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Llegamos al hotel a la vez que SooYoung y JooHyun bajaban de un taxi.

―¡Parecéis un par de piratas!―comentó la esposa de SeHun mientras se colgaba de su cuello y lo besaba.

Tenía razón. Nuestros bañadores y camisetas estaban arrugados y manchados de salitre. Como el último baño, para deshacernos de los rastros de semen, nos lo habíamos dado en el mar, nuestro cabello aún estaba emplastado por el agua salada.

Además, el sol nos había enrojecido ligeramente la piel lo que nos aportaba un aire salvaje.

Mire a SeHun, que estaba besando a su mujer, y vi las pronunciadas sombras oscuras bajos sus ojos. Comprendí que los míos debían lucir igual, debido al cansancio de las intensas sesiones de
sexo.

Dos bandidos y dos princesas. Algo no cuadra aquí ―respondió él, correspondiendo apasionadamente al beso de su esposa.

SooYoung terminó de pagar la cuenta del taxi y vino hacia mí. Se colgó también de mi cuello. Parecía feliz.

¿Me has echado de menos? ―me preguntó.

Cada momento.

―Mentiroso ―dijo mimosa.

¿Qué tal ha ido el día?

―Divertido, fantástico y divertido.

―¿Por ese orden?

―Creo que sí. ¿Y tu primera incursión en el mar?

―Intensa.

―¿Te has mareado?

―Me he comportado, no te preocupes.

―¿SeHun ha sido muy pesado? ―me preguntó JooHyun.

Se ha portado bien.

―¿Seguro que te has portado bien? ―le preguntó ahora a su esposo.

Creo que ChanYeol no tiene quejas de mí, ¿verdad amigo?

No, no las tenía, pero no respondí.

SooYoung me volvió a besar, y se frotó ligeramente con mi cuerpo. Estaba mimosa, lo que en cualquier otro momento me hubiera vuelto loco.

En ese instante SeHun me palmeó el hombro en un gesto muy masculino, muy de machotes. Me volví hacia él sin dejar de acariciar las caderas de mi chica.

Dejad los arrumacos ―nos recriminó de buen humor―. Mi estómago ruge de hambre. ¿Dónde vamos a cenar hoy? Decidme que fuera del hotel, por favor.

JooHyun iba a responder, cuando SooYoung lo hizo por ella.

Id vosotros. ChanYeol y yo pediremos que nos suban algo a la habitación.

―¿Y eso? ―preguntó JooHyun, aunque me di cuenta de que ambas ya habían mantenido aquella conversación.

SooYoung tiraba de mí, camino del vestíbulo del hotel.

ChanYeol empezó algo esta mañana y no lo dejé terminar, así que vamos a acabarlo ahora mismo.

JooHyun gritó. Aquello le divertía.

Así que solo lo quieres porque es un semental.

―Eso venía en el paquete ―SooYoung les guiñó un ojo y tiró más fuerte de mí.

Yo me dejé arrastrar. Mientras me alejaba lancé una última mirada a SeHun.

Estaba abrazado a su esposa. Guapo como un demonio, con el cabello despeinado.

Él también me miró, y pude ver una sombra de celos en sus ojos que me sentó realmente bien.

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𝓪𝓭𝓲𝓬𝓽𝓸 𝓪 𝓽𝓲 ; ᶜʰᵃⁿʰᵘⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora