1: Camp Summer

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El señor Blair ayudo a sus hijos a bajar sus bolsos del auto y se despidió de ellos.

Aquí empezaba el verano. Tres meses en el famoso Camp Summer... Según Juliet, la hija menor de los Blair, consistía en un campamento para chicos ricos y mimados, como su hermano.

Él iba todos los veranos, pero a diferencia de James, Juliet solía quedarse en casa de su prima Sophie. Pero este año, ella se iría de vacaciones a Australia con la familia de su novio. Así que estaba prácticamente obligada a asistir, ya que los señores Blair se la pasaban trabajando... "Consecuencias de que sean presidentes de una empresa tan conocida y exitosa" pensaba Juls.

James solía decir que no era malo, sino divertido. Según su hermana, divertirse consistía en molestar a otras personas con sus -estúpidos- amigos.

Juliet tiene 17 años y James 18. El campamento es para adolescentes de 15 hasta 19; pero solo porque los dueños tienen otro campamento para los más pequeños... Juls iba a allí cuando era más pequeña, y era bastante divertido. Recordaba ir en canoa, de excursión, hacer sky acuático y un montón de actividades más. En palabras de su hermano, lo único que cambiaba eran las personas que iban.

¿Qué tan malo podía ser?

James dio un vistazo al campamento con una sonrisa—dulce Camp Summer —se voltio y miro a su hermana— hay muchos campistas nuevos a los que hacerles bromas, genial... —Juliet negó con la cabeza divertida. El chico podía comportarse como un idiota cuando quería— bueno, tu habitación es la 177, la mía es la 158, por si necesitas algo. No necesites nada. Nos vemos luego, hermanita —y se fue corriendo con sus bolsos, dejando a una Juls sola y confundida, sin ni una idea de donde quedaba su habitación.

Cerca de esta, dos amigas se reencontraban después de lo que parecía una eternidad.

—¡Madisson! —grito una.

—¡Megan! —la siguió la otra. Ambas soltaron sus bolsos y se abrazaron como si no se hubieran visto en meses, que era exactamente lo que ocurría.

—Ay Madisson, tu pelo. Me encanta —en un año sin verse y solo hablar por whatsapp habían pasado algunas cosas. Una de esas era que Madisson, rubia de ojos verdes, había teñido sus puntas de varios colores.

—Gracias —respondió la de pelo colorido a su amiga, mientras las dos levantaban sus bolsos— Estaba un poco harta del rubio. Mi madre dijo que me había "agarrado la locura". Creo que es cierto —jugaba con sus mechones, sintiéndose orgullosa de tener un estilo tan original.

Megan tenia cabello negro y ojos verdes. Las dos amigas tenían un cuerpo que envidiar, y no era ningún secreto. Muchos en el campamento las tenían... vistas. Se conocían desde hace años; las dos siempre venían al Camp Summer a pasar el verano.

—¿Habitación 177 de nuevo, verdad? —preguntó la pelinegra. La rubia sonrió y asintió, pero antes de dirigirse a su respectiva cabaña, una castaña las interrumpió.

—Disculpen... —las amigas le sonrieron— Yo soy nueva y... no sé dónde queda mi habitación. Es la 177 —las amigas se miraron con complicidad y sonrieron aun más.

—Estamos en la misma. Ven, síguenos. Por cierto —hablaban mientras caminaban a sus cabañas, como el resto de los campistas— soy Megan.

—Yo soy Madisson.

—Soy Juliet —las tres chicas llegaron a su habitación. Era en la cuarta cabaña. Las paredes estaban pintadas de rosa; algunos cuadros decoraban el cuarto; y había en total, cinco camas— ¿Es normal que todo sea tan...

—¿Rosa? —contestaron las amigas al mismo tiempo mientras ponían sus bolsos en una litera. Maddison abajo y Megan arriba.

—Exacto—respondió Juliet meditando entre las camas que quedaban. Se decidió por la de arriba.

—La mayoría de los cuartos de chicas son así —dijo la morocha*.

—Es un campamento muy colorido... ¡Como mi cabello!

—Me encanta —le comento Juliet mirando sus mechas. Los ojos de Maddie brillaron.

—Gracias, a mi me fascina tu ropa.

Juls creyó que estaba siendo cortes, porque solo tenía puesta una camisa a cuadros, un short y vans negras, pero igualmente le sonrió y le agradeció. Esas chicas no parecían mimadas para nada —bueno, quizás un poco— pero eso no significaba que no fueran amables. ¡Eran súper amigables! Esperaba que las otras chicas fueran así también.

* de cabello negro. 

 

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