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Era un sábado al rededor de las 5 de la tarde cuando el pequeño Jimin se encontraba sentado en el sofá de su pequeña sala mientras que con una de sus manos masajeaba sus sienes y con la otra abrazaba su extremadamente delgado estómago, el cual pedía a gritos algo de comida, comida que Jimin no podía pagar debido a la escasez de dinero por la que el chico estaba pasando. Habían incluso semanas completas en las que Jimin se tenía que llenar con agua.

Pagar la universidad era algo que empezaba a agobiar al de cabellos dorados ya que apenas y había alcanzado a pagar el mes actual en el que estaba, había conseguido varios trabajos, pero siempre terminaba siendo despedido. Millones de ideas pasaron por su cabeza para conseguir algo de dinero, incluso pensó en vender varias cosas de su apartamento, el problema era que no tenía casi nada, además, ¿Cómo lo haría? Ni siquiera contaba con un celular.

Fue ahí cuando una idea algo descabellada entró a la cabecita de Jimin. ¿Y si conseguía un sugar daddy? La idea de convivir con un extraño estaba muy lejos de ser agradable, pero era la única idea que, según él, no lo dejaría morir de hambre. Hace poco lo había escuchado de alguien en la universidad, así que sabía exactamente a donde ir. Sin embargo, aún era muy temprano y el hambre con el que Jimin contaba causaba que este tuviera mucho sueño. Sin dudarlo, se arrecostó al sillón y cerró sus ojos para dormir un rato, lo que el chico no pensaba era que terminaría durmiendo toda la tarde.

Mientras que bostezaba, estiró sus brazos y frotó sus ojos, lentamente abrió sus ojos y buscó con la mirada el reloj en la pared, asustándose al ver lo tarde que era, con rapidez se levantó del sofá y corrió en busca de su mejor ropa, la cual constaba de una camiseta blanca algo grande, unos jeans y unos tenis que tenían la suela bastante desgastada. Rápidamente corrió hacia la puerta y la abrió para seguidamente cerrarla.
Aún con sueño, corrió todo lo que pudo hasta llegar al bar de donde se supone sería la subasta.

S's Ddy llevaba por nombre el bar en donde llevaría a cabo la subasta. Tomó una gran bocanada de aire y dio un paso dentro del lugar.

ㅡD-disculpe, ¿Dónde me puedo inscribir?ㅡ Preguntó bastante nervioso a un hombre alto, de hombros anchos y realmente apuesto.

ㅡSígueme, bonito.ㅡ Habló el antes mencionado con una sonrisa en sus labios mientras empezaba a caminar.

Jimin, un poco dudoso empezó a seguir al chico mientras al mismo tiempo jugaba con sus manos. Al llegar, notó que en realidad había muchos jóvenes de su edad o inclusive menores.

ㅡ¿Tu nombre?ㅡ Preguntó el de hombros anchos con una lista en sus manos.

ㅡJimin, Park Jiminㅡ Habló un poco alto debido a que la música que sonaba en el lugar hacia que fuera complicado escuchar. Sin embargo, el mayor al no poder escuchar bien y por no querer volver a preguntar, terminó escribiendo Park Jimon.
Seguidamente, le hizo una seña al más bajo para que tomara asiento en una de las sillas que habían en la sala. Un poco dudoso, el de cabellos dorados se sentó. Sus piesitos quedaban en el aire, así que empezó a mecerlos de adelante a atrás mientras su mirada se mantenía en el suelo.

ㅡHola.ㅡ Escuchó una voz algo grave a su lado y rápidamente levantó la mirada. Un chico delgado, con el cabello un tanto largo, un tinte rojo bastante llamativo y una bonita sonrisa cuadrada era el portador de la voz.

ㅡHola.ㅡ Respondió de vuelta Jimin con una pequeña venia a la vez que sonreía.

ㅡSoy Kim Taehyung, ¿Y tú?ㅡ Preguntó estirando su brazo para estrechar la mano de su contrario.

ㅡPark Jimin.ㅡ Dijo simple tomando suavemente la mano del contrario, parecía tener su edad y la diferencia de altura era poca, sin embargo, sus dedos eran asombrosamente largos.

°•.ɴᴇᴇᴅɪɴɢ ʏᴏᴜ《ʜᴏᴘᴇᴍɪɴ.•°Where stories live. Discover now