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Dedicado a la única fan reconocida de la obra. Muchísimas gracias por el apoyo 🥺🖤 @hanley20



Taehyung, sentado en su gran silla a la espera del muchacho, se preguntaba qué demonios pasaba por su cabeza.

¿A qué jugaba? Ni él mismo lo sabía.

Solo sabía que quería verlo y romper esa barrera de indiferencia que el menor creaba cuando se encontraban cerca. Nadie, absolutamente nadie no había estado nunca a sus pies. ¿Por qué aquel chico se empeñaba en bajarlo de su pequeña nubecita de altanería?

Sería su reto personal. Hacer que Jeon Jungkook delirara por él.

¿Con qué objetivo? Pura satisfacción propia. Puro orgullo.

A fin de cuentas, lo peor que podía pasar era que el muchacho se enamorara de él. En ese caso, tendría que parar. Porque Taehyung no tenía la capacidad de amar.

Dos toques sutiles ya conocidos sonaron, y vociferó un "adelante" con su voz ronca mientras se aclaraba la garganta.

Jeon Jungkook, dejando sus nervios de lado y armándose de valor como meditó que haría minutos antes, decidió que no iba a darle al hombre en absoluto lo que buscaba. ¿Quería jugar? Jungkook no sabía, pero podía aprender.

Caminó con seguridad hasta la silla en la que siempre tomaba asiento, cruzó sus piernas, puso sus manos cruzadas encima de las mismas y le lanzó la primera mirada a Kim.

-Usted dirá.

Taehyung, sorprendido ante la nueva faceta confianzuda del chico, lo miró por unos segundos mientras deslizaba su dedo índice por su labio inferior, demostrando interés.

-Quédate quieto.

-Okay...

-Voy a pintarte.

-¿¡Qué?!

-Lo que oíste.

Y Jungkook, contraproducente a todo para lo que se mentalizó antes, se sonrojó.

No iba a darle el gusto.

Se recordó a sí mismo. Pero eso significaba que tenía que hacer exactamente lo que Taehyung le dijera, sin demostrar rebeldía, pero sí picardía.

Porque Taehyung quería que lo desafiara, y él iba a hacerlo muy sutilmente, demostrándole que al final, no iba a caer.

-Tómese su tiempo, señor. Es su empresa a fin de cuentas, pero mi sueldo no variará por no estar cumpliendo mis funciones.

Taehyung, sorprendido y divertido a la vez, alzó una ceja y sonrió maléficamente.

-A sus órdenes, jefe.

Y Jungkook puso sus ojos en blanco por la ironía.

-Mmm... no querrás que te dibuje con esa mueca tan fea que acabas de hacer ¿o sí? Vamos Jungkookie, sonríeme.

-Usted quiere pintarme, yo poso como yo quiera.

-Como desees. -Contestó Kim con una sutil risa.

Media hora después, Jungkook seguía bostezando mientras Taehyung daba los últimos retoques al boceto.

-Ya terminé.

Jungkook levantó una ceja, algo curioso por el resultado. Estiró su mano, recibiendo un manotazo en la misma.

-No no, no vas a verlo. Voy a coleccionarlos yo.

-¿C-coleccionar? ¿Esto se va a repetir más veces?

-Todas las que yo quiera, por supuesto.

Jungkook casi bufa, pero recordó que no mostraría ningún signo de desobediencia más que necesario.

-¿Algo más?

-De hecho... sí.

-Usted dirá, otra vez.

Taehyung se levantó de su silla, rodeando la mesa y sentándose en la misma frente a Jungkook.

-¿Qué pretendes, Kook?

-No tengo idea de a qué se refiere, señor. -Contestó Jungkook fingiendo desconcierto.

-Claro... pues, déjame decirte que se de que vas. Pretendes no discutirme, pero por dentro te hierve la sangre. Así, Jungkookie, es como tú fallas y como yo consigo lo que quiero.

Jungkook separó sus labios, impulsado a decir algo que después calló, y sustituyó.

-No se equivoque, señor Kim. Yo estoy enormemente orgulloso de ser de su agrado, si esto es lo que lo distrae de sus obligaciones, y a mi de las mías, y aún así quiere llevarlo a cabo, adelante.

Taehyung, con una media sonrisa, se inclinó hacia delante dejando su rostro a escasos centímetros de la cara del contrario.

Jungkook tragó saliva sonoramente, pero mantuvo su semblante duro. Mantendría el contacto visual.

Taehyung miró sus ojos y luego sus labios, relamiéndose los propios antes de susurrar:

-No te equivoques tú, Jungkookie. -Dijo, sintiendo sus respiraciones entremezclándose. La de Jungkook, aunque disimulada, casi errática. -Si sueñas con que tienes el control de esta situación, estás muy equivocado. Estás sentado justo en mi trampa.

Y acercándose más a su oído, volvió a susurrar; -Yo soy la araña, Kook. Y tú estás en mi telaraña. ¿Significa eso que acabaré comiéndote?

Y Jungkook, encontrando su voz de manera sorpresiva incluso para él, contestó en el mismo tono bajo, acercándose al oído de Taehyung y olfateando un poco su olor; -No cuenta con mi astucia, señor. No me tome por la mosquita ingenua.

Y separándose, mientras le lanzaba una última mirada socarrona, decidió retirarse sin que le fuera permitido.

Sí Taehyung pretendía seducirlo y volverlo loco, no iba a pasar. Pero ¿y al revés?

•INVISIBLES E INVENCIBLES• -Taekook-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora