Nadaron en la clasificatoria de su especialidad: Rin fue en mariposa; Ikuya, braza; Haruka, libre. Al finalizar la jornada, Haruka se clasificó a la semifinal, Rin e Ikuya no porque quedaron en quinta posición en sus respectivas carreras. Al retirarse del recinto, no se juntaron. Tampoco durante las reuniones del equipo.
Rin se frustró consigo mismo, perdió por cometer errores que sabía que debía evitar. Ikuya terminó confundido, su condición no era la ideal como creyó. Ninguno superó su mejor tiempo personal. Esa noche, Ikuya salió del hotel para reflexionar. Rin se fue con su entrenador y luego se quedó solo para calmarse.
Ikuya se encontró a Rin en la costa del mar y se sentó a su lado para conversar. Se hablaron con serenidad, dejando atrás la manera brusca con la que solían tratarse. Ikuya insistió en el tema de Haruka y Rin, este le explicó que su relación con Haruka no era sencilla. Previo a regresar al hotel, Ikuya le preguntó qué haría tras el torneo y Rin se puso pensativo. La relación entre ellos mejoró desde esa noche.
Durante el resto del torneo, Rin e Ikuya vieron las carreras desde diferentes partes del graderío, mantuvieron un perfil bajo dentro del equipo. Paralelo a eso, Haruka se enfrentó a grandes rivales que le hicieron cuestionarse su lugar en el mundo competitivo. Duda que, a pesar del fracaso, no experimentaron Rin e Ikuya.
Un día, Rin invitó a Ikuya y Haruka a la casa del matrimonio que lo acogió en la secundaria. Haruka los conoció en el viaje anterior, por lo que Ikuya fue el invitado especial. Rin le presentó a Russell y Lori, sus tutores, y Winnie, una perra que fue su mascota. Russell y Lori les tomaron una foto junto a Winnie, foto que se sumó a los otros recuerdos que guardaron de Sídney.
De vuelta en Tokio, todos se reintegraron a sus actividades normales, Haruka e Ikuya en sus respectivas universidades y Rin con su entrenador. Continuaron entrenando, con miras en la próxima temporada de competencias. Rin reflexionó sobre su futuro e Ikuya hizo lo propio. Supieron cómo le iba al otro gracias a Natsuya, que se comunicaba con ambos.
Para las fiestas decembrinas, el grupo de amigos se reunió en una cena especial, donde Ikuya les contó a los demás sobre su paseo con Rin y Haruka en Sídney. Rin, que llevaba rato pensando en su futuro, llegó a una conclusión: enfocarse en su especialidad para cumplir su sueño de nadar a nivel profesional. Solo le faltó un impulso para decírselo a Haruka.
Rin, Ikuya, Haruka, Makoto, Sosuke y Asahi viajaron juntos a sus ciudades natales, para pasar con sus familias el año nuevo. Ikuya habló con Natsuya, que también volvió a casa, sobre su futuro. Decidió lo mismo que Rin: centrarse en su especialidad. Natsuya le comentó esa decisión a Rin, dándole el impulso que le faltaba.
Rin e Ikuya aspiraron a nadar lado a lado con Haruka en Sídney, pero por sus resultados en el Japan Swimming Grand Prix, no pudieron hacerlo. Sin embargo, Haruka creyó que nadarían juntos en la próxima temporada. Cuando Rin le explicó que eso no sucedería, más la duda que angustiaba a Haruka, acabaron peleándose. Eso provocó que ambos se apartaran del resto del grupo por un tiempo.
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Diario de un/a RinIku Lover | [Rin x Ikuya]
FanfictionEn este libro encontrarás la historia oficial de RinIku dentro de Free! Series, esas decisiones que hicieron de niños y entrelazaron sus futuros, llevándolos a conocerse de adultos. Para este relato cronológico, las fuentes principales son los produ...