Wrong number || Nomin (Chats)

Promesa // Final

El día que llueva con
certeza lo sabré.

Aquel día que jure que
no viviría y no sentiría

Pues las gotas me están golpeando
Y el pecho oprimiendo.

Ahora, claro lo veo, gracias a la
Fresca sensación de la que estoy cubierto.

Cegado por la venda más cruda y prejuiciosa
Decido levantarme para gritar al luchar. Ya que
Te amo y eso nadie lo va a cambiar.

*Poema de cuando Jeno se da cuenta que le gusta Jaemin*

****

Es increíble el poder del tiempo, mientras pasa tranquilamente, muchas cosas suceden. El tiempo es algo tan mágico que si lo usas bien puede ser un gran aliado pero si simplemente te sientas a esperar y a esperar, ¿A dónde va ese tiempo perdido?

Jeno estaba asomado por su ventana, no pasaba la gran cosa ahí afuera pero en la cabeza del de cabellos oscuros había un caos. Estaba nervioso por su confesión, pensaba en que diría, que haría exactamente para que fuera inolvidable.

Entonces Jeno tomó su celular y decidió llamar a Jaemin.

Primer tono... Nada

Segundo tono... Nada

Tercer tono... Nada

No contestó y Jeno pensó que quizás Jaemin estaba ocupado, pero algo le dijo al de cabello oscuro que volviera a intentar y así lo hizo.

Primer tono... Nada

Segundo tono...

—¿Hola? ¡Jeno! —Jaemin contestó con alegría en su voz.

—Hola, Nana.

—Lamento por  no contestar la primera vez, ya te dije que mi teléfono está fallando, agh.

—De seguro en estos momentos estás haciendo un puchero.

—Para nada —Negó— No me pone triste, si no como que me da ansiedad que se me trabe y todo eso —Dejo salir un suspiro— En fin... ¿Para qué me has llamado? No digo que no me guste que me hables, pero que es raro que hablemos por teléfono.

—Quería oír tu voz... —Se sentó sobre su cama y bajo su mirada.

—Oh... —Jaemin de sonrojó— Yo también quería oír la tuya.

—¿Tienes planes para este sábado? —Se puso aún más nervioso.

—Mmm... Nop, Nana está libre ¿Por qué? —Nugget se subió a su cama y Jaemin comenzó a acariciarlo.

—Quiero que me acompañes a un lugar ¿Si?

—¿Qué lugar? —Lo cuestionó.

—Es un secreto.

—¿Cómo sé que no me vas a secuestrar? —Dijo divertido.

—¿Es en serio, Na Jaemin? Jamás te secuestraría a menos que sea con tu consentimiento.

—Eso ya no sería un secuestro —Soltó una carcajada.

—Tienes razón, quedé como un tonto.

—Ya lo estás.

—Pero por ti —Se sonrojó, volviendo a bajar su mirada.

—Mi corazón en este momento está como loco. Te quiero mucho, Jeno —Jaemin sostuvo fuerte su celular.