.

 -Lo se, cariño-acarició su mejilla sonriendole-no necesitas decir nada ahora.

Intentaba ser lo más comprensivo con ella aunque todo lo carcomiera por dentro, quería tenerla completamente y poder amarla como él quería y sabía que podía hacerlo.

-pero...¿me dejarías hacer una última cosa?

Ella lo miró algo confundida.

-¿que quieres?

-cierra los ojos-arrugó la nariz no muy confiada-confía en mí.

Daniel habló riendo, Zoe decidió confiar y cerró sus ojos esperando.

Daniel rozó suavemente las yemas de sus dedos por el cuello de la chica, sujeto su nuca con una mano y con la otra su mandíbula. Se acercó y dejó un suave beso sobre su mejilla, se mantuvo en esa distancia y luego de dar una corta bocanada de aire se acercó sin pensarlo y pegó sus labios a los de ella con suavidad.
Al notar que toda su tensión se había ido comenzó a moverlos con lentitud disfrutando de cada movimiento, Zoe elevó sus manos y las posicionó en el pecho del chico, este al notar que la chica no se movería bajó sus manos y la atrajo desde la cintura hacia él.

El beso se había tornado en algo tan esperado por ambos que sorprendiendose a sí mismo y a la chica la elevó y la sentó en la mesada pegando sus cuerpos aún más.

Zoe comenzaba a dejarse llevar y bajó sus manos hacía el límite de la remera del otro, en un lento movimiento con la colaboración del chico se la quitó y fue tirada al suelo.
Se tomó el atrevimiento de echarle una pícara mirada a su torso desnudo sintiendo un cosquilleo al ver todos los relieves por el intenso ejercicio que el chico hacía.

Volvió a unir sus labios y hacerlo algo más intenso.
Daniel pasó sus manos por los muslos de Zoe haciéndola erizar, subió la remera y posicionó sus manos en la espalda de ella mandando una electricidad por todo su cuerpo, al subirlas y notar que la chica no traía sujetador hizo que su amigo se despertara del todo.
Las pasó hacia adelante y cuando sintió el bulto en su vientre se separó bruscamente tomando por sorpresa a la chica.

-¿que pasa?

Preguntó algo decepcionada.

-No puedo, no quiero lastimarte.

-¿qué? no me lastimarás, las embarazadas pueden hacerlo, lo sabes ¿cierto?

Aseguró intentando que volviera a acercarse, este negó firme.

-No puedo hacerlo, lo siento.

Salió rápidamente antes de arrepentirse de la decisión que estaba tomando.


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Se que no ha llegado a pasar nada, pero a pesar de eso quería ''recompensar'' a todas las que me gritaron por no especificar en la otra historia por la situación entre Daniel y Zoe.
Se viene cosas grandes...supongo, y más detalles de estos obviamente.

Diganme, ¿les está gustando la historia? espero que si.

Las leeo❤

•Love Triangle• 2° 《Jonah Marais & Daniel Seavey》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora