°•.ɴᴇᴇᴅɪɴɢ ʏᴏᴜ《ʜᴏᴘᴇᴍɪɴ.•°

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La alarma sonó, el reloj marcaba las 5:00am y un Hoseok bastante cansado estaba despertando debido al fuerte sonido en la habitación.
Una media hora más tarde ya estaba en su auto camino a la empresa donde le esperaba un cansado día de trabajo.

Por otro lado, el pequeño Jimin fue despertando a eso de las 10:45 debido a un fuerte golpe que se llevó al caerse de la gran cama.

-Joven Park, ¿Se encuentra bien?- preguntó una de las sirvientas al escuchar el golpe.

-S-sí-dijo mientras de ponía en pie y sostenía su codo, se lo había golpeado.

-De acuerdo- luego se fue.

El pequeño Jimin camino al espejo y revisó su codo, tocándose con que este tenía sangre, había chocado con la mesa de noche al caer.

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Era la hora de la cena y Hoseok llegó a tiempo.

-Llamenlo, quiero comer con él.

-En seguida.

Unos segundos después, Jimin bajó las escaleras y se presentó en el comedor.

-Hola, Hoseok.

-Hola, Jimin.

-¿Quería verme?

-Quiero que comamos juntos.

Jimin no dijo más y sólo se sentó al otro extremo de la mesa.

-¿Podrías quitarte la sueta? Me da calor el simple hecho de verte.

-Yo tengo frío.

-Jimin, estamos a 25°

-Pero tengo frío.

-Quitatela- exigió.

-No quiero-respondio.

Entonces Hoseok lo vio con ojos asesinos y el menor se la quitó, eso sí, procurando esconder su codo, no quería ser interrogado y tener que decir que se calló de la cama, era algo muy penoso para él.

-Así está mejor- dijo el mayor y empezó a comer.

Al igual que el mayor, Jimin empezó a comer, pero este de forma muy incómoda por no poder poner su brazo en la mesa.
Hoseok terminó de comer miró a Jimin.

-¿Qué tienes?

-¿Qué tengo de que?

-Te vez incómodo.

-No lo estoy.

-Mientes, ya lo vi.

-No miento.

-No intentes engañarme porque no lo vas a lograr, Park.

Jimin se mantuvo en silencio por unos segundos.

-No es nada, compermiso- dijo y se levantó de la mesa, Hoseok se levantó y fue detrás de el tomándolo del brazo, específicamente el codo que se había lastimado.

-¡AHHG!- se quejó y soltó del agarre de Hoseok.

Este miró el brazo de Jimin y se asustó al ver su codo morado y el pequeño corte en este.

-¡¿Qué te pasó?!

-¡N-no es nada!

-Jimin, ¿Qué te pasó?

-.......Sólo fue un golpe.

-Un golpe el cual te cortó y dejó morado.

Hoseok no lo pensó más y tomó de la mano a Jimin llevándolo a rastras hasta su habitación, ya ahí lo sentó en la cama y sacó un botiquín de una gaveta.