V E I N T I S I E T E

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J. M.

Estaba consciente de que aún faltaba algo de tiempo para que fuese la hora del encuentro, pero cada minuto de espera se hacía eterno, estaba nervioso y emocionado.

Alrededor de las 12:30 fue cuando salimos de casa de Taehyung y nos dirigimos al lugar del encuentro.

—¿Nervioso? —pregunta Tae, no había notado que mordía la uña de mi pulgar derecho de no ser por él. Aparto la mano de mi rostro y suspiro.

—¿Se nota mucho?

—Tranquilo, dentro de poco podrás ver a Yoongi, y podrás explicarle todo. Vas a ver que va a comprender.

—Gracias por hacer esto por mi, Tae, eres el mejor amigo que alguien podría tener.

—No agradezcas —encoge sus hombros —. Sé que hubieras hecho lo mismo por mi.

Su comentario me hace recordar su relación con Hoseok y no puedo evitar sonreír por él. Lo miro.

—¿En verdad te gusta Hobi? —me mira ante mi pregunta repentina y el color rosado invade su rostro rápidamente.

—¿Qué te hace pensar que no?

—No es que piense eso, simplemente nunca creí que mi mejor amigo y mi primo llegasen a ser novios sin que siquiera me enterase de que hablaban.

—Hope es un buen chico.

—¿Hope? —frunzo el ceño. Él sonríe.

—Sí. Es un apodo. Fue mi esperanza cuando la necesité. Decidí llamarlo así de cariño.

—Y luego me dicen meloso a mi.

—Todo el mundo sabe que eres el rey de lo cariñoso. Un osito kawaii andante —aprieta una de mis mejillas y hace boca de patito mientras me mira.

—Basta, Tae —me alejo de su toque con una sonrisa y seguimos caminado. De alguna manera esa platica me había distraído de mi encuentro con el chico al que considero el amor de mi vida.

Miro mis pies y suspiro, jamás imaginé que llegaría a viajar solo por alguien, ni siquiera creí poder subir a un avión sin que me diese vértigo, pero lo hice, y sólo por Min Yoongi.

Sonrío.

Tae me avisa poco después que estamos a punto de llegar y segundos después el parque se encuentra frente a nosotros, mis manos sudan, quiero salir corriendo pero Tae tira de mi antes de que siquiera pueda pensarlo bien. Habla, pero no pongo atención a lo que dice, miro a mi alrededor con una sonrisa al notar que Tae está más emocionado que yo. Mi vista se posa en una pareja de chicos que parece discutir, un chico de cabello rubio y otro de cabello negro; de repente el rubio parece querer irse pero el pelinegro toma su brazo y lo besa, y de alguna manera me imagino a mi en esa situación, pidiéndole perdón a Yoongi. Sonrío ante mi inusual pensamiento y después me impacto contra la espalda de Taehyung, quien se detuvo de la nada. Masajeo mi mejilla, que fue la que sufrió el dolor, y frunzo el ceño.

—¿Qué te sucede?

No responde. Gira hacia mi y baja la mirada. El miedo me invade.

—¿Tae? —insisto y niega.

—Debemos irnos —urge.

—¿Qué?

—Vámonos.

—¿Por qué?

—Porque sí —toma mi mano y tira de mi en dirección contraria a nuestro encuentro, pero me safo de su agarre.

—Vine aquí a ver a Yoongi y no me voy a ir sin antes hablar con él —digo. Me giro y camino otra vez a donde se supone vería a Yoongi, pero no puede seguir avanzando cuando noté su presencia.

Ahí estaba él.

Mi corazón dio un brinco dentro de mi pecho al poder verlo al fin. Cualquiera hubiese corrido hacia él, hubiese sonreído o tal vez comenzaría a ponerse nervioso, pero yo no. Y no porque no pudiera, sino porque me di cuenta de algo que no había notado:

Yoongi era el chico rubio que discutía con el pelinegro.

Yoongi era quien quiso alejarse y aquel chico no dejó.

Yoongi era el chico al que ese tipo había besado.

Yoongi era el que ahora miraba a ese chico de manera tierna.

Y yo.

Yo solo pude bajar la mirada, dejar correr mis lágrimas y regresar con Tae con el corazón y el alma destruidas.

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DannyBL.

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