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-No tienes de qué preocuparte, mira, ¿ves? Está en la papelera.

-Gracias, Jimin, te juro que yo no soy así de torpe.

-Lo sé, nadie que esté aquí puede serlo. Son los nervios de los primeros días, te acostumbrarás. ¿Vamos a comer?

Jungkook suspiró. Llevaba tres días en la editorial y ya había mandado a borradores tres manuscritos. En su defensa, su jefe le seguía dando los buenos días. Se sentía observado, como si estuviese a prueba.

-Sí, un poco de aire me vendría bien.

A Jimin lo había conocido al segundo día, y la verdad es que ahora entendía mejor todo. Ese chico además de ser brillante, sublime y bla, bla, era perfecto. Jungkook no era tonto, tampoco hetero. Él veía las cosas desde un punto de vista objetivo y Jimin irradiaba luz.

-No te preocupes, Jungkook, te adaptarás. Esto no es pan comido.

Jungkook sabía aquello, pero ver los cabellos rubios de aquel chico solo le recordaba que probablemente tenía vigilancia.

-Lo sé, Jimin, pero...

Bajó la cabeza, como dudando si sería prudente decir aquello.

-Puedes contarme, Kook.

-Es que... ¿A ti te llegan mails del jefe? Ya sabes, dándote los buenos días y diciéndote que rindas bien.

A Jimin esto lo tomó por sorpresa. La persona encargada de supervisar a los alumnos en prácticas era La jefa.

-No tenemos jefe, Jungkookie. Es una mujer la que-

-No, no. Ese hombre rubio, siempre de traje que se pasea por toda la empresa. Todo el mundo se para cada vez que pasa y hacen su reverencia como si hablásemos de una eminencia.

El chico entendió enseguida.

-¿Te refieres al señor Kim?

-Sí, ese, ¿Es de recursos humanos?

Jimin comenzó a reír tanto, que los demás en la cafetería en la que habían tomado asiento miraron curiosos.

-Es el CEO, Jungkookie. Kim Taehyung es el dueño de esta empresa. La heredó hace poco.

Y el color abandonó a Jungkook y sus ojos, ya grandes de por sí, se ampliaron aún más cuando comprendió todo.



-Te veo estresado, Taehyung. Si no te relajas no haremos nada aquí.

-Sí. Lo siento, Nam, continúa.

-Si estás tenso podemos dejarlo para otro día.

-No lo estoy, es solo que... hace mucho que no hacía esto.

-¿Ésto? ¿Tener una responsabilidad?

Namjoon lo miraba sonriendo con ternura. Su amigo no era precisamente alguien centrado. Taehyung era más del tipo loco fiestero. Él lo sabía bien. Lo acompañó durante toda su adolescencia.

-Te conozco, Tae. Eres distraído, pero eres eficiente. Ya hiciste esto aquella vez que tu padre estuvo enfermo. Ahí eras apenas un crío, ahora eres mayor y más maduro. Todos confiamos en ti.

-Sí. Lo sé. Pero Namjoon... todos los que estáis aquí es porque os lo merecéis. Yo llamo la atención por mi físico. Se que la gente se queda mirando cuando paso, créeme que yo tampoco lo entiendo mucho. Pero todos me respetan por eso, más en sus cabezas queda aquello de que estoy aquí porque heredé.

-Taehyung. Escúchame bien porque no lo repetiré más veces. Dejaste la carrera porque tu padre enfermó. Porque esta empresa necesitaba a alguien que la guiara y no había alguien mejor que tú. Porque tienes el arte de dirigir, el arte de hacer que te escuchen. Y también tienes los conocimientos necesarios. Tú CI también está por encima de la media, Tae. Deja de martirizarte con eso.

-Pero-

-Pero nada. Tu hermano y tu madre lo aprecian. Y tu padre también. Los que estamos aquí vemos a un hombre capaz y que además, es para todos como una escultura griega. No puedes quejarte... te mereces esto.

Taehyung no sabía que haría si su amigo no estuviese para darle esta cachetada que necesitaba cada vez que se deprimía. Le sonrió y aunque seguía sin estar convencido del todo, sí estaba agradecido.

Por otro lado, el chico nuevo ya no le contestaba los emails. Él solo quería cerciorarse de que estaba bien... sabía que el resto del mundo no lo ve como él lo hacía. A lo mejor necesitaba orientación, y él estaría encantado de dársela.

Aunque ya lo había visto con aquel chico rubio el día anterior. Hizo unas mueca. Jimin tan solidario como siempre. Tampoco es como si él estuviese sumamente interesado. Lo dejaría pasar. Sí, eso haría. No tenía tiempo para perderlo.

-Volvamos a esto, Nam. Manos a la obra.

•INVISIBLES E INVENCIBLES• -Taekook-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora