Dulce { SeungBin }

μόνο

Cinco veces Seungmin miró su reflejo en el gran espejo de su habitación, todo allí estaba sutilmente adornado y acomodado, tal como su personalidad. No era un chico fuera de reglas, siempre hacía todo tal y como las normas propias de cada lugar lo pedían. Su único momento de rebeldía fue cuando comenzó su noviazgo con Changbin, sonrió recordando aquel día que lo conoció. El pelinegro ingresaba a su colegio cuando faltaban dos años para su graduación, era nuevo y sin embargo se hizo más amigos de los que Seungmin tenía estando allí prácticamente toda su vida. Un día, mientras almorzaba con su mejor amigo, Jeongin, Changbin se acercó y le pidió su número, así con total atrevimiento y eso removió algo dentro de Seungmin. No pudo más que aceptar y darle lo que le pedía. Tres años de aquel día y hoy su novio ya recorría su primer año universitario, mientras que él apenas había terminado el colegio y ahora estaba a punto de jugarse su futuro o eso creía.

ㅡ ¿Ya estás listo, Seungminnie? ㅡ Su madre interrumpió sus pensamientos cuando invadió su cuarto y con ella el aroma de su perfume, ese aroma que para el pequeño significaba infancia, hogar.

ㅡ ¿Y si fallo? ㅡ Preguntó mientras sus ojos demostraban debilidad por primera vez. No dudo ni un segundo en refugiarse en los brazos de la mujer que le dio la vida.

ㅡ Eso no importa, pequeño. Esta bien fallar. ㅡ Le hablaba tranquila, acariciándole la espalda. ㅡ Sé que tu sueño es ser pastelero y más de esa pastelería tan prestigiosa, tienes todo para lograrlo, pero si no sucede también está bien.

Seungmin sonrió y le agradeció a su madre quien volvió a dejarlo solo avisandole que lo esperaría abajo.

Volvió a mirarse en el espejo: aquella camisa blanca totalmente pulcra y abotonada hasta el cuello, sus zapatos negros lustrados y el cabello ordenado.

Sabía que esa no era la ropa que usaría cualquier chico de diecinueve como lo era él. Sus amigos vestían camisetas anchas, pantalones rotos y zapatillas de colores llamativos. Pero Seungmin siempre fue igual. Tenía esa necesidad imperiosa de mostrarse maduro y más ahora que ese trabajo estaba tan al alcance de su mano.

ㅡ Estoy listo, madre. ㅡ anunció una vez bajó las escaleras.

El viaje en auto fue corto y antes de ingresar a la pastelería, envió un mensaje a su novio quien iría a buscarlo una vez terminara su entrevista.

Seungmin movía sus piernas sentado en la recepción. Sus nervios eran totalmente notables aunque no quisiera que eso pasara, no quería mostrar debilidad y eso le estaba sucediendo.

ㅡ Kim Seungmin, ya puede ingresar. ㅡ la bonita chica de recepción sostenía la puerta donde su entrevista iba a suceder. Le agradeció y entró a aquel lugar donde su futuro se jugaba.

ㅡ Hola, muchacho. ㅡ saludó el pastelero estrella del lugar, sonriendo por los nervios tan notables del pequeño. ㅡ Puedes sentarse. ㅡ Le señaló la silla frente a él.

ㅡ Muchas gracias por darme la oportunidad de entrevistarme. ㅡ dijo Seungmin con total respeto.

ㅡ Dime, ¿por qué quieres trabajar aquí?

ㅡ Es mi pasión desde que tengo memoria. Siempre me gustó hacer creaciones en la cocina de mi casa y, aunque aún no tengo todos los estudios acerca de técnicas y demás, prometo formarme.

El hombre miró con una sonrisa cada palabra que el chico frente suyo decía. ㅡ Cuentame que te gusta hacer en tus tiempos libres. ㅡ Preguntó.

Seungmin no se esperaba esa pregunta. Había estudiado minuciosamente cada cosa que podría preguntarle acerca de técnicas, pero no tenía nada preparado para aquello. ㅡ Me gusta leer y también practico mis lecciones de piano. ㅡ su voz salió algo dubitativa y sabía que eso podría jugarle en contra.