Tirando de las cuerdas

Capítulo 20: Estableciendo el patrón.

Tirando de cuerdas

"El hábito es un cable; tejemos un hilo de él cada día, y al final no se puede romper". - Horace Mann

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Informe de la misión: 13 de noviembre, 65ME
Rango: B Operaciones :
Escuadrón Chuunin Delta-15 ( ONU, IK, EE. UU., HI )
Posición estratégica - marcado: Shimo no Kuni - Pase 15J - Entrenched con un número inusualmente alto de shinobi Kumogakure - El escuadrón se encargó de interrupción o eliminación (a discreción de Squad Leader ONU)
Estado: éxito
Notas especiales: recomendación recomendada para la ONU, sobre la base de un trabajo eficiente: cero víctimas amistosas. Rechazado : se observaron malas cualidades de liderazgo en informes individuales - SD

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Ensui abrazó su chaqueta alrededor de él con más fuerza. Estaba acostumbrado a los fríos vientos de Kumo, pero ni siquiera estaban cerca de prepararlo para las noches heladas de Frost Country. Solo quería que su turno terminara para poder volver al fuego. Tal como estaba, ni siquiera se le permitió verlo , o arriesgarse a arruinar su visión nocturna. Como si hubiera mucho que ver, a excepción de los árboles y la nieve. No lo admitiría ante el resto del escuadrón, pero estaba casi seguro de que era una especie de deber de castigo. Apostaría cualquier cosa que también era culpa de Ei. Bastardo siempre se metía en problemas con los superiores.

Aunque no podía quejarse de eso. No, eso sería insubordinación . No le impidió pensar con amargura sobre toda la situación mientras caminaba a lo largo del ancho paso de montaña. Posición inútil que era. Había otras cien rutas por las montañas; Dio la casualidad de que este era uno de los más cómodos para que viajaran los carros de los comerciantes. ¡Cómodo! ¿No sabían estas personas que estaban en guerra?

Oh cierto, no lo hicieron. Debido a que algunos inteligentes pensaron que sería mejor si los civiles permanecieran ignorantes de los conflictos shinobi. Para Ensui, solo significaba que tenía que actuar como si nada estuviera mal mientras mantenía un ojo paranoico en busca de un cuchillo Konoha en la espalda. Bastardos de hojas. Ya era bastante malo que tuvieran que atacar a Kumo y comenzar esta guerra estúpida, pero ni siquiera podía asignarse a la frontera donde estaba la acción y ganarse una promoción destruyendo a algunos acosadores de árboles.

Suspiró, el aliento se curvó frente a él como una fina neblina, antes de volverse y comenzar su ciclo nuevamente. Ashi debería hacerse cargo de él en cualquier momento; Ella ya había llegado cinco minutos tarde, pero eso era Ashi para ti. Aún así, a medida que los minutos se alargaban y nadie venía a reemplazarlo, se agitó. Esto era igual que su escuadrón, dejándolo aquí solo. Dio una mirada prolongada a la oscuridad del bosque antes de girarse con un gruñido y marchar de regreso al campamento.

En el momento en que vio que se avecinaba el punto brillante del fuego, comenzó a trabajar en su diatriba en su cabeza, escogiendo a quién iba a escarbar por esos minutos extra de frío inútil.

Él nunca tuvo la oportunidad.

Entró en el claro artificial en el que habían establecido el campamento, y en el momento en que sus ojos se vieron obligados a adaptarse a la repentina luz, algo se dejó caer desde arriba directamente al fuego. Se movía como una hoja, pero si alguien hubiera estado lo suficientemente alerta, se habría dado cuenta de que no había viento suficiente para soplar algo tan lejos en el campamento.

Todo el paso se iluminó repentinamente como si fuera mediodía, la repentina mirada provocó que retrocediera. Intentó desesperadamente cerrar los ojos contra la luz, solo para darse cuenta de que estaban cerrados. Incluso a través de sus párpados todo era blanco. Por una fracción de segundo su mente entró en pánico, preguntándose si había sido cegado. El puro terror del pensamiento cegó sus otros sentidos tan seguramente como la etiqueta de destello. No sintió que el fino lazo de alambre ninja se curvaba alrededor de su cuello hasta que se clavaba en su tráquea, levantándolo del suelo.