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-no quiero que estés aquí sola.

Daniel miró a Zoe esperando que le pidiera quedarse.

-no necesito que te quedes.

-está bien-apretó los labios-entonces...llámame si necesitas algo.

Ella asintió y cerró la puerta, se giró dirigiéndose a la escalera para subir a su habitación y seguir su rutina de antes del hospital, pasar el día metida en su cama con su linda obscuridad y soledad.

Cuando puso un pie sobre el primer escalón sintió una presión en su pecho que le impidió seguir caminando e hizo que llevara una mana hacia su pecho sujetando lo por el dolor. 

Se sentía mal, las palabras de Jonah le habían dolido mucho, esperaba que el chico presentara por lo menos algo de cariño hacia la chica y demostrar que al menos la había extrañado aunque sea un poco pero era lo menos que había visto. Entendía que estuviera enojado, ella se había enojado muchísimo con Jack cuando ocurrió, pero nunca lo trató de tal modo.

También se sentía egoísta, ahora ya no era sólo ella, debía cuidarse a sí misma para poder cuidar a su futuro hijo o hija y sin embargo no lo estaba haciendo. Con toda la situación apenas comía o dormía, le hacía muy mal a su salud y a la del bebé y ni siquiera se había puesto a pensar en ellos.

La puerta se abrió de golpe y Daniel entró apurado.

-me niego, no pienso moverme de aquí no me importa que no me quieras contigo, estás mal y embarazada no pienso dejarte...sola, ¿estás bien?

Se acercó rápidamente a ella sujetando su brazo y cintura.

-necesito mi inhalador.

-bien, lo traeré, dime dónde está.

-en el baño.

Daniel la soltó con delicadeza y corrió escaleras arriba subiendo dos escalones por vez. Zoe escuchó cómo revolvía todo el baño con desesperación y finalmente volvió dando tropezones en la escalera, se lo dió y ella dió unas cuantas inhaladas.

-¿estás bien? ¿qué ocurrió?

Ella negó.

-nada pasó, puedes irte.

Intentó subir unos escalones pero se desequilibro y si no fuera por la rapidez de Daniel hubiera caído de espaldas.

-claro, me iré-habló irónico.

Quedó sujetándola en el aire unos cuantos segundos hasta que finalmente reaccionó y la soltó.

-¿hace cuanto no comes?

Ella lo miró unos segundos intentando descifrar si hablaba en serio, mientras él sólo esperaba la respuesta.

-no recuerdo.

Contestó sincera y él la miró enojado.

-¡Zoe debes comer!-regañó y se fue hacia la cocina-¡ven!

Al gritarle ella apuró el paso yendo con él.
Daniel se encontró con que en el refrigerador había mucha comida ya preparada y que solo necesitaría calentarse. Un detalle que Jack se había tomado el atrevimiento de hacer antes de irse.

Sacó dos platos y los puso a calentar en el microondas, todo fue silencio mientras ambos comían, ninguno quería decir nada.
Daniel temía hacer alguna mala pregunta y Zoe temía las respuestas.

-la última vez que estuvimos aquí te cause un ataque de pánico-se rió nervioso.

Fue lo único que al chico se le ocurrió decir, Zoe elevó las cejas incrédula con lo que acababa de oír y miró hacia otro lado.

-lo siento-habló arrepentido.

-¿por qué quieres quedarte?

-quiero cuidarte.

-pues no necesitas hacerlo.

-dije ''quiero'' no ''debo'' -le sonrió-me preocupas tú y el bebé-contestón sincero-¿podríamos hablar de eso? en verdad lo único que se es que estás embarazada, nada más.

-¿que quieres saber?

Lo miró, los ojos azules del chico se iluminaron y sonrió satisfecho.

-¿cuanto tienes?

-17 semanas, aproximadamente-Daniel la miró sin entender-cuatro meses Daniel, casi cinco.

Aclaró riendo y el chico asintió comprendiendo.

-¿has ido al médico?

-¿para?

-para verlo, ¿ya sabes que es?-preguntó emocionado.

-Daniel, no eh ido al médico.

-¿por qué no?

-me da miedo-contestó sincera-estaba sola, ni siquiera estaba segura de tener este bebé-la miró asustado-tampoco quería ir y que me miraran raro o algo.

-¿porque lo harían?

-porque tengo veinte años, la gente comúnmente no tiene hijo a esta edad-elevó sus hombros intentando quitarle importancia-y tampoco quería ir y....ver a todas esas parejas-se concentró en sus dedos-no quería ver a todos esos chicos hablando con sus novias emocionados porque conocerán a su hijo y verían como está...no quería hacerlo, menos estando sola.

-Zoe-Daniel tomó su mano recibiendo su atención-no estás sola-negó-tal vez no somos pareja, pero sabes que te amo y amare al niño o niña que nazca, puedo actuar como un novio amoroso si es lo que quieres, y sino simplemente seremos unos padres con una buena relación, me importas tú y este bebé...el bienestar de ambos, asique por favor...no vuelvas a decir que estás sola, porque no lo estás.

Zoe le sonrió con lágrimas en los ojos, su corto discurso la habían puesto sensible y los cambios de humor del embarazo no ayudaban.

-pues hagamoslo, iremos y veremos como...como está nuestro hijo.

El chico besó su frente con suavidad agradeciendo internamente que todo estuviera bien.

•Love Triangle• 2° 《Jonah Marais & Daniel Seavey》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora