❝Menos mal que sabes a quién debes besar, Tae-Oppa.❞
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Sin duda alguna me siento una persona con mucha suerte. Una niña que tiene absolutamente todo a sus pies y sin mover un dedo. Y la verdad creo que me importa muy poquito que suene egocéntrica. En mi niñez he sufrido demasiado y merezco disfrutar con todas las ganas del mundo esto.
Tae-Oppa llego con alguna palomitas y una blusa marrón que no me gustaba, tenía un escote en V que hacía que su pecho formado se notara y eso lo detestaba. Cabe recalcar que el muy tonto trato de convencerme con algo de leche y con una sentada en su regazo. ¿Quién se cree que soy?
Uh, la mirada que le lanza esa niña llamada Hani no me gusta. Se hace la inocente, cuando por dentro debe ser una niña que no tiene el sabor del melocotón en sus labios pequeños. Tiene el cabello hasta los hombros así como yo pero un poco más corto, y ahora me estoy preguntando. ¿Qué hace ella aquí?
Formando un puchero me cruce de brazos. Mirándola lo más fijamente que puedo mientras Tae-Oppa esta leyendo un libro se supone para ayudarla con algo de ''química''. Pero si fuera así la niña pelo hongo tendría concentración. Algo que mis ojos carismáticos no divisan.
Quise llorar de la rabia porque me vestí muy bonita para Oppa, e incluso utilice un labial transparente que le quita el sabor a mis labios para complacerlo ya que a el tonto de cabellos largos le gusta así. Entrecerré mis ojos cerrando mis muslos blanquecinos, jugando con mis dedos.
No estaba haciendo nada, lo juró.
Pero aun sin hacer nada ya a ella le quedo claro lo quién es Lalisa Manoban.
Soy la bebé de Tae-Oppa, nada va a cambiar eso.
Y después de chupar, jalar y mordisquear mis labios frente a ella. El sabor a caramelo de chicle se inflo en mis mejillas, haciendo jadear. Me tenía tomada del mentón y no me miraba a mí si no que miraba a la niña, a Hani. Tiene una mirada muy penetrante y bonita, después de quitarse ese color azulejo en su cabello para hacerlo de un color café desordenado y rebelde ahora puedo creer que un Dios existe.
Ah, Tae-Oppa ya deja de prestarle atención, meteme la lengua. La pobre niña tiene un temblor en sus piernas y tiene lágrimas en sus ojos. Él me toma de los muslos y me coloca en mi su regazo, no puedo evitar soltar una risa y lo miró de manera inocente. Prácticamente sin hacer nada una de las pretendientes de Tae-Oppa salió corriendo.
Y no me importa. Porque mientras que ella sale fingiendo soltar lágrimas con su cabello de coco saliendo de mi casita, Tae-Oppa me esta follando en una posición muy erótica. Oh, sí. Adoró como me folla tan bruscamente y sin parar en ningún momento.
Ash, Tae-Oppa creo que ya me quedo claro que soy tuya, ¡ya deja de mirarme como si quisieras comerme mientras me follas como un animal!
Y es delicioso, mhm. En especial el sabor de chicle, un sabor azul como todo lo que es él cuando me besa.
Me preguntó que será de Hani pelo de coco. No soy una mierda tampoco, espero que haya llegado bien a casa y que recuerde que no soy una estatua.
bye, bye, girl.
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❝Que te haga mía no significa que no este enojado con tu escenita de niña inocente. Voy a follarte las veces que quiera hasta cuando me canse importándome muy poco si te desmayas, es tu jodido castigo. ❞
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❝caramelos de melocotón❞ › lalisa manoban. ✔️
Romance바나나 키스 ━. ᴍᴇ ᴇɴᴄᴀɴᴛᴀʀɪᴀ sᴀʙᴇʀ sɪ sᴜs ʙᴇsᴏs sᴀʙᴇɴ ɪɢᴜᴀʟ ϙᴜᴇ ᴍɪs ᴄᴀʀᴀᴍᴇʟᴏs ᴅᴇ ᴍᴇʟᴏᴄᴏᴛᴏɴ.