—¿Qué se supone que deberíamos comprar para la boda? —preguntó Jaemin, frunciendo el ceño mientras caminaban por IKEA.— Chenle ya tiene de todo.
—Xuxi también. —agregó Jeno.— Le compramos hasta un equipo de sonido no necesario.
—¿Qué ustedes qué? —Renjun los vio indignado, tratando de recordar si había visto el aparato.— Eso no me lo mostraron...
—Obvio genio, nos hubieras hecho devolverlo.
—Pero ya, ¿qué podemos comprarles? —Jaemin tomaba cada pequeño folleto que se le ofrecía, tratando de encontrar el regalo perfecto entre sus páginas.— Es el día especial de Lele debemos darle algo bonito.
—Ouns, es el día especial de Lele. —burló Jeno, empujando las caderas de Jaemin con las suyas.— Pero hace unos meses todo eran gritos y ¡quiero a esa rata lejos de mi hombre!
Jaemin giró a verlo con enojo, sus mejillas tornándose rojas mientras Renjun reía y lo abrazaba por la cintura dejando un besito en su mandíbula, haciendo que la mirada de Jeno se oscureciera.
—Era diferente, en ese momento el delfín mutante si quería robar a mi hombre pero ahora tiene a su propio Huang y resultó ser un buen amigo.
—¿Probaste sus rollitos de carne verdad?
—Son lo mejor de este mundo, no quiero que se vayan a vivir al apartamento de Chenle y si lo miramos de un punto de vista beneficio para todos, igual tendrían que llevar a Jisung para que lo cuidemos y Jeno pasar por Xuxi a la Universidad... —puchero Jaemin mientras caminaba de la mano con Renjun.— Y yo me quedaría con mi amigo.
—Apenas logramos que funcionara con nosotros cinco en nuestro apartamento. —Jeno tomó un jarrón, que rápidamente devolvió a su lugar al ver que era tan frágil, aparte que era una mala idea, Jisung estaba mostrando desde ya su naturaleza inquieta.— Los vamos a extrañar, pero tal vez es mejor... ellos quieren privacidad también, amor.
El menor no dijo nada, siguió caminando por los pasillos haciendo una nota mental de hablar con Chenle acerca del tema, tal vez... si tenía suerte, él tampoco quisiera irse, convencer a los demás chicos sería más fácil.
—Bien, me aburro ¿y si les regalamos nuestra amistad? —preguntó Jeno, después de un momento viendo a Jaemin arrugar la nariz ante cada cosa que veían.
—No seas bobo, no podemos arruinar su boda con un regalo tonto. —Renjun negó, viendo unas copas que Jaemin sostenía con emoción.— Pero Lele tampoco bebe mucho como para darle esto, Nana.
—No son para él, son para mi. —dijo el menor colocándolas con cuidado en su carreta.— Ya podremos tomar vino con Chenle en copas y no vasos con flores.
—Bien, Injun, corrompiste a Chenle indirectamente, Jaemin lo volvió un alcohólico.
Los tres rieron, Jeno observó como los ojos de Jaemin brillaban por las lágrimas al reír tanto y a Renjun, con sus mejillas sonrojadas. Oh, no pudo resistirse, tomó a Renjun de la cintura y lo beso lentamente solo para pasar a Jaemin y besarlo igual de profundo que al mayor, los tres se quedaron en silencio un momento, viéndose antes de que Jeno plantara un beso rápido sobre ambos labios.
—Les vamos a regalar un cuadro de caoba con la foto de los cinco con Jisung... —murmuró con voz ronca y baja, haciendo a los otros asentir.— Nana, amor, paga tus copas y nos vamos a casa.
El menor asintió, corriendo de la mano de Renjun mientras Jeno miraba emocionado la expectativa en sus rostros. En otro momento él incluso hubiera esperado un poco más o al menos ver unas tiendas más, pero habían pasado tantos meses lejos que sentía que nunca podría recuperar el tiempo perdido con sus amores... pero eso era el ayer, todo estaba bien ahora.
—Hey, Renjun...
Los tres se giraron al escuchar el nombre del mayor salir de los labios de un alto y guapo tipo, maldición, Jeno tuvo que ver dos veces y evitar encogerse para ver qué ocurría y porque ese hombre llamaba a su chico.
—¡John! —exclamó su novio y eso solo hizo que elevara una ceja, más curioso que antes.— Que sorpresa verte por aquí.
Jaemin y Jeno se vieron comprendiendo totalmente, ese era el doctor que Mark había comentado y por la cara de Jaemin entendió absolutamente por qué fue su petición, el tipo era ardiente.
—Na Jaemin, un placer. —exclamó el menor, presentándose a él mismo con una amplia sonrisa al doctor frente a ellos que le devolvió una sonrisa igual de cálida.
—John Seo, o bueno... ¿Seo YoungHo? lo siento, las costumbre americana no se quita fácil. —dijo con timidez y Jaemin negó, diciendo que todo estaba bien.
—Lee Jeno. —se presentó, colocándose al lado de Jaemin que parecía estar perdiendo su aire cada vez que escuchaba a John reír.
—Lo siento, sí, ellos son Jeno y Jaemin, son mis novios. —dijo con confianza, dejando a ambos sorprendidos al ver a Renjun tan libre al hablar del tema.— Creo que ya los habías visto.
—Claro, en la cena de beneficencia, aunque no estaba seguro de que los rumores sean ciertos, pero se ven muy bien juntos. —exclamó con una sonrisa que llenó el corazón de los tres de orgullo.— Quería pedirte, bueno, pedirles un favor... aún no sé que regalo darle a Chenle y su prometido ¿podrían ayudarme?
No tuvo que pedirlo dos veces, Jaemin tomó su brazo con confianza y empezó a guiarlo a la sección de bodas, Renjun vio sorprendido como el menor caminaba animadamente y luego fijo su mirada en Jeno que seguía con la mirada a la pareja que acababa de irse.
—No se me altere, joven. —murmuró, tocando su brazo con cuidado.— Tengo más miedo de Jaemin le haga algo a John de que mi compañero de trabajo quiera hacerle algo a Nana.
—Bien, pero igual no me agrada. —asintió con un puchero mientras caminaban detrás de Jaemin y John.
Renjun fue junto a ellos, tratando de empujar a Jaemin con Jeno, últimamente andaba pegajoso y dulce, así que haría lo posible para tener a su novio feliz. En minutos él estaba explicándole a Johnny que a Chenle en serio le gustaba las alfombras peludas y que regalarle una sería una buena idea... o tal vez una cafetera también lo sería, Jaemin observaba como el mayor parecía convencerse de la idea boca de Renjun.
—Sigo aquí, Nana. —refunfuño al lado de su novio.
—Sí, sí, calla, John está existiendo. —siseo, viendo aún con emoción al mayor, haciendo que Jeno se viera indignado.— No es cierto, te amo bebé, pero solo déjame apreciar las maravillas de la creación un momento más.
—Estás castigado.
—Me vale. —burló, robándole un beso, colocarse de espalda a él y tomar las manos del mayor para colocarlas en su cintura.— Tus castigos siempre son buenos.
Jeno negó, apretando el agarré en su cuerpo antes de plantar un rápido beso en el cuello del menor, definitivamente Jaemin era el peor de los tres.
—¡Hey! Ya que estamos aquí, deberíamos ir a comer ¿vienes Johnny? —preguntó Jaemin.
—Claro, sería genial. —respondió el doctor, que parecía haberse convencido de llevar una cafetera con orejas de gatito.— Yo invito.
La sonrisa de Jaemin se hizo más amplia, si era posible pero un grito salió de sus labios haciendo a Renjun y John girar a verlo.
—Vi una cucaracha. —exclamó y John se lo creyó pero Renjun sabía bien que había pasado así que solo contuvo su risa mientras seguían viendo cafeteras con el mayor.— Creí tener un novio y no un perro. —siseo hacia Jeno y este solo bufó.
—Calla, calla, Renjun está existiendo...
—Eres malvado. —agregó el menor, fulminando a su pareja con la mirada.
—Me vale, ahora busca bien ese regalo para Lele y Xuxi mientras piensas que pastel me vas a comprar para obtener mi perdón.
Sí, los tres eran unos bebés.

ESTÁS LEYENDO
THREE? | NoRenMin
FanficTu, yo y él. Nosotros. Estar separados es como perder el corazón, sentir la presencia del otro es como respirar... Estando juntos lo tenemos todo ¿Qué podría faltar?